Los altos funcionarios de salud británicos habían pronosticado que una pandemia de gripe era “inminente” en el año 1997, por eso tomaban medidas sanitarias necesarias para un programa de vacunación masiva y el cierre de sus fronteras contra esta enfermedad, según han revelado documentos recién desclasificados, tal y como recoge el diario británico The Guardian.
“Las siguientes condiciones coexistentes sugieren que una pandemia es inminente: la aparición de una nueva cepa del virus de la influenza que tiene un marcado cambio antigénico”, fue anunciado a través de un comunicado al Departamento de Salud, Servicios Sociales y Seguridad Pública de Irlanda del Norte por parte de las autoridades británicos.
Por otro lado, la nota advertía de la propagación de las nuevas cepas variantes de la influenza a nivel mundial que originalmente habían surgido en el Lejano Oriente enfatizando que debido a “la apertura de China al comercio y al turismo” y al “creciente movimiento internacional de personas y un mayor uso de métodos rápidos de transporte”, una pandemia incluso más preocupante que la del año 1968 era posible.
Además, las autoridades del Reino Unido consideraban una cuarentena y el cierre de las escuelas como parte de su plan en contra de la crisis de salud, aunque dichas medidas podrían “causar algunos problemas”.
Tales declaraciones se han producido mientras que el mundo se preocupa por la más reciente variante del coronavirus, ómicron, que se propaga a un ritmo alarmante y las autoridades sanitarias advierten de que la mayoría de las personas que están hospitalizadas por esta nueva variante son las que no ha recibido vacunas.
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