El príncipe Jorge de Cambridge, en mitad de un conflicto internacional por culpa de un fósil

El príncipe Jorge de Cambridge, en mitad de un conflicto internacional por culpa de un fósil

El príncipe Jorge, hijo mayor de los duques de Cambridge.
El príncipe Jorge, hijo mayor de los duques de Cambridge.
EFE
El príncipe Jorge, hijo mayor de los duques de Cambridge.

Imagina que apenas tienes 7 años y ya eres el centro de un conflicto entre países por culpa del típico fósil de un animal prehistórico de millones de años que tienes entre las manos. Pues eso, lo más normal del mundo si eres el príncipe Jorge, el hijo mayor de los duques de Cambridge.

Todo empezó hace apenas unos días, cuando el príncipe Guillermo y Kate Middleton, junto con sus pequeños (aparte del pequeño George tienen a Charlotte y Louis, de 5 y 2 años respectivamente), recibieron al científico David Attenborough.

A sus 94 años, Attenborough es un naturalista, historiador, escritor y divulgador, además de presentador de televisión británico, que está reconocido como uno de los más famosos de todo el mundo (no por nada le ha birlado a Jennifer Aniston su récord de mayor número de seguidores en sus primeras 24 horas en Instagram, dado que está promocionando su nueva serie documental en Netflix, A life in our planet).

Pues incombustible como es, el científico se personó en el palacio de Kensington, sabiendo de antemano la admiración que profesan por su trabajo la familia al completo. Así que llevaba un pequeño obsequio consigo que le regaló al más joven heredero al trono.

Se trataba nada más y nada menos que de un diente de megalodón, una especie extinta de tiburón gigante (tres veces un tiburón blanco: alrededor de 16 metros, cuatro y medio solo de cabeza, uno y medio de aleta dorsal), de más de 23 millones de años.

La reliquia no es solo antiquísima y tiene algo de ironía (megalodón significa literalmente "diente grande"), sino que ha generado una trifulca entre Reino Unido y el país en el que el naturalista encontró la reliquia durante la década de los 60: Malta.

José Herrera, el ministro de cultura de la isla mediterránea, consideró casi una especie de insulto que el fósil de sus costas acabase en las manos de un niño y no en un museo maltés, por lo que se propuso recuperarlo a toda costa para su país.

"Hay algunos objetos que son importantes para el patrimonio natural de Malta y que terminaron en el extranjero. Merecen ser recuperados. Una ley del 2002 define a los fósiles como objetos de importancia geológica", aseguró Herrera, algo que en redes sociales se acentuó por la "costumbre histórica" de los británicos de "expoliar" los países a los que llegan.

Claro que los ingleses son más y rápidamente las tornas cambiaron en las redes y no solo criticaron a Herrera por no centrarse en "lo importante", la corrupción de su país, sino porque el hallazgo de Attenborough en Malta se dio más de 30 años antes de la ley de 2002, así que ni aún con carácter retroactivo parece que fuera posible su devolución.

Esto ha hecho que José Herrera recule y agache la cabeza, asegurando que en ese caso espera que el primogénito de Guillermo y Kate disfrute del diente de megalodón: "El ministro no tiene ninguna duda de que el joven príncipe se convertirá en un gran admirador de la rica historia natural de Malta".

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