Mucho revuelo generó en la farándula beisbolera la posibilidad de que el nombre del cerrador cubano Aroldis Chapman apareciera en el roster preliminar de la selección que Reino Unido llevaría al V Clásico Mundial.
La noticia, publicada en redes sociales por el reconocido “insider” Yordano Carmona, hizo alzar la ceja a más de uno, incapaz de asociar al “Misil Cubano” con la bruma londinense, las intrigas de Buckingham, los “hooligans” cereveceros…
El salto de Cayo Mambí al Tamesis, salvando los muchos montículos escalados y dominados por Aroldis Chapman, quedará de momento para la anécdota de lo que pudo ser y no fue, y el propio zurdo se lo confirmó a Carmona en una entrevista que le hiciera junto al periodista Jorge Ebro, en la que le preguntaron por lo claro qué tan ciertos eran los rumores que lo ubicaban en la novena británica.
“Me llamaron, pero nada”, contestó Aroldis Chapman.
Buena falta les habría hecho a los súbditos de Charles un brazo que aún carga dinamita en sus disparos, con todo y que el pasado no fue su mejor año en la Gran Carpa. Con la sagrada franela de los Yankees de New York, Chapman tuvo una nefasta efectividad de 4.46, con solo nueve salvados, luego de una década promediando más de 30 cierres efectivos, con un título de Serie Mundial incluido, y varios de los lanzamientos más veloces en la historia de la MLB.
¿En virtud de qué jugaría Aroldis con la selección británica al Clásico? Ninguna de las páginas y perfiles del béisbol en el Reino Unido lo mencionaban siquiera, y el paso del cubano por el Viejo Continente lo ubicó un tiempo en Andorra, que solo se parece a Gran Bretaña en que no pertenecen a la Unión Europea como bloque. Pero no, por ahí no parecía venir el asunto: las raíces, según varios entusiastas, había que buscarla en los ancestros del cubano.
A juzgar por su apellido, los antepasados de Chapman llegaron al oriente de Cuba desde Jamaica, país que tuvo a Londres como metrópoli recién hasta 1962, y que aún es parte de la Mancomunidad Británica. Si así fuera, salvo que el cubano tuviera sus trámites de nacionalización listos o adelantados, los tiempos no parecían darle, teniendo en cuenta que el Clásico comienza en pocas semanas…
Por lo pronto, Chapman se concentra en pasar el exámen físico para hacer oficial su llegada a los Kansas City Royals, donde jugaría la próxima campaña por un salario de 3.75 millones de dólares, y compartiendo el rol de “closer” con el derecho Scott Barlow. A seguir luchando porque, como le dejó claro a Ebro y a Carmona en su charla: “no tengo nada que probar a nadie. Yo ya probé todos estos años desde mi debut en 2010. Ahora es jugar al béisbol tranquilo, recuperarme de los malos momentos que he tenido, de mi mala temporada. Más nada.” Amén…
