La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño ha decidido tomarse a cachondeo las preguntas en la sesión de control de gobierno, planteadas por el Partido Popular sobre sus propuestas, ante una postura enrocada por parte de la oposición que cuesta comprender.

“¿Las propuestas del Partido popular,? ¿qué…la carátula con unos folios en blanco que presentó el señor Feijóo hace una semana?… ¿el corta pega que han presentado este lunes?,. Pero si todas sus propuestas son medidas que ya están en marcha y otras que hemos descartado porque son inviables o inapropiadas, o propuestas que estamos encantados de debatir, pero que no garantizan que usted vayan a votar a favor”, preguntaba de forma retórica y afirmaba Calviño.

El único problema de hacer bromas en política sobre las propuestas o no propuestas de la oposición es que sólo agradan a los de tu bancada en principio y pueden ofender a los votantes indecisos.

Pero no cabe duda que el humor es importante a la hora de trasladar un mensaje político. Algunos dirán que ahora no es momento de bromas. Pero muchas personas compartiendo sus recuerdos sobre cómo salir de situaciones difíciles, insisten en la importancia del sentido del humor para superar casi cualquier cosa.

Ahora en la sociedad hay una gran demanda de políticos serios y, en respuesta, ha aparecido una masa de personas que se prueban a sí mismas en esta hipóstasis, que representan tensamente una justa indignación.

Ni siquiera intentan bromear, porque saben que la risa insincera suena especialmente falsa. Sin embargo, los expertos dicen que a veces ocurren ‘milagros’ y los actores políticos más talentosos se acostumbran a su papel hasta identificarlos por completo e integrar el humor en sus discursos, algo que Nadia Calviño parece hacer muy bien.

Eso sí, es importante que el humor sea apropiado y relacionado con el tema de su discurso. No hay nada peor que comenzar una reunión con una broma inapropiada, tratando de romper el hielo.

Hay que recordar que la gente presta más atención a los oradores ingeniosos y el humor mejora la percepción de la información.También es una especie de seguro contra una reacción negativa. Una respuesta positiva a una broma anima a otros miembros del equipo a bromear también, acelerando el proceso de socialización.

El humor facilita la interpretación general de los eventos, enfatiza el entendimiento entre los miembros del equipo y crea un sentido de igualdad. Una broma puede iniciar una cadena de comentarios ingeniosos sobre una situación, dando a los participantes un sentido de unidad y camaradería como equipo.

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