La hermana de Diana fue de las primeras en conocer a Archie

Lady Jane Fellowes, la tía más cercana a Harry, fue la primera Spencer en dar la bienvenida a hijo del príncipe y Meghan, cumpliendo la misión que le encomendó Diana antes de su muerte.

Lady Jane Fellowes

© Gtresonline

La princesa Diana ha estado muy presente en los prmeros días en el mundo de Archie Harrison, el hijo de Harry y Meghan Markle. Los nuevos padres han tenido en el recuerdo a la que hoy habría sido una feliz abuela de 57 años. Tanto en la primera foto del Día de la Madre del bebé -en la que Archie y Meghan aparecían con nomeolvides de fondo, una de las flores favoritas de Lady Di, con un texto que hablaba de "madres perdidas pero recordadas para siempre"-, como en uno de los primeros parientes en conocer al hio de los duques de Sussex: Lady Jane Fellowes, hermana de Diana y una de las personas más presentes en la vida de Harry.

La tía de Harry fue de las primeras invitadas a conocer a Archie, según contaba en redes Robert Jobson, el autor del más reciente documental sobre el príncipe Carlos, y uno de los que mejor conocen la relación entre los hijos de Diana y la familia Spencer. De hecho, los tres miembros más prominentes de la familia Spencer -con la que Harry comparte el característico cabello pelirrojo que tanta gracia hizo a su padre en su nacimiento- aparecían nombrados en el comunicado que los royals emitieron tras el nacimiento de Archie: "Lady Jane Fellowes, Lady Sarah McCorquodale y Earl Spencer han sido informados y están encantados con las buenas noticias".

Los tres Spencer que les quedan a Guillermo y Harry, que siempre han estado más unidos al menor -en parte por los deberes reales para los que Guillermo ha tenido que prepararse, en parte porque Harry se tomó peor que nadie la muerte de Diana-, juraron a la muerte de Diana proteger a los dos niños hasta donde les fuese posible y cumplir con la misión que su madre siempre tuvo con los dos hermanos: que pudiesen disfrutar en lo posible una vida normal. Ahora, la obsesión de Harry y Meghan por proteger la intimidad y la vida corriente de su bebé Archie -renunciando a darle un título, ocultando por primera vez en los royals el certificado de nacimiento y un largo etcétera de desviaciones de la norma- parece la continuación de esa misión que se pusieron los Spencer, con Diana a la cabeza: que los miembros de su familia puedan vivir como personas normales y no sufran en exceso la trituradora que supone la cercanía a Buckingham Palace.