CASA REAL
'Royals'
�D�nde est�?

El misterio del fabuloso joyero real que enfrenta a los Saboya con la Rep�blica italiana

El pr�ncipe Filiberto, nuevo titular de la dinast�a, seguir� adelante con el pleito contra el Estado para tratar de recuperar las alhajas de la reina Margarita. Un tesoro de gran valor envuelto en la leyenda y que alimenta las dudas de qu� piezas est�n hoy en manos de la familia real.

La reina Mar�a Jos� con la tiara de diamantes y perlas de Musy.
La reina Mar�a Jos� con la tiara de diamantes y perlas de Musy.GETTY
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La apodaron la reina de las perlas. Y no es dif�cil imaginar por qu�. Margarita de Saboya (1851-1926) ha pasado a la Historia sobre todo por que fue la primera consorte de la Italia unificada como mujer del rey Humberto I. Pero todav�a se la recuerda en el pa�s transalpino por sus fuertes convicciones nacionalistas y su gran inter�s por la pol�tica -no tuvo poca influencia sobre su marido-, pero tambi�n por su sofisticaci�n, por el influjo que marc� en la moda en su tiempo y, qu� duda cabe, por su extraordinario joyero. Estamos ante una de las reinas de la era moderna con una de las colecciones de magn�ficas alhajas m�s envidiadas en cualquiera de las Cortes europeas.

Y el caso es que el joyero de aquella reina Margarita tan desdichada en el amor -tampoco fue una novedad que el suyo fuera un matrimonio por conveniencia y que su marido estuviera loquito por sus amantes- vuelve a cobrar m�xima actualidad estos d�as. Por un lado, por la reciente muerte de uno de sus descendientes, el siempre pol�mico pr�ncipe V�ctor Manuel de Saboya, que falleci� el pasado 3 de febrero y que fue enterrado en la cripta de la dinast�a en Tur�n tras un funeral al que asistieron numerosos representantes del G�tha, incluidos Alberto de M�naco o la Reina Sof�a de Espa�a. Su deceso ha puesto el foco en su heredero, el famos�simo y un tanto tarambana Filiberto, quien hoy recibe un legado que incluye tambi�n algunas de las piezas m�s valiosas del joyero que la familia posee desde los tiempos de la mencionada reina Margarita. Pero, adem�s, porque la desaparici�n de V�ctor Manuel no frena el litigio que �l y sus hermanas iniciaron contra el Estado italiano para recuperar el tesoro que se custodia en el Banco nacional. En octubre tendr� lugar una vista que se antoja decisiva para dilucidar de qui�n son las joyas que llevan d�cadas acumulando polvo.

Filibrtto y Clotilde Courau el d�a de su boda. Ella llev� la  tiara de topacios y diamantes que us� Isabel de Sajonia en su boda con Fernando de Saboya.
Filibrtto y Clotilde Courau el d�a de su boda. Ella llev� la tiara de topacios y diamantes que us� Isabel de Sajonia en su boda con Fernando de Saboya.GETTY

Ser� ya el pr�ncipe Filiberto, nuevo titular de la Casa de Saboya -siempre en disputa, claro, con su primo Aim�n de Aosta-Saboya, tan querido por la madre de Felipe VI- quien lleve la voz cantante en el hist�rico pleito contra las autoridades de la Rep�blica. Porque el hijo de V�ctor Manuel no ha tardado en desdecirse sobre su voluntad de transmitir sus derechos din�sticos a su hija primog�nita, la princesa Victoria (20 a�os), quien tendr� que esperar para llevar unas riendas de la familia que de momento le vienen a todas luces grandes.

"Se me ha malinterpretado. Victoria est� estudiando y tiene que aprender poco a poco, estando a mi lado, como yo estuve con mi padre. Soy de la opini�n de que se debe dar espacio a los j�venes cuando alcanzan la madurez adecuada. As� que cuando llegue el momento, cuando yo est� demasiado viejo y cansado para continuar, le dejar� el sitio a ella", declar� d�as atr�s Filiberto, decidido a asumir la tarea como timonel de una de las dinast�as m�s importantes del Viejo Continente, por m�s que su imagen est� destrozada por tantos esc�ndalos.

Para saber m�s

Volviendo a aquella reina decimon�nica, Margarita de Saboya, llen� cofres y cofres de joyas, tanto por las que compr� ella como consorte, las que le regal� su marido -quiz� para compensar su infidelidad permanente-, las que tuvo derecho a usar que pertenec�an a la dinast�a o las que hered� de sus padres, Fernando de Saboya e Isabel de Sajonia.

La trayectoria vital de la soberana se trunc� el 29 de julio de 1900, d�a en el que su esposo, Humberto I (que hab�a accedido al trono en 1878) fue asesinado por el anarquista Gaetano Bresci en la ciudad de Monza, en la Lombard�a. Se convirti� en nuevo monarca su hijo V�ctor Manuel III y su esposa, la piados�sima Elena de Montenegro, en la nueva consorte, mucho menos aficionada al lujo, a la ropa, a los afeites y a las joyas que su suegra, a pesar de que autom�ticamente le correspond�a a ella el uso preferente de las joyas de la Casa -lo mismo que sucede sin ir m�s lejos ahora con Do�a Letizia frente a la Reina Sof�a, para entendernos-.

Cuentan las cr�nicas que en un ambiente tan caldeado como era aqu�l de principios del siglo XX en una Italia que herv�a en radicalidad por todos los poros, y con el impacto del regicidio, el joyero de los Saboya pas� a recibir una custodia mucho m�s reforzada en cajas fuertes.

La reina Margarita con tiara y sus famosos collares de perlas.
La reina Margarita con tiara y sus famosos collares de perlas.GETTY

Conocida es la historia del reinado de V�ctor Manuel III, su apoyo al r�gimen fascista de Mussolini, etec�. Y su giro hacia los pa�ses aliados en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, de poco sirvi� a un soberano que ya hab�a perdido el apoyo de su pueblo. En oto�o de aquel a�o, ante el avance de las tropas de Hitler, el gran joyero de los Saboya acab� en una b�veda del Banco de Italia, a modo de escondite. Se dice que el propio f�hrer reclam� las alhajas, consciente de su incalculable valor. Por suerte para la familia real, las piezas fueron trasladadas a otro refugio m�s seguro a trav�s de un t�nel que conecta el Quirinal -entonces sede de la Monarqu�a- con el Palacio Barberini, donde se cav� un nicho en una de las paredes. Todo muy de pel�cula.

Y, as�, concluida la devastadora guerra, el joyero intacto segu�a en manos de los Saboya. Fue entonces cuando, en un intento desesperado de salvar la Corona, V�ctor Manuel abdic� en favor de su hijo Humberto II, quien sin embargo dur� apenas un mes en el trono ya que un refer�ndum dio paso al r�gimen republicano. Pues bien, antes de partir al exilio, el rey entreg� las alhajas reales al entonces gobernador del Banco de Italia, Luigi Einaudi, encomend�ndole que se custodiaran all�, en una c�mara acorazada junto a una nota del monarca en la que instaba a que las joyas sean "mantenidas a disposici�n de quien tenga derecho a ellas".

Ah� est� la madre del cordero. �El derecho a ellas es de los actuales Saboya o del conjunto de los italianos?

Pero no es el �nico gran interrogante de este asunto. Porque a ciencia cierta parece que nadie sabe qu� piezas son las que se mantienen en el cofre requeteforrado del Banco de Italia. Se habla de un total de m�s de 6.000 diamantes y 2.000 perlas montadas en broches, tiaras y otras joyas que, seg�n unos especialistas podr�an tener un valor de hasta 300 millones de euros, aunque otros creen que apenas alcanzar�an los 17. Y es que falta un inventario en condiciones. En 1976 se permiti� a dos orfebres ver el contenido del joyero para despejar los rumores de robo que circulaban. Y el responsable de la gran casa Bvlgari hizo entonces un comentario que denotaba decepci�n: "�Y �ste es el gran tesoro de los Saboya?".

T�ngase en cuenta que, m�s all� de lo que Humberto II dejara en Roma antes de su precipitada partida al exilio, sus descendientes han lucido -y vendido- muchas valios�simas piezas de la familia real estas d�cadas.

As�, por ejemplo, una de sus hijas, la princesa Mar�a Gabriela de Saboya -primer amor o lo que fuera del futuro Juan Carlos I- ha hecho mucha caja con sus subastas. En 2021, por ejemplo, fue vendida por 1,3 millones de euros una de las tiaras que hab�a heredado, obra de la casa turinesa Musy Padre e Figli -una de las m�s antiguas de Europa- con 11 perlas naturales y diamantes. Fue nada menos que la diadema que Amadeo I de Saboya -el ef�mero rey de Espa�a- regal� a su mujer, Mar�a Victoria, tras su matrimonio, en 1867. Y en una subasta m�s reciente, la misma Mar�a Gabriela consigui� mucho cash con un buen lote de objetos din�sticos, incluidas otras alhajas.

Una hija del mismo Humberto II tambi�n subast� en su d�a la diadema m�s antigua de Mellerio, junto a otros joyones de infarto, que V�ctor Manuel II adquiri� en 1867 para la boda de su hijo, el futuro Humberto I con la antes mencionada Margarita, la reina de las perlas.

Marina Doria con la tiara  de diamantes y perlas de Musy.
Marina Doria con la tiara de diamantes y perlas de Musy.GETTY

�Qu� queda, pues, en el Banco de Italia? �Y qu� piezas hist�ricas siguen en manos de los miembros de la familia real m�s escandalosa del Viejo Continente? A saber.

Ya nos gustar�a que se conociera el actual joyero de Marina Doria, la viuda de V�ctor Manuel. Al menos, hay constancia de que mantiene dos piezas de infarto: la tiara de diamantes y perlas de Musy para la reina Margarita de Saboya que Marina luci� en la boda de Federico y Mary Donaldson de Dinamarca. Y la fabulosa tiara de topacios y diamantes que us� Isabel de Sajonia en su boda con Fernando de Saboya y que acab� heredando su hija, la reina Margarita, y que fue la que luci� la actriz francesa Clotilde Courau en su boda en Roma en 2003 con el pr�ncipe Filiberto.

Veremos si el pleito de los Saboya a la Rep�blica italiana arroja m�s luz sobre el misterio del joyero m�s envidiado de la historia mon�rquica moderna.