Juana de Constantinopla, también conocida como Juana de Flandes o Juana de Henao, fue condesa de Flandes y de Henao desde 1205 hasta 1244. Nació en 1199/1200 y fue la hija mayor de María de Champaña y de Balduino IX, conde de Flandes y de Henao, quien más tarde se convirtió en el emperador latino de Constantinopla.
En 1202, Balduino, su padre, participó en la Cuarta Cruzada. Dos años más tarde, María, su madre, intentó reunirse con él, dejando a Juana y a su hermana Margarita a cargo de su tío Felipe I de Namur. Desafortunadamente, María murió en 1204 y Balduino al año siguiente, dejando a Juana y a Margarita huérfanas.
Juana fue casada en 1212 con Fernando de Portugal, hijo de Dulce de Aragón y de Sancho I, rey de Portugal. Sin embargo, Fernando fue hecho prisionero en la batalla de Bouvines en 1214 y permaneció en cautiverio durante 12 años. Durante este tiempo, Juana gobernó sola.
A lo largo de su reinado, Juana enfrentó varios desafíos, incluyendo conflictos de sucesión con su hermana Margarita y dificultades provocadas por el hambre. En 1225, un hombre que afirmaba ser su padre regresó de las cruzadas, lo que provocó una revolución popular.
Juana tuvo una hija, María, en 1231, quien fue prometida a Roberto de Artois, hermano del rey Luis IX de Francia. Sin embargo, María murió en 1236. Tras la muerte de Fernando en 1233, Juana mantuvo excelentes relaciones tanto con Francia como con Inglaterra1. Juana falleció en 1244.