Historia de RUSIA: El Principado de Moscú - Iván III el Grande y Basilio III - Historipedia

Historia de RUSIA: El Principado de Moscú – Iván III el Grande y Basilio III

La siguiente historia tiene lugar entre el año 1462 y el 1547

HISTORIA DE RUSIA 5: EL PRINCIPADO DE MOSCÚ

EL PRINCIPADO DE MOSCÚ (1462-1547)

Hablemos de Iván III el Grande, uno de los monarcas más importantes de la historia de Rusia, pues sentó las bases del estado ruso. Llegó al poder en 1462 tras la muerte de su padre Basilio II el Ciego, y reinó 43 años.

Mientras que el Imperio Romano de Oriente acababa de caer bajo el poder otomano, Moscovia se hacía cada vez más fuerte a pesar de seguir técnicamente bajo el poder de los mongoles. Iván III se negó a pagarles una mierda, y estos poco pudieron hacer pues estaban debilitados y divididos.

En 1469, Iván III se casó en segundas nupcias con Sofía Paleólogo, o Zoe Paleólogo, hija de Tomás Paleólogo, el déspota de Morea, un remanente que quedaba del extinto Imperio Bizantino. Éste era el hermano de Constantino XI, el último emperador de la Roma oriental. Se cuenta que la chavala lo pasó un poco mal por pasar a vivir en Roma, una ciudad viva y bastante moderna, a Moscú, que ella veía como un pueblucho decadente, helado y aburrido.

El caso es que el matrimonio con una bizantina hizo que el príncipe ruso empezara a adoptar símbolos y ceremonias de estos griegos. Como, por ejemplo, el águila bicéfala del Imperio Bizantino.

De hecho, Iván III consideraba Moscú como la tercera Roma, y comenzó a utilizar el título de “zar”, aunque aún de forma no oficial. Término que, como ya dije, venía de “césar”. Y es que, Iván III comenzó a transformar la política de su principado en una autocracia de poder centralizado, viéndose a sí mismo como un emperador al estilo bizantino. También en estos años empezó a usarse el término “Rusia” derivado de “Rus”.

Uno de los grandes logros de Iván III fue su gran expansión territorial. Él se veía como el soberano de todas las antiguas tierras de la Rus de Kiev, y quería recuperarlas todas.

Su primera presa fue el Principado de Yaroslavl, que fue absorbido en 1463 a través de un acuerdo con su príncipe. El siguiente objetivo fue la República de Novgorod, que estaba bajo la protección de Casimiro IV, rey de Polonia y Gran Príncipe de Lituania. Esta unión entre ortodoxos y católicos no molaba nada a los moscovitas, que lo veían como una apostasía, o renuncia a su religión.

La guerra contra Nóvgorod comenzó en 1470, e Iván III tuvo dos victorias importantes al año siguiente, una en la batalla del río Shelón y otra en la batalla de Dvina. Esto fue suficiente para que los novgorodianos se rindieran, abandonaran a los polaco-lituanos y pagaran una buena indemnización de guerra.

Novgorod se convirtió así en un estado títere. No fue hasta años después, concretamente 1478, cuando las tropas de Iván III entraron a saco en el territorio y pasaron a dominarlo directamente. Con esto, los dos principales centros políticos del territorio se fusionaron en uno solo bajo el poder de un solo gobernante. Iván se quedó con las tierras conquistadas y después repartió muchas de ellas entre sus nobles más leales. El poder de estas propiedades dependía de la voluntad de Iván. Les dejaba heredar, pero siempre y cuando le pidieran permiso.

La década siguiente estuvo llena de revueltas contra el poder de Iván III, como la de Marfa Boretskaia, esposa de un alcalde o posadnik de la ciudad muerto en esos años. De ahí que la llamaran la alcaldesa. Pero bueno, fue detenida. Iván III ordenó cientos de deportaciones de familias poderosas de Nóvgorod a Moscú, para tenerles a todos bien controladitos. Y entre los rebeldes hubo varias purgas, en las que se asesinó a mucha gente.

Otros principados también acabaron integrándose en el Gran Principado de Moscú: Rostov fue comprada en 1474, Tver cayó en 1485, pasando su gobierno a manos del hijo de Iván III, Iván el Joven; y finalmente Viatka fue comprada en 1489. Incluso su hermano Yuri murió sin hijos en 1472 e Iván III se quedó con todas sus tierras.

Mientras tanto, los mongoles dirigidos por el gran kan Ahmed Kan organizó una campaña militar contra Moscovia en 1480. Ambos bandos se encontraron en riberas opuestas del río Ugrá y se miraron frente a frente. Esa fue la llamada Gran Oposición del Ugrá o Gran Encuentro. El bando ruso era liderado por Iván el Joven, que desobedeciendo a su padre, decidió permanecer allí para plantar cara a los tártaros.

Ahmed trató de cruzar el río, pero todos sus intentos fracasaron gracias a las armas de fuego que tenían los rusos. Luego hubo negociaciones y estuvieron como un mes vigilándose con una tensión de la leche. Y cuando el río se congeló y parecía que los tártaros iban a atacar… nada. Las tropas de Ahmed se retiraron para nunca más volver. ¿Por qué? No se sabe, milagro navideño, supongo. El caso es que, gracias a esto, el Gran Principado de Moscú consiguió su tan anhelada independencia después de más de 200 años de dominación mongola, y además Iván III reafirmó su supremacía sobre los demás principados rusos.

Los mongoles intentaron volver a atacar a los moscovitas, pero las tropas de Iván III derrotaron de nuevo a Ahmed y éste se tuvo que retirar de la zona. La Horda mongola se dispersó y dejó de ser una amenaza.

En 1487, Iván III luchó contra el Kanato de Kazán, y logró someterlo como vasallo. Las tornas habían cambiado, ahora ellos le pagarían impuestos a Moscú. Por el contrario, con el Kanato de Crimea o con el Imperio Otomano parece que mantuvo buenas relaciones, a pesar de que ambos eran musulmanes. Y es que le interesaba más comerciar con ellos que meterse en movidas. También se llevó bien con el pequeño reino georgiano y cristiano de Kajetia, situado en las montañas del Cáucaso.

En estos años apareció una secta conocida como la Secta de Sjariya el Judío, o Herejía de los Judaizantes. Estos tipos renunciaban a la Santísima Trinidad, al estatus divino de Jesucristo, a la inmortalidad de alma, a la jerarquía eclesiástica y algunos rechazaban hasta los iconos. Parece ser que Iván III les acogió en Moscú y crearon su comunidad tranquilos, pero según les fue conociendo mejor… el zar ya reculó y se posicionó con el clero ortodoxo. En los años siguientes se les persiguió y se les quemó en la hoguera, incluyendo a su líder, Sjariya el Judío, que fue ejecutado en 1491 en Novgorod.

Uno de los grandes perseguidores de esta secta fue el monje Iosif de Volokolamsk, fundador del monasterio del mismo nombre.

Iván III quería embellecer lo más que pudiera su querida ciudad de Moscú para convertirla en esa 3ª Roma que él tenía en la cabeza. Así que buscó a los artistas y artesanos más competentes de Italia. Estos construyeron nuevos edificios en el Kremlin. Por ejemplo, la vieja iglesia construida por Iván I Kalitá se convirtió en la Catedral de la Asunción, también conocida como la Catedral de la Dormición de Moscú, construida por Aristóteles Fioravanti, que fue la catedral central del principado moscovita. También destaca la Catedral de la Anunciación, construida también en el recinto del Kremlin y usada durante mucho tiempo como la capilla personal de los zares. Y junto a ambas catedrales encontramos el Palacio de las Facetas, un lujoso palacete de estilo italiano donde los zares tenían la costumbre de organizar banquetes y audiencias. Se trata del edificio secular más antiguo que se conserva en Moscú. También el Gran Príncipe ordenó la construcción de un palacio nuevo, aunque tardaría en construirse; ese sería el Palacio de Terem, o Teremnoy, donde viviría algunos zares Romanov.

Otra construcción importante es la Torre campanario de Iván el Grande. O la Iglesia de los Doce Apóstoles de Moscú y las cámaras patriarcales, que sería la residencia de algunos patriarcas rusos.

Aparte, estos arquitectos italianos reforzaron las murallas de este Kremlin, le dieron el color rojizo que tiene actualmente, y levantaron veinte torres. También crearon la primera fundición de cañones de toda Rusia, y así se inició la producción propia de este tipo de armas que se estaban poniendo muy de moda.

En 1491, un hermano de Iván III, Andrei, se negó a ayudar al kanato de Crimea contra la Horda de Oro, y fue arrestado y murió en prisión dos años después. Iván III aprovechó y se quedó con sus tierras. En 1494 murió su último hermano, Boris, pero éste logró ceder sus tierras a sus dos hijos: Iván y Fedor. De todas formas, Iván III lograría, mucho más tarde, apoderarse de las tierras de ambos.  

En esa época murió Iván el Joven, el hijo de Iván III con su anterior esposa. Él era el heredero, pero enfermó y murió de repente. Dicen que fue Sofía la que ordenó que le envenenaran para colocar en el trono a su hijo Basilio. Luego parece que conspiró con unos boyardos para cargarse al hijo de Iván el Joven con Elena de Moldavia, Dimitri, pero Iván III les hizo pillote a todos y castigó a Sofía y Basilio arrestándoles. Sin embargo, no se sabe por qué, pero un año después, Iván III cambió de opinión y Basilio se convirtió en su heredero. A su vez, Dimitri y su madre Elena acabaron siendo enchironados acusados de favorecer a la secta judaizante.

En 1492, el mismo año de la llegada de Colón a América, Iván III levantó a orillas del río Narva la fortaleza de Ivangorod, que más tarde creció como una ciudad. El objetivo de esta fortaleza era defenderse de la Orden de los Caballeros Teutónicos.

Finalmente vamos a hablar de las Guerras Ruso-Lituanas o Guerras Moscovito-Lituanas, como queráis llamarlas, que fueron cinco más una de regalo. Empecemos con la 1ª.

En 1492, Casimiro IV de Polonia-Lituania murió, y el territorio se repartió entre sus dos hijos. La parte lituana fue gobernada por Alejandro I, que era un rey bastante débil.

Aprovechando esto, Iván III comenzó a atacar territorios en la frontera entre ambos estados. Alejandro I dijo que quería paz, y en 1494 firmó un acuerdo por el que perdía el Principado de Vy azma. Iván III además propuso casarle con su hija Helena. Y todo estaba bien, pero parece ser que la corte lituana, que era católica, no veía con buenos ojos a la chavala ortodoxa. Esta intolerancia fue el pretexto para la siguiente guerra.

Entre 1495 y 1497 tuvo lugar la Guerra Ruso-Sueca. En aquellos años Noruega, Suecia y Dinamarca estaban integradas en la Unión de Kalmar. Juan de Dinamarca había sido nombrado rey de Dinamarca y de Noruega, y quería serlo también de Suecia, liderada por Sten Sture el Viejo. Para ello, pactó con Iván III de Moscú, y les hizo atacar a los suecos en esta guerra.

Las tropas moscovitas invadieron Finlandia, que era parte de Suecia, y esto hizo que Sten perdiera mucha popularidad y Juan acabase siendo coronado rey.

De 1497 es importante el Sudebnik de 1497. Éste era un código de leyes introducido por Iván III en el que favorecía la centralización del estado ruso, la creación de una ley rusa para todos los territorios que controlaba. De todas formas, siguió habiendo príncipes menores y boyardos, que formaron una élite de nobles. Esta gente se reunía con el príncipe en la Duma o Consejo del Gran Príncipe. Este código también permitía que un campesino pagase un impuesto para poder cambiar de señor.

La 2ª Guerra Ruso-Lituana comenzó en 1500. En ese año, los polacos y los húngaros estaban atacando al Imperio Otomano, e Iván III aprovechó para atacar el territorio lituano. En la Batalla de Vedrosha, de 1500, los lituanos fueron derrotados, y tras varias derrotas más, en 1503, Alejandro I tuvo que ceder al moscovita Chernigov, Starodub y otras 13 ciudades del oeste ruso. Así se consiguió la paz.

Por cierto, fue en estos años, por 1502, cuando los tártaros del kanato de Crimea (vasallos del Imperio Otomano) lograron destruir a la Horda de Oro y tomar la capital de Nueva Sarai. Aquí aparecieron dos nuevos kanatos tártaros: el de Astracán y el de Nogai.

En 1505 Iván III murió, y el trono fue para su hijo Basilio III. Fue un reinado de casi 30 años, y se pasó la mayor parte de tiempo consolidando los logros de su padre, y apuntalando el nuevo régimen que había creado. Lo primero que hizo fue asegurar su trono arrestando a Dmitri, el hijo de su hermanastro, y lo encerró en una prisión de por vida.

Entre 1507 y 1508 tuvo lugar la 3ª Guerra Moscovito-Lituana. Alejandro I murió en 1506, y Basilio III se propuso como nuevo rey de Polonia y Lituania. Sin embargo, los nobles polacos eligieron a Segismundo I el Viejo, y éste exigió a Moscú los territorios anexionados en la anterior guerra. Basilio III dijo que “ni loco se lo iba a devolver” y otra vez guerra. Además, todo esto se mezcló con la rebelión de un noble lituano llamado Mikhail Glinski, asentado en Turov, desde donde entró en contacto con Basilio III y empezaron a llevarse bien y a hacerse amigos. En 1508 los dos bandos hicieron la paz y fin del conflicto.

Durante el reinado de Basilio III hubo algunas nuevas incorporaciones al Principado de Moscú. En 1510 se anexionó Pskov, en 1513 tomó Volokolamsk, en 1521 consiguió Riazán, y finalmente en 1522, se hizo con Novgorod-Severski, que es otra ciudad llamada Novgorod pero que está situada en el norte de Ucrania. 

Aparte de esto, hay que hablar de la 4ª Guerra Moscovito-Lituana, que duró diez años. Aprovechando la débil situación de Segismundo I de Polonia, en 1512 Basilio III envió un ejército al oeste para capturar Smolensk, la gran fortaleza oriental de Lituania. Dos años después, todo aquel territorio ya había caído en poder de Basilio III. Fue fácil porque el noble lituano rebelde y exiliado Mikhail Glinski le proporcionó unos cuantos cañones e ingenieros varios.

A pesar del éxito inicial, el resto de años de la campaña fue un fracaso para Moscú, que empezó a encadenar una derrota detrás de otra. Por suerte, en 1519, la Orden Teutónica se puso a luchar contra Polonia, lo que dio un poco de aire a Moscú. Aunque Polonia pudo vencer a esta orden, en 1522, agotada, pidió la paz con el principado moscovita y dejó que se quedara con Smolensk. Entonces la frontera moscovito-lituana se estableció en el río Dnieper.

Para conmemorar esta conquista, Basilio fundó en Moscú el Monasterio o Convento de Novodevich.

Basilio III llevaba 20 años casado con Solomonia Saburova, pero debía de ser estéril porque no le daba hijos. Los boyardos sugirieron al príncipe que buscara una nueva esposa, y esa fue Elena Glinskaya, la hija de Mikhail Glinski. Juntos tuvieron un hijo al que se le conocería como Iván el Terrible. Para conmemorar el nacimiento de un heredero, por fin, Basilio III levantó la Iglesia de la Ascensión, en Moscú. Concretamente en Kolomenskoye, a orillas de río Moscova. Su arquitecto se cree que pudo haber sido el italiano Petrok Maly. Luego tuvieron a Yuri, que nació sordomudo.

Durante los años 20, Basilio III tuvo diferentes pugnas internas entre su autoridad central y los diferentes príncipes feudales que querían mantener su independencia. Uno a uno, les fue desterrando del territorio moscovita. Y si eso no funcionaba les ejecutaba sin compasión.

En 1533, el Gran Príncipe de Moscú Basilio III estaba cazando a caballo cerca de Volokolamsk, pero empezó a sentirse mal y acabó muriendo de una infección. Así subió al trono moscovita su hijo Iván IV el Terrible, que sólo tenía 3 añitos de edad. Reinó medio siglo, 51 años, siendo el gobernante ruso que más tiempo duró en el trono.

Mientras Iván el Terrible crecía, de la regencia se ocupó su madre Elena Glinskaya, al menos hasta que murió en 1538, quizás envenenada. Tras esto, la regencia pasó a manos de diferentes familias de boyardos que lucharon entre sí por el control. Iván y su hermano Yuri eran tratados como marionetas por estos nobles, y les fue cogiendo una tirria de cojones. Especialmente al líder de todos ellos, Vasili Shuiski.

Durante estos años ocurrió la 5ª Guerra Moscovito-Lituana, o Starodub, que duró de 1534 a 1537. Los polaco-lituanos de Segismundo I exigieron la devolución de los territorios conquistados en las guerras anteriores, pero el ejército moscovita liderado por varios príncipes pudo con ellos y se acabó la guerra.

En 16 de enero de 1547, cuando Iván IV llegó a la mayoría de edad, un grupo de reformadores conocido como el “Consejo Elegido” se unió en torno a este joven príncipe. En la Catedral de la Dormición, declararon a Iván… zar de toda la Rus, título que venía a ser similar al de emperador. Así nació el Zarato de Rusia, con Moscú como capital. Tras esto, Iván ordenó la detención de los boyardos que le caían mal y ejecutó a varios.     

En los años siguientes iremos viendo cómo Iván el Terrible transformó Rusia de un estado medieval a una especie de imperio, aunque habría que distinguir el periodo del zarato con el del Imperio Ruso, que viene más tarde.