F�TBOL
F�tbol

Joaqu�n anuncia su retirada a los 41 a�os: "He tratado de hacer de mi f�tbol un arte"

Actualizado

El capit�n del Betis, a trav�s de un v�deo publicado en las redes sociales, dice que a final de temporada terminar� su trayectoria deportiva tras m�s de 20 a�os en activo

As� se despide Joaqu�n S�nchez como jugador del Betis/V�deo: El Mundo

�Torear es desenga�ar al toro, no enga�arlo. Burlarlo, que no es burlarse de �l�, escribi� Jos� Bergam�n. Joaqu�n S�nchez Rodr�guez ten�a por botas un capote. Quien dice hierba dice albero. En su coraz�n, una pa�olada al cielo. Se despide del f�tbol el extremo portuense. Ha estirado la vida balomp�dica como los ni�os sus veranos. Real Betis, Valencia, M�laga, Fiorentina y retorno al hogar verdiblanco. Tres Copas del Rey. 615 partidos en Liga. 41 a�os de un jugador �nico. El extremo anunci� este mi�rcoles su despedida a final de la temporada en v�deo en que que dice: "He tratado de hacer de mi f�tbol un arte".

El 26 de agosto de 2001, con Juande Ramos en el banquillo, debutaba en Primera Divisi�n. Fue en La Rosaleda. Su equipo ca�a derrotado por 3 a 2. Fue titular. Prats, Denilson, Ito y Gast�n Casas estaban por all�. Apenas dos semanas despu�s, llegaba su primer gol, frente al Espanyol. En las discotecas sonaba Dile que la quiero de David Civera. La gasolina s�per desaparec�a de las estaciones de servicio. Michael Schumacher acababa de ganar su cuarto mundial.

El joven atacante era, sobre todo, un regateador. Un desvergonzado. Encaraba, se deshac�a del rival, y centraba. Un f�tbol antiguo. Tobillos de rel�mpago y fe en los delanteros. 112 goles. 102 asistencias. M�s de cincuenta mil minutos de juego. De juego en sentido estricto. El deporte de las sonrisas imperecederas. La diversi�n pese al dolor de los m�sculos, pese a las derrotas, pese a algunas temporadas intrascendentes. Entrenadores severos y una personalidad de chacota y requiebros. Joaqu�n siempre anduvo entre los edificios con la confianza y la paciencia de un fun�mbulo. Entre dos mundos que, para �l, fueron el mismo.

Joaqu�n siempre estuvo donde quiso estar. No era de esos futbolistas mecidos por el mar que terminan hechos un gurru�o en inesperadas orillas. Sali� del equipo de su vida a ganar dinero y a disfrutar de su talento. Nunca perdi� el inter�s. Nunca se orill�. Fue constante y trabajador. Su guasa era compatible con su competitividad. No es casualidad que haya querido poner fin a su carrera futbol�stica con un v�deo ceremonioso y reivindicativo. Nada de dobles sentidos, ni de bromas. Joaqu�n quiere ser recordado como lo que es: uno de los mejores extremos derechos que ha dado el f�tbol espa�ol. Dos Mundiales despu�s, una Eurocopa, decenas de partidos europeos. Lo suyo no puede explicarse entre risas. Lo suyo ha sido algo muy serio.

Quiso dejarlo todo este pasado verano, pero la �ltima Copa del Rey le inyect� un entusiasmo �ltimo. El vestuario le quiere. �Te voy a echar de menos�, le ha escrito Borja Iglesias. Joaqu�n, m�s all� de su aportaci�n en el rect�ngulo de juego, se hab�a convertido en el sustento de un vestuario que apela a la uni�n para explicar sus �ltimos �xitos deportivos. El Real Betis de Manuel Pellegrini gira en torno a un t�tem que un par de meses ser� desmantelado. As� es el f�tbol. �El camino est� repleto de emociones. Qu� r�pido pasa el tiempo�, recita en su despedida.

Con Joaqu�n se va un h�roe antiguo. Un vestigio de otro tiempo. No es nostalgia, es s�lo el rapid�simo discurrir de las cosas. El 17 a media asta. Un adi�s alegre. Hay despedidas que se sienten llenas. Hay despedidas cargadas de futuro. El Betis echar� de menos a su �dolo, pero para eso est�n los �dolos, para dejar un hueco en el alma de la grada. Para poder decir: �Yo vi a Joaqu�n levantar la Copa en esa misma esquina�. Qu� es el f�tbol sino una galer�a de ausencias. Qu� es el f�tbol sino una espera hasta ver llegar la magia nueva.

Joaqu�n jug� hasta cuando quiso y se va a su manera. �El fin est� muy cerca, lo afrontar� serenamente...�, supongo que canturrea. El c�sped hu�rfano de sus botas. El Benito Villamar�n puesto en pie. Ni hulios, ni fiestas de Halloween, ni chistes en prime time. Lo de hoy es s�lo f�tbol; y una despedida que enluta el talento, que agosta las gradas, que celebra el esfuerzo, que acelera los recuerdos. Pronto y a la mano, que dec�a el maestro Anto�ete. Se va Joaqu�n y, con �l, un f�tbol que ya no tiene remedos. Un f�tbol perdido. Un f�tbol de extremos profundos y explosiones lentas.

Conforme a los criterios deThe Trust Project

Saber más