Premios: 2 Oscar (más 4 premios y 6 nominaciones) Ver más
El hombre de la calle
El vecino de al lado, el tipo gris con encanto, superado (¿o no?) por los acontecimientos. Jack Lemmon (Boston, EEUU, 1925), sucumbíó al cáncer el 27 de junio de 2001 en Los Ángeles. Nadie es perfecto. Aunque el genial actor rozó esa perfección en sus interpretaciones, dos de las cuales le dieron el Oscar. Lloran a Lemmon su segunda esposa, Felicia (en 1950 se casó con la Cynthia Stone, de la que se divorció seis años más tarde), sus dos hijos, Christopher y Courtney, y su hijastra Denise. Es de esperar que Walter Matthau, que emprendió siete meses antes el “último viaje”, le haya preparado un sitio en el paraíso.
Que deseaba ser actor, Lemmon lo vio claro muy pronto. No en vano se matriculó en arte dramático en la Universidad de Harvard. Pero llegar a la cima no fue un camino de rosas. La II Guerra Mundial le tocó en plena juventud, y una vez terminado el conflicto simultaneó el trabajo de pianista en un bar con las actuaciones radiofónicas, teatrales y televisivas. Su debut en el cine no llegó hasta 1954: Una rubia fenómeno era una deliciosa comedia de George Cukor, protagonizada por Judy Holliday. La suerte le sonrió, pues al añó siguiente ganó el Oscar por su papel cómico en Escala en Hawai, pese a que el film no es de lo mejor de John Ford. También en 1955 hace Mi hermana Elena, de Richard Quine; con él repitió en Me enamoré de una bruja (1958), La indómita y el millonario (1959), La misteriosa dama de negro (1962) y Cómo matar a la propia mujer (1965). Aunque quizá sea Billy Wilder el realizador que la memoria del cinéfilo asocia más a Lemmon, pues le dirigió en los clásicos indiscutibles Con faldas y a lo loco (1959), El apartamento (1960), Irma la dulce (1963), En bandeja de plata (1966), ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? (1972), Primera plana (1974) y Aquí un amigo (1981).
En los títulos citados Lemmon demostró una virtud nada común: la de conjugar el aspecto de un tipo corriente, e incluso vulgar, con unas dotes de comediante bien controladas, que nunca caían en el histrionismo. Era el clásico americano medio que se veía inmerso en una situación que le desbordaba. Muchas veces emparejado con Walter Matthau, con quien hizo filmes memorables. Además de tres de los dirigidos por Wilder, destacó sobre todo La extraña pareja (1968), que conoció una secuela tardía muy inferior.
Pero Lemmon supo alternar comedia y drama con pasmosa facilidad. Son inolvidables sus problemas con el alcohol en Días de vino y rosas (1962), su personaje fracasado y patético de Salvad al tigre (1973) –premiado con el Oscar–, su padre angustiado por el hijo desaparecido en Chile en Desaparecido (1982) o su modo de afrontar la crisis nuclear de El síndrome de China (1979). También se atrevió con el cine europeo en Macarrones (1984), film de Ettore Scola que le emparejó con Marcello Mastroianni; y con la dirección, en la fallida Kotch (1971), que protagonizó Matthau.
Su último papel memorable lo ofreció en Glengarry Glen Ross (Éxito a cualquier precio) (1992), adaptación de la obra teatral de David Mamet. Su vendedor de seguros que ya “no vende una escoba” movía a compasión al espectador.
Premios
Nominado a 1 premio
- Actor principal Desaparecido
Nominado a 1 premio
- Actor principal El síndrome de China
Ganador de 1 premio
- Actor principal Salvad al tigre
Nominado a 1 premio
- Actor principal Días de vino y rosas
Nominado a 1 premio
- Actor principal El apartamento
Nominado a 1 premio
- Actor principal Con faldas y a lo loco
Ganador de 1 premio
- Actor de reparto Escala en Hawai
Ganador de 1 premio
- Actor principal Desaparecido
Ganador de 1 premio
- Actor principal El síndrome de China
Ganador de 1 premio
- Oso de Plata al Mejor Actor Tributo