Jorge VI, un rey tartamudo que tuvo pánico escénico y lo superó

Si los conceptos de "rey" y "pánico escénico" no te parecen compatibles, estás muy equivocada pues ocurrió una vez en la historia. El padre de la actual monarca británica, Jorge VI, fue un soberano tímido, que sufría de pánico al hablar en público y además un problema en el habla. Fue un personaje que se superó a sí mismo y sus temores, mientras se desempeñaba también como rey de Inglaterra.

Resulta que el padre de la reina Isabel II no podía pronunciar la letra k, lo que realmente le representaba un problema, pues la palabra rey en inglés se dice "king". Cuando se tenía que referir a sí mismo en un discurso, Jorge VI entraba en miedo y era incapaz de continuar hablando. Esas crisis al hablar en público le ocasionaban un tartamudeo que resultaba incómodo de ver y escuchar.

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 Esto no podía pasarle a un soberano del Reino Unido, sobre todo después de que su ascenso al trono se diera en un contexto bastante controversial, luego de que su hermano mayor, Eduardo VIII, abdicara al puesto de monarca para poder casarse con la que decía era el amor de su vida, la estadounidense Wallis Simpson, divorciada en dos ocasiones. 

'Bertie', como era apodado el duque de York de ese entonces, realmente no estaba destinado a convertirse en rey algún día, lo que hizo que los miembros del Palacio nunca se preocuparan por su problema de tartamudeo o intentaran solucionarlo. Sin embargo, el destino cambió todo y tenían que hacer algo rápido para que el nuevo monarca hablara con fluidez. 

Entonces, la nueva reina consorte Isabel, quien después sería conocida como la Reina Madre, recurrió a un tratamiento especial para ayudar a su marido. Se trató de la 'logopedia', una disciplina que se encarga del estudio, detección, evaluación y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, así como de las funciones del cuerpo relacionadas con esta, como la deglución. 

Jorge VI subió al trono en 1936, un momento en la historia conocido como 'entreguerras', por lo que Inglaterra necesitaba un soberano fuerte y un líder de esa magnitud no podía tartamudear y sentir pánico al hablar en público, sobre todo con los hechos que iniciaron en 1939, con la Segunda Guerra Mundial. Tenía que darle seguridad y confianza a su pueblo. 

La logopedia en esos años estaba tomando fuerza y popularidad como un tratamiento eficaz para el lenguaje. Realmente, la historia de vida del padre de las princesas Isabel y Margarita del Reino Unido no lo ayudaban mucho. Su infancia estuvo llena de inseguridades y poco afecto, además de que era zurdo, lo que era mal visto en entonces, sobre todo en un miembro de la Familia Real. 

Fue su esposa, la reina Isabel, un verdadero apoyo para él en su papel de monarca y siempre estuvo a su lado, como una mujer firme y de carácter decidido. Juntos formaron una familia fuerte y agradable de ver, hasta el fallecimiento del rey Jorge VI a una edad joven. Luego de este suceso, Isabel Bowes-Lyon y sus dos hijas se mantuvieron unidas, y la consorte luego apoyó a su hija en su papel como la reina Isabel II.

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Pero mientras pudo y con la ayuda de la logopedia, hizo que su esposo, el recordado rey Jorge VI de Inglaterra, mejorara mucho su confianza y luego de sesiones largas y arduas, logró presentar discursos mejores, más fluidos y sin trabarse, aunque realmente nunca dejó de ser tartamudo.