¿Traicionó el rey Jorge V a los Romanov? La verdad detrás de la masacre rusa que cuenta The Crown

En la última temporada de The Crown podemos ver al rey Jorge V traicionando al zar Nicolás II mientras desayuna, ¿pero qué hay de cierto en esa escena?
El zar Nicolás II de Rusia y el rey Jorge V de Reino Unido. Print Collector/Getty Images

La quinta temporada de The Crown ha sido criticada por algunas inexactitudes históricas, y tanto los críticos televisivos como los expertos en realeza han acusado a la serie de Netflix de dañar la reputación del rey Carlos III con medias verdades y falsedades. Pero hay un acontecimiento representado en la pantalla que está innegablemente basado en hechos reales: el asesinato de los Romanov, la última familia imperial de Rusia.

El sexto episodio de la última temporada de The Crown muestra cómo el rey Jorge V, abuelo de la reina y bisabuelo del rey Carlos III, en última instancia optó por no rescatar de los bolcheviques a su primo, el zar Nicolás II, lo que provocó su asesinato y el de su familia. Los primos (conocidos por albergar un parecido inquietante) estaban emparentados por vía materna: La madre de Jorge V era la princesa Alejandra de Gales, esposa del hijo mayor de la reina Victoria, Eduardo VII, y hermana de la madre de Nicolás, María de Dinamarca.

Según la versión de los hechos vista en The Crown, Jorge V y su esposa, María, tomaron la decisión de no rescatar a su familia rusa durante un desayuno en Sandringham. Las siguientes escenas muestran al zar, a la zarina y a sus cinco hijos siendo despertados de sus camas, creyendo que se les concedía una vía segura a Gran Bretaña tras abdicar del trono. No obstante, lo que sucedió es que fueron apresados y ejecutados en el sótano de una vivienda aquella madrugada de julio de 1918.

En realidad, la decisión del rey Jorge V de no procurar un salvavidas a los Romanov se tomó durante varias semanas en 1917. Su decisión inicial de rescatar a su Nicolás II fue descartada en última instancia por decisión de su "inquieto" secretario privado, Lord Stamfordham, quien expresó su preocupación de que concederle el asilo a los Romanov no haría sino alimentar el creciente movimiento republicano en el Reino Unido, según The Imperial Tea Party, el libro de Frances Welch publicado en 2018.

Los zares Nicolás y Alejandra posando con sus hijos antes de la Revolución Rusa.Buyenlarge/Getty Images

History Extra explica además el riesgo que suponía para la estabilidad británica ayudar a los Romanov: "Nicolás el sangriento, conocido por su respuesta represiva a los manifestantes pacíficos en San Petersburgo en lo que se conoce como el Domingo Sangriento de 1905, era muy denostado en Gran Bretaña, al igual que su esposa. Para colmo, Alejandra, nacida en Alemania, era una "boche". La hostilidad hacia Alemania se hallaba entonces en su punto álgido, hasta el punto de que la familia real británica cambió su nombre de Saxe-Coburg-Gotha a Windsor aquel mes de julio. El temor a perder su propio trono en un momento de gran tensión política hizo que el rey renunciara a conceder su apoyo a la iniciativa de asilarlos".

El asesinato de la familia Romanov fue especialmente brutal. No hubo piedad ni juicio alguno para los cinco hijos del zar: Olga, de 22 años, Tatiana, de 21, María, de 19, Anastasia, de 17, y Alexei, de 13, que fueron brutalmente asesinados junto a sus padres. Los guardias bolcheviques encargados de asesinar a la familia eran unos auténticos ineptos: al no ser un pelotón de fusilamiento "profesional", fueron sometidos a un frenesí de disparos de 20 minutos de duración que culminó con la muerte a bayonetazos de las víctimas que seguían vivas. Por si fuera poco, los enterraron en una fosa de poca profundidad. 

Imelda Staunton interpretando a Isabel II en The Crown.

Courtesy of Netflix

El horrible trato procurado a los menores conmovió a Jorge V, quien se refirió a ellos como "esos pobres niños inocentes" en su diario. También asistió a una misa conmemorativa celebrada en honor de su primo y su familia masacrada.

Con todo, hubo un puñado de Romanov que escaparon a tiempo de Rusia. Entre ellos, la hermana del zar, la gran duquesa Xenia Aleksandrovna y su marido, el gran duque Alejandro Mijailovich, cuya nieta, la princesa Olga (que se hace llamar Romanoff, en lugar de Romanov) reside en Reino Unido en la actualidad.

Artículo original publicado por Tatler y traducido y adaptado por Darío Gael Blanco. Accede al original aquí.

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