Biografia de José Calvo Sotelo

José Calvo Sotelo

(Tui, 1893 - Madrid, 1936) Pol�tico ultraderechista espa�ol cuyo asesinato precipit� la sublevaci�n militar y la Guerra Civil espa�ola (1936-1939). Hermano mayor del futuro dramaturgo Joaquín Calvo Sotelo, Jos� Calvo Sotelo estudi� derecho en Zaragoza y Madrid y se doctor� con premio extraordinario en la universidad madrile�a, por lo que ingres� pronto (en 1916) en el Cuerpo de Abogados del Estado. Inici� su actividad pol�tica dentro del partido de Antonio Maura. Su primera obra escrita fue, precisamente, El proletariado ante el socialismo y el maurismo (1917).

Ya antes, en el a�o 1915, fue nombrado secretario de la Secci�n de Ciencias Pol�ticas y Morales del Ateneo de Madrid, cargo que le proporcion� la oportunidad de contactar con lo m�s granado de la intelectualidad del momento, sobre todo con los �ltimos ep�gonos del krausismo, y le permiti� imbuirse de las propuestas que �stos pregonaban sobre la necesaria reforma del sistema liberal, si bien Calvo Sotelo readapt� esa reforma dot�ndola de un profundo car�cter autoritario que se reflej� en su segunda obra, La doctrina del abuso del derecho subjetivo (1917).


José Calvo Sotelo

En 1919 José Calvo Sotelo consigui� su primer acta de diputado a Cortes, representando al distrito de O Carballi�o, dentro de las filas del partido de Antonio Maura. En 1921 el gobierno de Maura lo nombr� gobernador civil de Orense, lo que inici� su arraigo con dicha provincia y con sus prohombres pol�ticos. Seguidamente pas� a ocupar el mismo cargo en Valencia.

Pero la carrera pol�tica de Calvo Sotelo no alcanz� relevancia hasta el advenimiento de la Dictadura del general Primo de Rivera (1923-29), siempre sin romper con el "maurismo", y guardando ciertas distancias con el antiparlamentarismo de Primo de Rivera. Calvo Sotelo se propuso colaborar con el r�gimen y as� llevar a cabo las reformas del Estado que �l consideraba necesarias. Fue puesto al frente de la Direcci�n General de la Administraci�n, donde se propuso solucionar los problemas que embargaban a la administraci�n local y provincial, las cuales se debat�an entre la impotencia econ�mica y el caciquismo heredado desde los tiempos de la restauraci�n de Cánovas del Castillo.

Sus intenciones reformistas las realiz� con la promulgaci�n de los Estatutos Municipales (Decreto-Ley del 8 de marzo del a�o 1924), y los Estatutos Provinciales (Real Decreto del 20 de marzo del a�o 1925), en un intento de fortalecer los poderes locales, a la vez que tambi�n �stos eran controlados por el Estado. Por medio de este �ltimo decreto, la provincia qued� marcada como la jurisdicci�n dominante sobre los municipios inscritos en ella.

El proceso de reforma se ampli� con la introducci�n del sistema de Mancomunidades regionales en Galicia y en el Pa�s Valenciano, regiones �stas que �l conoc�a muy bien por su pr�ctica pol�tica. Este proyecto choc� enseguida con la resistencia pertinaz de las oligarqu�as locales, perfectamente adaptadas al �mbito provincial, por lo que el proyecto no se pudo llevar a cabo. Otra medida adoptada por Calvo Sotelo fue la remodelaci�n de los gobernadores civiles y la creaci�n del delegado gubernativo, con resultados pol�ticos no siempre satisfactorios.

En el a�o 1925 fue nombrado ministro de Hacienda por el general Primo de Rivera, cargo que ocup� hasta el a�o 1929. Durante este per�odo pretendi� realizar la reforma del sistema econ�mico espa�ol, tratando de incorporar las nuevas pautas mundiales, mediante la superaci�n del liberalismo cl�sico y la creaci�n de un aparato de Estado intervencionista. Sus decisiones m�s importantes dentro de este ministerio fueron la creaci�n del Monopolio de Petr�leo (CAMPSA); la creaci�n de los Bancos de Cr�dito Local, Exterior de Espa�a e Hipotecario; la nacionalizaci�n de varias empresas; la promulgaci�n de la Ley de Contrabando y Defraudaci�n; y el intento de reforzar la inspecci�n tributaria.

Su pol�tica econ�mica al frente del ministerio de Hacienda fue altamente contestada por la oposici�n, as� como por las clases sociales olig�rquicas, ya que la ve�an excesivamente intervencionista. Por todo ello, cuando cay� la Dictadura a finales del a�o 1929, Calvo Sotelo no tuvo m�s remedio que dimitir. No obstante, continu� su actividad pol�tica y durante el gobierno provisional de Dámaso Berenguer intentó crear un partido, la Uni�n Mon�rquica Nacional, con la finalidad de agrupar a todos los mon�rquicos comprometidos con el anterior gobierno. La proclamaci�n, el 14 de abril del a�o 1931, de la II Rep�blica espa�ola le impidi� seguir adelante con su proyecto, oblig�ndole la nueva situaci�n pol�tica (totalmente en contra de su persona y de su pasado con Primo de Rivera) a exiliarse, primero en Lisboa y posteriormente en Par�s (1931-34).

Durante su estancia en Francia, Calvo Sotelo entr� en contacto con ide�logos del autoritarismo nacionalista mon�rquico franc�s como Charles Maurras, lo que result� en una evoluci�n pol�tica hacia posturas cada vez m�s extremistas de tipo fascista-corporativista. Por otra parte, el exilio le proporcion� la ocasi�n de escribir sus ideas pol�ticas y de exculparse de las acusaciones que se le hac�an en los c�rculos pol�ticos espa�oles. De su pluma salieron las obras En defensa propia (1932), Las responsabilidades pol�ticas de la Dictadura: un proceso hist�rico (1933) y La voz de un perseguido (1933).

En las Cortes Constituyentes fue elegido diputado por Orense, pero, dada su situaci�n de exiliado pol�tico, se le impidi� hacer acto de posesi�n formal del Acta de diputado. En las elecciones para la primera legislatura, celebradas en noviembre del a�o 1933, sali� elegido diputado con dos Actas, por Orense y La Coru�a, representando al partido Renovaci�n Espa�ola. Finalmente, el 4 de mayo del a�o 1934, regres� del exilio en virtud de la amnist�a decretada por el gobierno republicano derechista de Alejandro Lerroux y de José María Gil Robles, lo que le posibilit� acceder a su puesto de diputado por Orense y reanudar su actividad pol�tica.

A su vuelta del exilio y con ideas nuevas, se propuso llevar a cabo la creaci�n de un amplio grupo pol�tico, afecto a la monarqu�a, de car�cter renovado, en funci�n de sus nuevas orientaciones y contactos con el autoritarismo franc�s y el fascismo de Mussolini, que aglutinase a todos aquellos grupos y sectores contrarios al r�gimen democr�tico y republicano imperante. La idea cristaliz� con la creaci�n del partido Bloque Nacional, dispuesto a unir los esfuerzos de todos esos grupos para la instauraci�n de una monarqu�a totalitaria.

Para Calvo Sotelo, la monarqu�a tan s�lo era un instrumento �til para poder superar el sistema liberal y parlamentario (corrupto bajo su punto de vista), y as� proceder a la creaci�n de un poder ejecutivo fuerte y estatizante, al igual que el modelo italiano. Sobre la base de tales argumentos pol�ticos gir� el discurso que pronunci� en la Academia de la Jurisprudencia y Legislaci�n el 20 de noviembre del a�o 1935, con el significativo t�tulo de El capitalismo contempor�neo y su evoluci�n.

El Bloque Nacional de Calvo Sotelo no obtuvo los resultados esperados, ya que gran parte de su posible electorado se decidi� por apoyar al partido derechista de la C.E.D.A., presidido por Gil Robles, el cual ten�a mayores posibilidades de �xito. Calvo Sotelo intent� ingresar en el partido Falange Espa�ola, de Jos� Antonio Primo de Rivera, hijo del general que presidi� la Dictadura. Jos� Antonio se neg� en redondo debido a las insalvables diferencias personales e ideol�gicas habidas entre ambos dirigentes.

Con la victoria, en febrero del a�o 1936, de las fuerzas de izquierdas coaligadas en el Frente Popular, Calvo Sotelo fue elegido diputado por Orense, con un Acta de diputado protestada por el Frente Popular Local, aunque luego fue aprobada por la mayor�a de izquierdas de la C�mara, puesto que ve�an imprescindible la presencia de Calvo Sotelo en el Parlamento como interlocutor v�lido. Todos estos reveses pol�ticos inclinaron a Calvo Sotelo a adoptar una pol�tica decididamente conspiradora, radical y antirrepublicana. Desde su esca�o protagoniz� diversos incidentes que le hicieron ganarse la hostilidad de las fuerzas izquierdistas, destac�ndose sus continuos enfrentamientos con Santiago Casares Quiroga. Calvo Sotelo se convirti� en el portavoz del ultraderechismo de la C�mara, posici�n �sta que compatibilizaba con todo tipo de actividades antirrepublicanas fuera del Parlamento.

En la madrugada del d�a 12 al 13 de julio del a�o 1936, Calvo Sotelo fue sacado de su domicilio mediante enga�o y asesinado en una camioneta de la Guardia de Asalto. Fue su muerte la que precipit� y dio argumentos a la rebeli�n militar que desde meses atrás se venía fraguando entre militares como Emilio Mola, Manuel Goded, José Enrique Varela, Francisco Franco, Joaquín Fanjul o José Sanjurjo. La muerte de Calvo Sotelo fue considerada por los sublevados como la gota de agua que colmaba el vaso de la paciencia patri�tica. Calvo Sotelo fue declarado por los golpistas el primer m�rtir de la cruzada contra los "enemigos de la patria".

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].