¿Vetados de su propio país? Miembros de la realeza que viven en exilio

Empezando con Gran Bretaña, donde existen algunos casos muy conocidos de drama real y relaciones no muy cómodas o sanas entre los miembros de la familia real, el primero que merece mención dado lo reciente que fue y el impacto que tuvo sobre el resto de la familia real, es el rey Eduardo VIII de Gran Bretaña. Eduardo abdicó al trono británico para casarse con una actriz estadounidense divorciada, a los pocos meses de obtener el trono. A pesar de su posición como rey, vivió en exilio (voluntario) y la familia real no socializó mucho con el antiguo rey.

El príncipe Harry es una de las personas mejor conocidas en el mundo de la realeza y junto a su esposa Meghan, han logrado captar la atención de varios medios de atención a los que antes no se había logrado un gran impacto – por desgracia, lo han hecho para mal.
Harry siempre fue un individuo extrovertido, según sus narraciones en su libro ‘Spare’, junto con los reportes a lo largo de los años, desde problemas con drogas, vestirse como nazi, relaciones íntimas en público hasta su famosa “salida” de la familia real. El príncipe, quien aún conserva su título, junto con su esposa, la duquesa Meghan, han vivido en EE. UU. por casi dos años, y aunque fue invitado a la coronación y aún puede visitar el Reino Unido, su visita más reciente por un caso legal muestra que la familia real no tiene tiempo para él, y está efectivamente excluido indirectamente de la familia.

A diferencia del príncipe Harry, el príncipe Andrés fue excluido de forma pública por tanto la familia real como la reina Isabel. Después de su asociación con el difunto multimillonario y depredador sexual Jeffrey Epstein, varios en la familia real y el público se sintieron muy incómodos con su papel e influencia en la familia real, particularmente Carlos y Guillermo, por lo que resignó a su puesto y ha sido excluido de eventos reales y forzado a mantener cierta distancia en los eventos que sí puede asistir.

El rey Carlos I de España fue uno de los reyes más queridos en el país por la mayor parte de su reinado, pues hizo cambios importantes tanto en la monarquía como en el país. Sin duda fue un hombre muy respetado, hasta que al final de su reinado, cuando Carlos planeaba retirarse del puesto y cederlo a su hijo, el actual rey Felipe, se comenzaron a descubrir aspectos desagradables del rey – particularmente que había salido a un viaje en caza de elefantes. Esto molestó al público general, quien exigió su renunciar y Carlos decidió mudarse de España, alejándose de todo deber real.

Una de las hijas del rey Carlos de España, la infanta Cristina, quien es hermana del actual rey Felipe, se casó con Iñaki Urdangarín, un antigua deportista profesional quien fue acusado de fraude fiscal utilizando una fundación, Nóos, en el 2011. Fue hallado culpable y sentenciado en el 2018 a 5 años de cárcel. Desde el 2011 esta situación dejó una marca sobre la familia real y sobre todo encima de la infanta Sofía, quien se divorció de Urdangarín, pero comparte cuatro hijos con él.

El rey Constantino II de Grecia fue forzado a huir de su propio país en 1967 después de un golpe militar el cual afectó directamente a la monarquía. En 1973 se abolió la monarquía y el rey fue destronado, por lo que se mudó de forma permanente a Inglaterra antes de volver a Grecia en el 2013 como un ciudadano común.

En otro caso de abolición de monarquía, el rey Gyanendra de Nepal tuvo apenas 7 años de reinado, de 2001 a 2008, hasta que la asamblea constituyente declaró al país una democracia. El rey tuvo que mantener un perfil bajo por un tiempo y seguramente aún debe tener cuidado de salir en público.

Finalmente, Jamshid bin Abdullah, un apellido conocido dentro de las familias reales del mediterráneo, rey de Zanzíbar, consiguió independencia para su país del Reino Unido en 1963, habiéndose convertido en rey en julio del mismo año. Pero en un giro de eventos inesperado, el rey no pudo cumplir ni un año en poder antes de ser despojado durante la revolución del país en enero de 1964.