CONTEMPOR�NEA

Las consecuencias de la posguerra en Europa

La lucha fraticida griega o el inicio de la Guerra Fr�a

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La confrontaci�n civil en Grecia marcar�a el verdadero punto de inflexi�n de la posguerra y el inicio de la Guerra Fr�a. El pa�s heleno hab�a pasado en los a�os treinta por sus particulares convulsiones pol�ticas, primero entre mon�rquicos y republicanos, y despu�s entre partidarios y detractores de la dictadura del general Ioannis Metaxas, un r�gimen de derechas similar al del general Franco en Espa�a.

Con la complicidad del rey Jorge II, el general Metaxas se hab�a hecho con el poder en 1935, declarando el estado de emergencia un a�o despu�s, lo que significaba de facto un golpe de Estado. En 1941, la Italia de Mussolini invadi� el pa�s por su cuenta y riesgo sin consultar con Hitler. El Duce ambicionaba una expansi�n territorial en su te�rica �rea de influencia del Mediterr�neo, pero recibi� una humillante derrota por parte del general Metaxas, que morir�a, sin embargo, poco despu�s.

Un enfurecido Hitler acab� invadiendo el pa�s al acudir en socorro de sus aliados y se estableci� un r�gimen t�tere en Atenas, al tiempo que se divid�a en zonas de ocupaci�n que entreg� a sus aliados, Italia y Bulgaria.

Como en Yugoslavia, la principal resistencia se organiz� alrededor del ELAS, brazo armado del EAM -Frente de Liberaci�n Nacional-, que hab�a fundado el partido comunista griego, el KKE. El EAM era un requerimiento de Mosc�, que siguiendo su pol�tica de formar frentes nacionales de liberaci�n s� hab�a conseguido en esta ocasi�n trasladar su autoridad, a diferencia de lo ocurrido en los Balcanes. El ELAS -Ej�rcito de Liberaci�n Popular- era la mayor fuerza de Grecia, pero a diferencia de los partisanos de Tito, tuvo que limitar su actividad a acciones de guerrilla y algunas escaramuzas en Atenas.

Adem�s, recibieron un trato muy diferente: Gran Breta�a, partidaria de la monarqu�a de Jorge II y con una tradicional influencia sobre la zona, aplic� un bloqueo mar�timo a las islas que caus� aut�nticas hambrunas. En ese per�odo el ELAS elimin� toda oposici�n no comunista -como el EDES de Napole�n Cervas- y se erigi� como la �nica fuerza de importancia del pa�s. En el plano pol�tico, y despu�s de la ya segura derrota del III Reich, Churchill anticip� los movimientos de Stalin y se mantuvo firme en cuanto a Grecia en la Conferencia de Yalta -febrero de 1945-, que definir�a la posguerra. Stalin utilizaba la baza griega como f�rmula de desbloqueo de las intensas negociaciones en torno a Polonia, pa�s con el que Gran Breta�a sent�a una deuda, pero que ocupado ya por el Ej�rcito Rojo, no ten�a buena soluci�n desde el punto de vista angloamericano.

La verdadera estrategia de Stalin era ceder en Grecia -tal y como se encargaba de recordarle a Churchill a la m�s m�nima ocasi�n-, al tiempo que impon�a su voluntad en el Este de Europa. El ELAS, que desconoc�a esta situaci�n, fracas� en su intento de hacerse con el pa�s tras la ca�da de los nazis, precisamente porque no recibieron la esperada ayuda de Mosc�.

A cambio, Gran Breta�a s� envi� fuerzas a Atenas y Sal�nica y abort� la rebeli�n. El KKE acab� aceptando, igual que los partisanos comunistas de Italia, entrar a formar parte de un r�gimen democr�tico como fuerza pol�tica nacional destacada, seg�n el acuerdo de Varkiza de febrero de 1945, y que desmantelaba el ELAS.

Los tres 'ronds' de Grecia

Era solo un par�ntesis, puesto que la inestabilidad de la restaurada monarqu�a resultante y la formaci�n de un gobierno de centro derecha sent� las bases de lo que los comunistas llamaron el "Tercer Round" de la Guerra Civil. Manten�an un apoyo popular considerable, ya que el recuerdo de la guerra a�n estaba vivo, y se alzaron a finales de 1946 para derrocar a Jorge II.

Para el a�o siguiente, dos despu�s de la derrota del Eje, la situaci�n hab�a cambiado totalmente: el nuevo gobierno de Gran Breta�a, liderado por Clement Atlee, se ve�a incapaz de seguir prestando ayuda militar y econ�mica al ej�rcito griego, como anunci� en febrero de 1947; los acuerdos de Yalta y Potsdam eran papel mojado, y la URSS y la propia Yugoslavia decidieron auxiliar -por separado- a la insurrecci�n comunista.

El levantamiento se localiz� en Macedonia donde hab�an forjado una alianza con los independentistas y se cre� un nuevo ej�rcito, el DSE -Ej�rcito Democr�tico Griego- ba jo el mando del "General" Markos Vafiadis, un veterano dirigente del ELAS. Clement Atlee alert� de la situaci�n al presidente de EE UU, Harry Truman, que solo un mes despu�s pronunci� un hist�rico discurso en el Congreso en el que establec�a los principios de la doctrina en pol�tica exterior que seguir�a EE UU durante los pr�ximos a�os, la denominada Doctrina Truman: "Prestaremos ayuda militar y de otro tipo a los pa�ses que se encuentren en peligro de una subversi�n interna o externa...".

El "Tercer Round" de los comunistas griegos finaliz� con la derrota en 1949. Fue tambi�n el primer envite entre la URSS y EE UU, saldado a favor de los �ltimos. La posguerra hab�a concluido y el mapa pol�tico de Europa se defin�a finalmente, cuatro a�os despu�s de que terminara la guerra.

Gran Breta�a abandonaba el papel de gran potencia en el escenario internacional y estallaba la Guerra Fr�a, como la defini� el periodista Walter Lippman. A miles de kil�metros, en Corea, la �ltima l�nea de avance militar contra el Eje pactada por los Aliados, amenazaba en el horizonte.

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