Así terminó sus días Agustín de Iturbide: el trágico destino del primer emperador de México - Infobae

Así terminó sus días Agustín de Iturbide: el trágico destino del primer emperador de México

A través de la mirada de un conservador como José Joaquín Pesado, se puede conocer cómo fueron los últimos días de Iturbide desde el exilio hasta el fusilamiento

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El 30 de marzo de 1823 se registró el exilio de Iturbide desde el Puerto de Veracruz con destino a Lionar, Italia (Foto: Casaimperial.org)
El 30 de marzo de 1823 se registró el exilio de Iturbide desde el Puerto de Veracruz con destino a Lionar, Italia (Foto: Casaimperial.org)

El 30 de marzo de 1823 se registró el exilio de Agustín de Iturbide del territorio mexicano rumbo a Liorna, Italia, esto como un medida de defensa hacia su persona y su familia ante el levantamiento en armas de Antonio López de Santa Anna y la promulgación en 1822 del Plan de Casa Mata.

Días antes, Iturbide había abdicado al trono ante el Congreso Mexicano. Éste no admitió que México se quedara sin gobernante, así que decidieron condenarlo al destierro perpetuo con una pensión vitalicia de 25 mil pesos anuales.

Previo a dejar la titularidad del Imperio Mexicano y junto con el congreso, se declararon nulos el Plan de Iguala y los tratados de Córdoba, esto con el fin de permitir que México se constituyera políticamente como mejor le pareciera a los intereses de la nación, esto de acuerdo a José Joaquín Pesado, periodista mexicano de la época.

Portada de El libertador D. Agustín de Iturbide, libro de José Joaquín Pesado (captura de pantalla de El COLMEX).
Portada de El libertador D. Agustín de Iturbide, libro de José Joaquín Pesado (captura de pantalla de El COLMEX).

En su libro “El libertador D. Agustín de Iturbide”, Joaquín Pesado afirmó que la decisión de salir del país se tomó en conjunto con Pedro del Paso y Troncoso y de su hermana Victoria, quienes le anunciaron la serie de revoluciones que se estaban planeando contra él y cualquiera que quisiera el regreso del reinado de España.

En su viaje se embarcó en una antigua fragata, Rowlins, con dirección a Italia. Estaba acompañado por su esposa, sus ocho hijos, su sobrino, dos eclesiásticos, su secretario personal y su servidumbre.

Desembarcó en Italia el 2 de agosto de 1823; sin embargo, él y sus acompañantes tuvieron que cumplir cuarentena obligatoria y pudieron salir hasta el mes de septiembre.

El Congreso Mexicano le otorgó una pensión vitalicia a Iturbide para que se exiliara (Foto: Casaimperial.org).
El Congreso Mexicano le otorgó una pensión vitalicia a Iturbide para que se exiliara (Foto: Casaimperial.org).

No obstante, las cosas no fueron nada fáciles en ese país, pues sólo se le otorgó seguridad durante un mes ya que, según el periodista Pesado, en Europa “no fue bien vista la Revolución Hispano-Americana”.

El exilio en Europa de Iturbide no duró mucho tiempo, pues entre sus constantes mudanzas de Florencia a Londres, pudo conocer los planes de reconquista sobre México que tenía España. A la par de recibir noticias a través de cartas que “pintaban a la república en un estado de anarquía”.

Con esta información y aconsejado por algunas personas que querían una monarquía en América, decidió volver a México un año más tarde. Se embarcó en Londres el 4 de mayo de 1824, junto con algunos miembros de su familia, rumbo a la bahía de San Bernardo, Texas, misma a la que arribó el 27 de junio.

Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria se levantaron en armas contra Iturbide (Foto: especial).
Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria se levantaron en armas contra Iturbide (Foto: especial).

Pasó días en Texas planeando su entrada a México, quería hacer creer que él prestaba sus servicios a la patria para evitar que se siguieran creando conflictos y evitar una reconquista por parte de España; sin embargo, esto no funcionó y fue arrestado el 16 de julio en Tamaulipas.

Tres días después, el 19 de julio de 1824, fue fusilado en Padilla, Tamaulipas, por órdenes del congreso local que ordenó cumplir el decreto de fusilar al traidor Agustín de Iturbide.

El periodista José Joaquín Pesado plasmó en su libro las últimas palabras que se registraron del que fuera emperador de México, en las que afirma se puede observar “los sentimientos dominantes en el corazón de Iturbide: la religión, la patria y el honor”.

“¡Mexicanos! en el acto mismo de mi muerte, os recomiendo el amor a la patria y observancia de nuestra santa religión, ella es quien nos ha de conducir a la gloria. Muero por haber venido a ayudaros, y muero gustoso, porque muerto entre vosotros: muero con honor, no como traidor. No quedará a mis hijos y su posteridad esta mancha: no soy traidor, no. Guardad subordinación y prestad obediencia a vuestro jefes, que hacer lo que ellos os manden es cumplir con dios. No digo esto lleno de vanidad porque estoy muy distante de tenerla”.

Un año duró el Imperio Mexicano antes de que Iturbide abdicara al trono (Foto: Wikipedia).
Un año duró el Imperio Mexicano antes de que Iturbide abdicara al trono (Foto: Wikipedia).

José Joaquín Pesado Pérez, no sólo se desempeñó como escritor y periodista, también formó parte del Partido Conservador de México, con el cual fue gobernador de Veracruz, ministro del Interior de México, ministro de Relaciones Exteriores de México y secretario de Relaciones Exteriores, Gobernación y Policía.

Se dice que sus obras formaron parte de la herencia conservadora del México post independencia, en especial para modificar la percepción de figuras como Iturbide o la herencia española en el país.

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