La increíble fortuna de la monarquía de Liechtenstein, un país diminuto
Hans-Adam II de Liechtenstein es el actual soberano del país que se encuentra en Europa. Es un país del tamaño de Manhattan, pero muy poderoso y rico.
Liechtenstein es un país muy pequeño con 11 comunidades, que se encuentra entre Suiza y Austria, y cuya capital es Vaduz, aunque la ciudad más poblada es Schaan. Pero además, alberga una monarquía muy poderosa y millonaria, de la que poco se sabe pero que se encuentra allí desde hace cientos de años.
Se trata de la dinastía Liechtenstein, un principado que funciona igual que el resto de los países: cuando el rey muere, hereda el trono su hijo mayor y así de generación en generación. El origen de la familia proviene del Castillo de Liechtenstein en la Baja Austria y data del 1600, desde entonces se mantiene vigente.
El soberano reinante de la actualidad es Hans-Adam II de Liechtenstein, quien nació en 1945 en Zürich, Suiza, como el hijo mayor del príncipe Francisco José II de Liechtenstein y de la condesa Georgine Norberte de Wilczek. Cuando lo bautizaron, su padrino fue el papa Pio XII y al nacer como heredero al trono tuvo una educación estricta.
Estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de San Galo, Suiza, y tiene un gran dominio de idiomas, principalmente alemán, inglés, francés y español. Mientras cursaba sus estudios comenzó una relación con la condesa Marie Aglaë Kinsky von Wchinitz und Tettau, 5 años mayor que él, con quien se casó en la Iglesia Parroquial de San Florián, en Vaduz en 1967.
Hans-Adam II de Liechtenstein y la condesa Marie tuvieron 4 hijos, Luis, Maximiliano, Constantino y Tatiana, quienes son muy unidos y suelen frecuentar actos públicos juntos. De todos ellos, el heredero al trono es Luis de Liechtenstein y, a su vez, el futuro heredero al trono es su hijo mayor José de Liechtenstein, que tiene 27 años.
En 2004, Hans-Adam II de Liechtenstein decidió pasarle responsabilidad a Luis de Liechtenstein para que comience a tomar decisiones diarias de la monarquía y de esta manera prepararlo para la transición. Sin embargo, Hans-Adam II continúa siendo el jefe de Estado a sus 77 años y mantiene cerca a Luis y José para que aprendan de cara al futuro.
Si bien la monarquía de Liechtenstein es pequeña, tienen una enorme fortuna de €4.000 millones de euros, además de bienes muy lujosos. También cuentan con un extraordinario poder en su país, al punto de elegir jueces a dedo, vetar leyes y dirigen el conglomerado LiechtensteinGlobal Trust, que cuenta con un grupo bancario, activos financieros y otro tipo de empresas.
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