La monarca británica que más tiempo ha reinado

La coronación de Isabel II del Reino Unido, la reina de medio mundo

En 1952, con 25 años y tras una larga enfermedad de su padre Jorge VI, su hija mayor subió al trono como Isabel II del Reino Unido. Su coronación fue preparada durante más de un año y fue la primera en retransmitirse íntegramente por televisión.

Coronación de Isabel II

Coronación de Isabel II

Ceremonia de coronación de Isabel II en la abadía de Westminster

Foto: AP

La coronación de Isabel II como soberana del Reino Unido fue uno de los acontecimientos más mediáticos del siglo pasado: era la primera vez que se iba a retransmitir íntegramente en directo y fue preparada con sumo cuidado, siendo la primera de muchas ocasiones multitudinarias que viviría Isabel II en su largo reinado, el más longevo de la historia del país.

 

Los últimos años de Jorge VI

Como princesa, Isabel ya llevaba mucho tiempo preparándose para el destino que le esperaba, desde que su padre se convirtió en el rey Jorge VI en 1936 y ella en heredera designada: durante la Segunda Guerra Mundial empezó a ser conocida entre el pueblo, participando en programas de radio para animar a los niños que se habían refugiado fuera de Londres e ingresando en el Servicio Territorial Auxiliar, una rama femenina del ejército que se encargaba principalmente de tareas de enfermería y mecánica.

Isabel II uniforme oficial

Isabel II uniforme oficial

Isabel II, en su uniforme de oficial, durante una visita al campo donde recibió su instrucción.

Foto: AP

Pero la salud de Jorge VI empezó a empeorar después de la guerra; el rey era un fumador empedernido y desarrolló arteriosclerosis y cáncer de pulmón, que terminó con la extirpación de uno de estos órganos. A partir de 1949 delegó sus tareas oficiales en la princesa Isabel y en su marido Felipe, duque de Edimburgo, con quien se había casado en 1947.

En 1951 la salud de Jorge VI se encontraba ya muy deteriorada, hasta el punto que su mensaje de Navidad fue grabado por partes y luego editado. Aun así, el 31 de enero insistió en acompañar al aeropuerto a su hija y yerno, que partían en un viaje oficial a Kenia y Australia. Solo seis días después, la mañana del 6 de febrero, murió mientras dormía. Felipe e Isabel tuvieron que regresar desde Kenia, ella ya como reina.

Matrimonio de Isabel con Felipe, duque de Edimburgo

Matrimonio de Isabel con Felipe, duque de Edimburgo

En 1947 Isabel se casó con el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, que tras el matrimonio sería conocido como el duque de Edimburgo. Estuvieron casados durante algo más de 73 años, siendo el consorte en ejercicio más longevo de la historia del Reino Unido.

Foto: AP

El ataúd del difunto rey permaneció durante dos días en la Iglesia de Santa Magdalena en Sandringham, cerca de una de las residencias reales. El funeral de Estado se celebró el 15 de febrero, presidido por la ahora reina Isabel II, junto con su hermana la princesa Margarita y la reina madre Isabel Bowes-Lyon. Igual que sucedería con la coronación de la nueva reina, el funeral se transmitió en directo por televisión, una comodidad reciente para las clases medias gracias al abaratamiento de los aparatos.

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Preparativos para la coronación

Aunque Isabel se había convertido automáticamente en reina tras la muerte de su padre y su proclamación oficial, la coronación no se realizó hasta catorce meses después: el fallecimiento de un soberano viene seguida de un periodo de luto oficial y hasta que este no terminó no se empezó a preparar la ceremonia, aunque la muerte de Jorge VI no era del todo inesperada. La fecha fue fijada para el 2 de junio de 1953; pocos meses antes, en marzo, había muerto la reina madre María, abuela de Isabel y esposa del rey Jorge V, pero había dejado escrito en su testamento que la coronación de su hija no fuera pospuesta en caso de que ella muriese antes.

Esta iba a ser la primera vez que una coronación real se iba a retransmitir íntegramente por televisión, por deseo expreso de Isabel II (en la coronación de su padre las cámaras no entraron en la Abadía de Westminster, donde tenía lugar la ceremonia en sí), por lo que había nuevas consideraciones logísticas a tener en cuenta; además, era también la primera vez que se filmaría en color. Había mucha más gente que poseía un televisor e incluso hubo quien lo alquiló expresamente para el gran día.

La coronación de Isabel II, retransmitida por televisión

La coronación de Isabel II, retransmitida por televisión

Isabel II fue la primera monarca del Reino Unido cuya coronación se retransmitió íntegramente por televisión, incluyendo la ceremonia en la abadía de Westminster. El acceso de las clases medias a la televisión contribuyó a acercar la familia real al pueblo.

Foto: AP

Esta no era solo una gran ocasión para el Reino Unido, sino para todos los países de la Commonwealth, el organismo formado por países con lazos históricos con el antiguo Imperio Británico. Las cintas del evento fueron enviadas por avión el mismo día para ser retransmitidos en otros países como Canadá, Australia o Estados Unidos (aunque este último no es miembro). Unos 750 periodistas cubrían el evento en 39 lenguas distintas, lo que demuestra el interés mundial por la nueva reina británica.

La coronación de la nueva reina

La ceremonia empezó el 2 de junio con una procesión que incluía a varios jefes de estado y nobles tanto británicos como extranjeros, partiendo del Palacio de Buckingham y atravesando las calles de Londres hasta llegar a la abadía de Westminster, donde tendría lugar la ceremonia de coronación. La reina llegó a la abadía a las 11 de la mañana en el Gold State Coach, el carruaje de la familia real desde los tiempos de Jorge IV, en el siglo XVIII. Llevaba un vestido en el que se habían bordado los emblemas forales de los países de la Commonwealth y el Manto de Estado, la famosa capa de terciopelo y armiño.

Coronación de Isabel II

Coronación de Isabel II

La reina Isabel II con los símbolos del poder real.

Foto: AP
La coronación de Isabel II

La coronación de Isabel II

Isabel II y el duque de Edimburgo saludan al pueblo desde el balcón del Palacio de Buckingham tras la ceremonia.

Foto: AP

Tras realizar una plegaria, Isabel se sentó en el trono del altar y los obispos le entregaron los objetos religiosos (la Biblia, una patena y un cáliz) y los símbolos del poder real: la corona de San Eduardo, las espadas y cetros ceremoniales y el orbe real. El arzobispo de Canterbury le colocó la corona y la bendijo, tras lo cual recibió homenaje de sus familiares cercanos incluido su esposo. A cada paso de la ceremonia, las mismas palabras resonaban por la catedral: “¡Dios salve a la reina Isabel!” y “¡Larga vida a la reina Isabel!

Tras la ceremonia empezó la procesión de regreso al Palacio de Buckingham, más espectacular si cabe que la de ida: casi 30.000 personas formaban la comitiva, que en total se extendía por más de 3 kilómetros y tardaba 45 minutos en pasar. El recorrido pasaba por algunos de los lugares más icónicos de Londres en una ruta de 8 kilómetros y terminó con una exhibición aérea sobre Buckingham. Al llegar al palacio, como marca la tradición, la nueva reina y su consorte salieron al balcón a saludar a la multitud, como tantas veces repetirían a lo largo del que ha sido el reinado más largo de la historia del Reino Unido. Y hasta ahora, se sigue cumpliendo el deseo de “larga vida a la reina Isabel”.

YA DISPONIBLE EL NÚMERO ESPECIAL DE NATIONAL GEOGRAPHIC SOBRE LA HISTORIA DE LA REINA ISABEL II DEL REINO UNIDO

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