Recuerda, recuerda, el 5 de noviembre, traición y trama de pólvora.
Como cada 5 de noviembre en el Reino Unido se celebra «la Noche del Bonfire» (hoguera), donde se realizan todo tipo de eventos. Los más ansiados por los asistentes son los fuegos artificiales que tiñen de color la noche británica, y van acompañados por cientos de hogueras que se prenden por todo el país.
En muchas de las fogatas se suele introducir algún tipo de pelele de paja con la apariencia de Guy Fawkes. Él fue uno de los conspiradores católicos que intentó volar el Palacio de Westminster el 5 de noviembre de 1605 para matar al rey Jacobo I de Inglaterra.
Muchos británicos celebran que aquel día el plan de los conspiradores fue descubierto y no se pudo llevar a cabo, de esta forma no cambió el transcurso de su historia. Aunque para muchas personas esta noche no deja de tener un trasfondo macabro, medieval y que incita al odio, la representación de quemar la imagen de un católico en pleno siglo XXI. La polémica está servida.
No olvidemos que la imagen del rostro de Guy Fawkes fue la inspiración para crear la máscara del popular cómic «V de Vendetta» que tiempo más tarde fue llevado a la gran pantalla.
Este 2021, la mayor parte de eventos siguirán suspendidos por el covid, aunque se festejará alguno aislado como es el caso del barrio de Leith. La mayor parte de la población que celebra esta fiesta no oficial, suele disparar fuegos artificiales desde sus hogares, o a las afueras de la ciudad. Esperemos que este 2021 no se produzca ningún desastre natural como el incendio del pasado año, en el espacio natural de Arthur’s Seat en Edimburgo.
¿Pero de dónde viene esta celebración?
Antecedentes de la noche de Guy Fawkes
Enrique VIII
Nos tenemos que remontar hasta el reinado de Enrique VIII de Inglaterra si queremos comprender el trasfondo de esta fiesta.
Tras que su mujer, Catalina de Aragón, no le hubiese podido traer al mundo un heredero varón, buscó la nulidad de su matrimonio a través del Papa de Roma, Clemente VII, el cual no se la concedió por miedo a las posibles represalias del emperador Carlos V, sobrino de Catalina de Aragón.
Pero Enrique VIII no se iba a quedar cruzado de brazos, y en 1534 el Parlamento inglés aprobó el «Acta de Supremacía» con la que el rey Enrique VIII conseguiría convertirse en «suprema y única cabeza» de la iglesia de Inglaterra. De esta forma nacería la Iglesia Anglicana, y el monarca conseguiría la nulidad de su matrimonio. Ahora cualquiera que apoyara al Papa de Roma sería perseguido y ejecutado.
María I de Inglaterra (Bloody Mary)
Su hija, la reina María I de Inglaterra, tras renunciar a su título de princesa debido a la nulidad del matrimonio de sus padres, y de ver como una nueva ley situaría a su hermanastra Isabel por encima de ella en la descendencia al trono, le llevó a abolir el acta de Supremacía cuando alcanzó la corona tras la muerte de Eduardo VI, y a perseguir y a castigar a los seguidores de la iglesia anglicana, pero sobre todo a todos aquellos que habían hecho posible la invalidación del matrimonio de sus padres, incluyendo al Arzobispo de Canterbury. Esta caza de protestantes le valió para ganarse el sobrenombre de «Bloody Mary».
Ahora la protección se desligaba del lado protestante, y su matrimonio con Felipe II de España consagraba el poder de la iglesia católica sobre los protestantes en tierras inglesas.
Isabel I de Inglaterra (La Reina Virgen)
Tras la muerte de María I de Inglaterra, su hermanastra (hija de Enrique VIII y de Ana Bolena) se convertiría en la reina Isabel I de Inglaterra e Irlanda, y en 1559 devolvería el «Acta de Supremacía» que había conseguido instaurar su padre.
Ahora Isabel volvía a retomar el poder de la iglesia anglicana, y con ella llegaría toda una trama de torturas y de ejecuciones a todo aquel que no sucumbiese al credo nacional.
Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia
Tras el fallecimiento en 1603 de Isabel I de Inglaterra (la Reina Virgen) sin dejar descendencia, y después de haber sentenciado la decapitación de su prima María Estuardo (reina de Escocia y ferviente católica) a quien le hubiese correspondido la sucesión del trono de Inglaterra por parte de su padre Jacobo V, hijo de Margarita de Tudor (hermana de Enrique VIII), y que alegó en vida que Isabel era «ilegítima» por ser hija de una cortesana, ahora la corona de Inglaterra pasaba a las manos de la Casa Estuardo.
Tras la ejecución de la reina de Escocia en Inglaterra, Jacobo VI el rey de Escocia (sobrino de Isabel e hijo de María Estuardo) se convertiría en el rey «Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia». El primer monarca que gobernó ambos países.
La trama de la Pólvora
El 5 de noviembre de 1605, el rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia, desconoce que está a punto de ser asesinado.
Un pequeño grupo de 13 activistas católicos liderados por Robert Catesby, conspira matar al hijo de María Estuardo. Su antecesora la reina Isabel I de Inglaterra había perseguido a los seguidores de la iglesia romana durante 45 años, y tras la muerte de la soberana pensaron que el nuevo rey Jacobo VI, al ser hijo de madre católica terminaría con la persecución de éstos, pero no fue así, ya que no revocó la ley por la cual se perseguía a los católicos.
Los conspiradores habían alquilado una casa justo al lado de las Casas del Parlamento, para poder pasar de forma desapercibida los 36 barriles de pólvora (2500 kg de explosivos) hasta un sótano que se encontraba bajo de la Cámara de los Lores, y desde allí harían volar por los aires el Palacio de Westminster, asesinando de esta manera al rey y a todos sus mandatarios.
El 26 de octubre de 1605, William Parker, el 4º lord Monteagle, recibió una carta anónima advirtiéndole de que se mantuviera alejado del Parlamento. Tras el aviso, éste no tardaría en avisar a su majestad el rey Jacobo I.
Tras el chivatazo, la madrugada del 5 de noviembre fue descubierto en esa bodega Guy Fawkes junto a los 36 barriles de pólvora que él mismo tenía que hacer explosionar. Este plan que intentaron llevar a cabo este grupo de activistas católicos pasó a la posteridad con el nombre de “La Conspiración de la Pólvora”.
Antes de ser ejecutado en la horca, Fawkes saltó de la escalera rompiéndose el cuello con la soga y evitando así la agonía reservada para los traidores. La escena hubiese sido muy desagradable, ya que le habrían mantenido con vida mientras le cortaban los testículos, y posteriormente se los habrían quemado mientras él contemplaba la escena antes de comenzar a destriparle. Tras su muerte fue descuartizado y sus miembros los enviaron a los diferentes puntos cardinales del país.
Guy Fawkes durante los dos días que estuvo encarcelado acabó confesando su cometido, y el nombre de todos los activistas implicados entre los que se encontraban varios jesuitas reconocidos. Al final todos murieron ejecutados.
Quién fue Guy Fawkes
Era originario de Yorkshire, y tras convertirse al catolicismo cuando era joven, se dedicó a luchar como un mercenario por la causa católica.
Guy Fawkes era nacionalista inglés y odiaba la idea de una unión con los escoceses a los cuales detestaba, tras que el predicador, John Knox, hubiese implantado su credo presbiteriano como principal religión de Escocia.
Estuvo luchando junto al bando español en la guerra frente a los holandeses en Flandes (Guerra de los 80 años), y desde allí fue reclutado por otro de los conspiradores, Thomas Wintour, para que se uniese a la causa de matar a Jacobo I en Londres dada su experiencia previa en explosivos.
Guy Fawkes nunca fue el cabecilla de la trama, ese liderazgo le correspondió a Robert Catesby, él tenía que encargarse de la preparación de los explosivos y de encender la mecha, donde fue sorprendido con las manos en la masa.
El rostro de V de Vendetta
El famoso personaje V del cómic V de Vendetta, creado por Alan Moore y David LLoyd en los años 80, está basado en la historia del inglés Guy Fawkes. Este personaje ha servido para inspirar a sus autores, tanto por sus rasgos faciales como por su trama. En 2005 se realizó una producción cinematográfica de estos cómics, en la que Hugo Weaving encarnó el papel de V.
De hecho, el movimiento Anonymous se identifica con la famosa máscara de V. Tras ella se esconde una lucha por la libertad, contra las clases dominantes.
La noche del 5 de noviembre muchos celebrarán el atentado fallido contra las capas de poder de la Inglaterra del siglo XVII, recordemos que estas altas esferas oprimían a cualquiera que no siguiese su credo, y por otro lado, y posiblemente desde la clandestinidad, muchos otros lucharán por hacer caer a los opresores de la sociedad.
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