COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA VISTA
SERIE DE LA ALEGORÍA DE LOS CINCO SENTIDOS, POR JAN BRUEGHEL EL VIEJO Y PETER PAUL RUBENS
Dentro de la temática de las alegorías que se exponen en el Museo Nacional del Prado, la serie que nos presentan Brueghel el Viejo y Rubens sobre los cinco sentidos sin duda es una de las más relevantes.
La vista es la primera que se realiza a nivel cronológico, fue creada en 1617; tanto esta como las restantes recogerán la precisión de Jan Brueghel el Viejo en los detalles, y la representación de las figuras por parte de Peter Paul Rubens.
CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL
Antes de pasar a desgranar plenamente la temática del cuadro, es importante conocer de dónde nace la fama de la serie y la importancia de esta colaboración, no sin antes nombrar que perteneció a los Austrias, pasando esta a ser parte de la colección real, motivo por el cual a día de hoy podemos disfrutar de su contemplación en el Prado.
Primero perteneció al duque de Neoburgo, pasando después al cardenal-infante don Fernando de Austria, y siendo entregada la serie en última instancia a Felipe IV por parte del duque de Medina de las Torres.
La pintura de gabinete flamenca desarrolla su esplendor en los Países Bajos Meridionales desde finales del siglo XVI y durante el XVII, con la tendencia del coleccionismo en auge en la zona de Flandes se popularizó la adquisición de estas obras.
Es importante destacar que este tipo pinturas, son de pequeño formato cuya finalidad es la decoración de interiores domésticos. Se trataron diversos géneros como los paisajes, bodegones, escenas de la vida cotidiana, o como es el caso: pequeñas alegorías.
Por este motivo, los artistas empezaron a especializarse para tratar estos temas, aunque también se llevaron a cabo colaboraciones. De aquí nace el por qué de que esta serie de alegorías sea compartida entre Brueghel el Viejo y Rubens.
Como he nombrado anteriormente, Brueghel el Viejo realizará los detalles de la composición en cada una de las pinturas de la serie, en su aprendizaje destaca el papel de su abuela materna, Maria Bessemers, quien se especializaría en la miniatura y pasaría este gusto a su nieto, siendo bastante visible la precisión del detalle en la pincelada de aquel a quién incluso llegaron a apodar como Brueghel “de Velours” (de terciopelo), por la delicadeza que ponía a la hora de componer sus cuadros.
Por su parte, Rubens dotará a los cuadros con sus reconocibles figuras siendo los protagonistas de La vista, Venus y Cupido, cabe destacar que estas fueron pintadas en el momento en el que Brueghel finaliza su parte.
LA ALEGORÍA Y SU TRASFONDO
La obra que hace alegoría de la visión pasa incluso a convertirse a la par en una verdadera escena de gabinete, la estancia que presiden las figuras quedará dividida en varios planos, siendo el primero el que ocupa Venus y Cupido, este aparece sujetando un cuadro.
Como la tradición pictórica marca, se plasma en estas alegorías la acción al sentido al que se hace referencia, además de recoger a su vez objetos y animales que son símbolos del sentido en cuestión –telescopios, gafas o la lámpara que quedará coronada por el águila bicéfala–, y en este caso estarán presentes, pero se variará la manera de mostrar la acción, ya que de normal se representa a la figura femenina mirándose en un espejo, pero este caso lo que hace es mirar un cuadro.
Ante la precisión del detalle, podemos distinguir que la pintura que Venus está observando es la representación de “La curación del ciego”, según el Evangelio de San Juan, Jesús realiza el milagro de devolverle la vista a un ciego de nacimiento, como veis todo está calculado.
Otro cuadro que destaca en simbología es el que encontramos a los pies de Cupido, el cual aparece mirándolo un mono tocado de gafas, donde se muestra una representación naval: según la tradición aristotélica, el agua estaba relacionada con el sentido de la vista.
Pero esta obra da mucho más de sí, podemos observar además cómo se recoge la diversidad de los géneros artísticos que estaban de moda en los Países Bajos en el siglo XVII como las escenas de caza, mitología, paisaje, escenas religiosas, y también la escultura; estas inundan la escena hasta sobrepasarla, al fondo a la derecha, la escena se abre hacia una galería que sigue recogiendo muchas más obras.
También hay un mensaje político, ya que Isabel Clara Eugenia y el archiduque Alberto aparecen representados en el cuadro que se sitúa en la mesa que está a la espalda de Venus, a la par de un retrato ecuestre del archiduque, siendo estos la figuración de la Contrarreforma en el territorio.
Y la cosa no acaba ahí, ya que también hay una manifestación de la lucha de los artistas de la época, ya que se colocan objetos relacionados con el trívium y el quadrivium en una composición que a la par es una alegoría a la creación artística, reivindicando pues el arte de la pintura equiparable a las ciencias liberales.
En último lugar quisiera destacar la contraposición que existe dentro de la pintura, debido a que lo pagano y lo cristiano aparecen bajo un mismo símbolo: la maternidad.
Venus a aparece con Cupido, pero también estará la Virgen María junto a Jesús niño en el cuadro de gran formato que aparece a la derecha también el primer plano, siendo esta representación la plasmación del amor por el prójimo que es una de las bases del cristianismo, siendo a su vez lo que Cristo lleva a cabo en el cuadro que observa Venus desde una posición melancólica.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
-VVAA. (2019). La guía del Prado. Museo Nacional del Prado.
-Néret, Gilles. (2004). Rubens. Editorial Taschen.
-Museo Nacional del Prado. (2015-2022) La vista. https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-vista/494fd4d5-16d2-4857-811b-e0b2a0eb7fc7
-Posada, Teresa. Museo Nacional del Prado, Obras comentadas 2016: Pedro Pablo Rubens y Jan Brueghel el Viejo, La vista, 1617. https://youtu.be/wBjANhKq58Y
