21 de mayo 1982. Luego días de intensos preparativos, los primeros reportes del día dan cuenta que la Task Force ha comenzado de forma oficial el desembarco en las Islas Malvinas; más precisamente en la Bahía de San Carlos, ubicada al oeste de la Isla Soledad. Desde horas de la madruga la actividad de la Fuerzas Navales, Aéreas y anfibias es frenética; mientras se reportan los primeros combates entre argentinos y británicos en tierra firme. A su vez, desde el continente la Fuerza Aérea Sur (FAS) y el Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina alistan todos sus medios disponibles para evitar que el Grupo de Tareas 317.0, elemento anfibio de las Task Force, pueda establecer cabezas de playa en los sectores designados para el desembarco de tropas. De esta forma, podemos confirmar que la Batalla de San Carlos ha comenzado.

Frente Isla Soledad: Estrecho y Bahía de San Carlos

Las operaciones de la flota británica comandada por el Contraalmirante Woodward comenzaron en horas de la madruga, como continuación de algunas maniobras de distracción llevadas a cabo en la jornada del 20 de mayo. Entre dichas acciones fueron reportados ataque con intenso fuego naval contra las posiciones argentinas en el estrecho de San Carlos, como también en ubicaciones más alejadas en Darwin y Puerto Argentino, inclusive.

En base a los reportes e informes recabados, las acciones de desembarco anfibio británicos han recibido la denominación de Operación Sutton; iniciándose aproximadamente a las 01:00 horas con el arribo de diversos medios de la Task Force y del Grupo de Tareas 317.0 al estrecho de San Carlos. Previó a estas acciones, los esfuerzos de los británicos se concentraron en detectar y localizar la presencia de minas en el estrecho y bahía.

Este heterogéneo grupo de buques estaba liderado por el LPD HMS Fearless y HMS Intepid. Entre dichas unidades se hallan también los buques logísticos de desembarco de la Real Flota Auxiliar (RFA) Sir Percibal, Sir Tristam, Sir Galahad y Sir Lancelot; a su vez fueron acompañados por los buques de apoyo logísticos Europic Ferry, Norland, Front Austin, Strommes.

Por su parte, un nutrido grupo de fragatas y destructores se posicionaron a lo largo del estrecho de San Carlos para efectuar misiones de apoyo de fuego, diversión por medio de ataques en otras localizaciones, y escolta a las unidades de desembarco, como de defensa aérea y pique de radar. La escolta del Grupo de Tareas 317.0 fue realizada por: el destructor HMS Antrim; y las fragatas HMS Ardent, HMS Argonaut, HMS Brilliant, HMS Broadsword, HMS Yarmouth y HMS Antelope.

Mapa Operación Sutton

El último componente de defensa desplegado por los británicos se componía de patrullas aérea de combate (PAC) compuestas por cazabombarderos Harrier GR.3. Esas aeronaves operaron desde el portaaviones HMS Hermes, buque insignia de la Task Force desde donde el Contraalmirante Woodward supervisaba la operación. No obstante, por el peligro que representaban de los AM-39 Exocet, la decisión de Woodward fue que el Hermes operará a un distancia mayor de seguridad. A su vez, otras unidades de la Task Force emprenderían ataques contra posiciones argentinas en diversos puntos de las Islas Malvinas, como en el caso de Puerto Argentino.

Acciones de Diversión y ataques preliminares:

A la par que la operación de desembarco británico iniciaba, fueron reportados diversos ataques contra posiciones argentinas en el archipiélago, tanto en la Isla Gran Malvina como en la Isla Soledad. En este sentido a partir de las 05:00 el radar Malvinas comenzó a detectar el aumento de actividad de las PAC de Harrier sobre el Estrecho. Esta situación sería la habitual a lo largo del 21 de mayo. Los cazabombarderos desplegados desde del HMS Hermes e HMS Invencible realizarán, además de ataques, reconocimientos sobre las islas. En uno de estos vuelos, un Harrier GR.3 de la Royal Air Force (RAF) fue derribado en Puerto Mitre (o Port Howard) por la Compañía de Comando 601 y personal del Regimiento de Infantería 5, empleando un lanzamisiles Blow Pipe. El piloto, Jeff Glover, se eyectó de su Harrier siendo capturado por fuerzas argentinas y recuperado en Puerto Yapeyú para su posterior traslado en helicóptero a un hospital para recibir atención médica.

Por el contrario, en otros de estos vuelos una PAC enemiga (Harrier GR.3) atacó con éxito las posiciones del Ejército Argentino en Monte Kent. Si bien no fueron reportadas bajas, desde el Ejército han informado la destrucción de tres helicópteros: un CH-47 Chinook (AE-521) un Puma y un Bell 212.

Las otras acciones contra posiciones en las Islas Malvinas fueron efectuadas a través de ataques con tropas comando del SAS en Darwin y Gosse Green, para evitar la posible acción de unidades de la Fuerza Aérea Argentina. Estas acciones de infiltración británicas fueron complementadas entre las 06:00 y 09:00 por cañoneo naval proveniente de la fragata HMS Ardent.

Chinook CH-47 AE-521 destruido en Monte Kent – Créditos Gustavo Malberti

Inicio del desembarco y primeros combates:  

Por medio de las fuentes consultadas, podemos indicar que las operaciones desembarco británicas comenzaron aproximadamente a las 02:30 horas con un intenso cañoneo naval sobre las posiciones argentinas ubicadas en la Altura 234 (o “Fanning Head”). En dicha localización se había apostado la Sección “Gato” del Regimiento de Infantería 25; que en los días previos se había constituido como parte del denominado Equipo de Combate Güemes. La unidad, comandada por el Subteniente Reyes, se componía de 4 oficiales y 15 soldados.

En aquellas primeras horas de operaciones recibieron el cañoneo naval de las fragatas de la Royal Navy a lo largo de tres horas, de forma discontinua. A pesar de la disparidad entre las fuerzas, los hombres del Subteniente Reyes, armados con morteros y cañones sin retroceso, comenzaron a responder el fuego contra las unidades de la Task Force. Durante las próximas horas una unidad del Special Boat Service (SBS), proveniente del HMS Antrim, atacaría la Altura 234. Aproximadamente, a las 04:00 la sección Gato inició su repliegue hacía el este, con dirección a Puerto Argentino, transportando a los heridos sin caer prisioneros.

Equipo de Combate Güemes

El objetivo del Grupo de Tareas 317.0 en aquellas primeras horas de operaciones fue el de asegurar tres cabezas de playa, a fin de iniciar en horas de la mañana la fase principal de la operación Sutton con el desembarco de tropas. Las ubicaciones seleccionadas en la Bahía de San Carlos fueron: Paya Verde (al oeste de Puerto San Carlos), Playa Azul (cercana al Establecimiento San Carlos), y Ajax Bay.

Por su parte, desde Puerto San Carlos, el resto de Equipo de Combate Güemes, comenzó a oír el fuerte cañoneo naval intentando establecer comunicaciones con la sección Gato. De esta forma, con los primeros claros de la mañana, los británicos ya habían establecido sus respectivas cabezas de playa. Esto permitió al transporte de tropas Canberra ingresar en el canal de San Carlos a las 08:10 horas para comenzar con el desembarco del grueso de las fuerzas británicas. Estos movimientos fueron detectados por el teniente primero Carlos Daniel Esteban, reportando el avance enemigo en dirección a Puerto San Carlos.

Créditos de fotografías Imperial War Museum

Aproximadamente a las 08:20 horas los británicos iniciaron el grueso del desembarco por medio del despliegue de lanchones y helicópteros de diverso tipo, entre utilitarios Sea King y de reconocimiento Gazelle. Reportada la situación, le es ordenado a Esteban el repliegue con dirección este, a fin de evitar ser cercado desde la retaguardia por medio de un asalto helitransportado británico. Para las 08:40 las primeras dos compañías británicas ingresan a Puerto San Carlos, a la par que la actividad de los helicópteros se intensifica. Uno de estos helicópteros, un Sea King, intento realizar un asalto siendo atacado por la unidad argentina por medio de fuego concentrado de fusiles provocando el derribo de la aeronave sobre las aguas del estrecho.

Durante su retirada, la unidad argentina comenzó a recibir nutrido fuego de mortero británico, mientras un helicóptero Gazelle se dirigía para efectuar su ataque. Como en el caso anterior, haciendo nuevamente fuego concentrado de fusiles, provocaron el derribo del helicóptero. Una tercera aeronave también corrió la misma suerte, mientras que una cuarta se disponía a ubicar a la unidad argentina, también siendo atacada y retirándose con daños observables.

Las acciones emprendidas por las secciones del Equipo de Combate Güemes representaron la primera resistencia al desembarco británico en el estrecho de San Carlos durante la madruga y primeras horas de la mañana del 21 de mayo. En total, la unidad argentina derribó, empleando fuego de fusiles y armas livianas, a tres helicópteros británicos, dañando dos más, sin recibir bajas. Su accionar fue vital para informar a Puerto Argentino y al Continente que los Británicos lograron efectuar exitosamente su desembarco en San Carlos iniciado una nueva fase en el conflicto por la Islas Malvinas: la guerra terrestre.

Reportados los éxitos iniciales de la Operación Sutton, desde el continente y aeródromos argentinos en las Islas Malvinas, la Fuerza Aérea Argentina y el Comando de Aviación Naval se alistaba para recibir y atacar a los invasores que buscaban restituir la condición colonial de las Islas Malvinas.

Frente: Isla Soledad – Puerto Argentino

Recibidas las novedades sobre el desembarco británico en San Carlos, desde diversos puntos sobre la Isla Soledad, comenzaron a ser realizados vuelos de reconocimiento empleando aeronaves IA-58 Pucará y Aermacchi. A su vez, las condiciones meteorológicas comenzaron a mejorar en la mañana del 21 de mayo, permitiendo un aumento en la visibilidad considerable.

De esta forma, desde la BAM Cóndor, bajo un continuo cañoneo naval, se comenzó a desplegar su dotación de IA-58 Pucará en dirección a San Carlos. En uno de estos primeros vuelos fue confirmada la presencia de lanchas de desembarco, para posteriormente ser derribada la aeronave argentina por un misil Blow Pipe. El piloto, el Capitán Jorge Benítez, lograría eyectarse logrando regresar a la BAM Cóndor en el anochecer. Confirmada la presencia británica, los siguientes vuelos de IA-58 Pucará realizaron los primeros ataques contra posiciones enemigas. Al finalizar el día, las aeronaves que no fueron derribadas fueron redesplegadas para operar desde la BAM Malvinas.

Al igual que la Fuerza Aérea Argentina, desde el Comando de Aviación Naval comenzaron a efectuar vuelos de reconocimiento armado. Los pilotos tenían como primer objetivo reportar la situación sobre San Carlos, al igual que atacar blancos de oportunidad como helicópteros británicos. En uno de estos vuelos el Teniente Owen Crippa, a los mandos de su Aermacchi, realizó un reconocimiento logrando obtener la disposición del Grupo de Tareas 317.0 fondeado en la Bahía de San Carlos. Además, efectuó un ataque contra la fragata HMS Argonaut empleando tanto sus cañones de 30mm, como con una ráfaga de cohetes. En su escape, con arrumbamiento sur, diversas unidades comenzaron a hacer fuego contra su aeronave. Crippa, efectuado diversas maniobras evasivas, mientras memorizaba y apuntaba las posiciones de los buques ingleses, logra escapar de la zona. Con su exitoso vuelo, se dirigió con rumbo a Puerto Argentino para brindar el parte de situación que seria posteriormente comunicado al continente para coordinar e iniciar las acciones aéreas ofensivas de la jornada.

Frente: Continente y acciones aéreas

Conforme las noticias del desembarco británico iban arribando desde Puerto Argentino, la Fuerza Aérea Sur (FAS) y el Comando de Aviación Naval comenzaron a alistar y coordinar los medios con los cuales buscar frustrar el establecimiento de cabezas playa en la Bahía de San Carlos.

En vista de las operaciones británicas, tanto desde la Fuerza Aérea Argentina como la Armada Argentina emplearon múltiples medios para reconocimiento y localización de unidades enemigas en la zona de operaciones. A su vez, comenzaban a despegar Hércules KC-130 para efectuar misiones de reabastecimiento en vuelo en zonas designadas en apoyo a los ataques que efectuarían los A-4 Skyhawk de la FAA y la Armada Argentina.   

A lo largo del día, la Fuerza Aérea Argentina atacaría a la Task Force apostada en el estrecho de San Carlos en cuatro oleadas consecutivas, empleando aeronaves A-4B/C y Dagger; mientras que los cazabombarderos Mirage III eran empleados en misiones de cobertura aérea y diversión. Por su parte, los A-4Q del COAN también se sumarían a la acción con ataques a objetivos de superficie.

Durante el transcurso de las operaciones los pilotos argentinos lograron atacar con éxito a seis fragatas británicas. Las cuales fueron:

  • HMS Ardent (atacada y hundida posteriormente el 22 de mayo)
  • HMS Argonaut, HMS Antrim, HMS Brilliant (averiadas de consideración)
  • HMS Broadsword y HMS Alacrity (daños menores)

En total, la Fuerza Aérea Argentina perdió en las acciones siete aeronaves (5 Dagger y 2 A-4C); mientras que la Aviación Naval de la Armada Argentina un A-4Q.

Más allá de las pérdidas materiales, la Fuerza Aérea Argentina perdió tres pilotos que ofrendaron su vida en defensa de la soberanía Nacional. Ellos son: Primer teniente Daniel Fernando Manzotti, Teniente Pedro Ignacio Bean, y Teniente Néstor Edgardo López.

El saldo final de la jornada dejo un sabor agridulce para la Argentina y el Reino Unido. La guerra de Malvinas ingresaba en una nueva fase, con el avance de las tropas británicas hacía dirección de Puerto Argentino. Para las Fuerzas Armadas Argentinas no se pudo evitar el establecimiento de las respectivas cabezas de playa en San Carlos y el desembarco de tropas, como suministros.

Sistema de misiles antiaéreos Rapier sobre las alturas de San Carlos

Por su parte, para el Reino Unido, si bien logró asegurar sus objetivos plasmados en la Operación Sutton, la situación táctica demostró la vulnerabilidad en la cual se encontraba la Task Force. En un solo día seis fragatas fueron atacadas, con una de ellas con riesgo de hundimiento (HMS Ardent), y otras que posiblemente deban ser retiradas del Teatro de Operaciones. Este hecho no es menor, ya que, sin una cobertura y defensa aérea efectiva, el ataque a Buques Logísticos y de Desembarco puede hacer peligrar a toda la Operación Corporate. Con esto presente, al final del día se han acelerado los aprestos para poner en servicio las baterías de sistemas de misiles Rapier en las alturas que rodean a la Bahía de San Carlos. Mientras tanto, los soldados y marinos británicos han renombrado al Estrecho de San Carlos con un nombre nada halagüeño para ellos: “el callejón de las bombas”.

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1 COMENTARIO

  1. Excelente trabajo el que han hecho con los reportes diarios de esos días de guerra. A veces uno recuerda los hechos por separado, no tiene una visión general de lo que pasó cada día. Con este trabajo, se puede tener una visión diaria integral.

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