¿Quién es Jon Stewart?

  • Carlos Chirinos
  • BBC Mundo
Jon Stewart
Pie de foto, Stewart se ha convertido en una de las voces más influyentes de la política estadounidense.

El "hombre más influyente" de Estados Unidos se ha convertido en la voz de los liberales, al menos de los que sólo tienen tiempo para ver televisión

Fuera de EE.UU. quizá pocos sepan quién es Jon Stewart. Para empezar digamos que parece ser más importante que el presidente Barack Obama, que el fundador de Microsoft Bill Gates, o que Mark Zuckerberg, uno de los creadores de la popular red social Facebook.

Al menos esa es la consideración de los lectores de AskMen.com, un sitio web de tendencias masculinas, que en su votación de este año puso a Stewart a la cabeza de los 59 hombres más influyentes en la opinión pública estadounidense.

Claro que podría debatirse el rigor estadístico de la encuesta y hasta la importancia de la publicación que la realiza. El año pasado la lista la encabezó un personaje de ficción: Don Draper, de la serie televisiva Mad Men, interpretado por el actor Jon Hamm.

El sondeo es suficientemente realista como para reflejar el desgaste de la popularidad del presidente Obama, que del número cinco de 2009 bajó al 21 este año. Y en todo caso demuestra que Stewart se ha convertido para muchos en el hombre del momento.

Dando noticias falsas

Jon Stewart, comediante, actor, escritor y presentador, de 47 años, ha logrado una gran popularidad como presentador del programa The Daily Show que se transmite todas las noches en el canal de cable Comedy Central.

El espacio se define como de "sátira política" en el que Stewart hace comentarios irónicos sobre noticias del día. Incluso tiene "reporteros" que hacen notas absurdas, a veces entrevistando burlonamente a las mismas fuentes "serias" de la información.

Stewart es un confeso "liberal", etiqueta que reciben en EE.UU. las personas con tendencias políticas de izquierda, que se ha convertido en una voz representativa para muchos ciudadanos con los que comparte ideología.

La popularidad del comediante se pondrá a prueba este sábado cuando se realice en el centro de la ciudad de Washington la llamada Manifestación para Restaurar la Cordura.

La concentración es vista por muchos como una respuesta "liberal" -medio serio, medio en broma- a la que convocó en agosto pasado, en el mismo lugar, el presentador del canal de noticias Fox, Glenn Beck, una de las estrellas preferidas en círculos conservadores.

Sirviendo la causa liberal

Pese a las simpatías liberales de Stewart, voceros cercanos a la campaña demócrata para las parlamentarias del próximo martes, dijeron a BBC Mundo que la manifestación del sábado no era útil para movilizar al electorado.

"Me habría gustado que toda esa energía se dirigiera a convencer a los votantes en el fin de semana final de la campaña", dijo a BBC Mundo un estratega demócrata que quiso mantener su nombre en reserva "por simpatías hacia Stewart".

El estratega aclaró que en su partido "no vemos a Stewart como un promotor de los demócratas" aunque reconoció que "ejerce un rol importante en movilizar la base liberal, no hay que confundirse y pensar que va a aspirar a un cargo de elección popular".

"Si yo quisiera cambiar cosas me postularía a un cargo. Nunca he considerado hacer eso y no lo haría, porque esto (comedia) es lo que hago bien. Mientras más me aleje de la comedia, menos competente me vuelvo", dijo Stewart en una reciente entrevista.

Gente sin tiempo

Si bien puede no tener aspiraciones públicas, Stewart se ha convertido en uno de los comunicadores más influyentes entre el público joven.

Esa condición parece reconocerla la Casa Blanca que incluyó una aparición del presidente Obama en la edición de este miércoles de The Daily Show, justo en la recta final de la campaña para las parlamentarias.

La estrategia demócrata busca conectarse con los cerca de dos millones de personas en EE.UU. que se estima que sintonizan religiosamente el programa todas las noches.

Quizá la idea la sacaron de la misma promoción de la Manifestación para Restaurar la Cordura que se define como "una concentración para gente que está muy ocupada para ir a concentraciones", una casilla en la que podría ubicarse la mayoría de los ciudadanos.

El propio presidente Obama reconoció que se trata de una mayoría cuando, al serle consultada su opinión sobre el evento, dijo que Stewart apuntaba "al 70% de la gente, no importa de qué afiliación política".