ISABEL DE BOHEMIA Y DEL PALATINADO
Isabel de bohemia y del palatinado nació en Heidelberg el 26de diciembre de 1618 y murió en Hertford el 11 de febrero de 1680 fue una aristócrata alemana (princesa palatina), notable filosofa y religiosa calvinista. Se ganó el mote de la griega por su dominio de ellas, además de mostrar un especial interés por la filosofía.
Desde 1939 mantuvo correspondencia con “La minerva holandesa”. Poco después entró en contacto con Descartes, al que pidió que le diera clases de filosofía y moral. El filósofo le dedico en 1644 Les Principies de la philosophie (Los principios de la filosofía), con un elogio que muestra la universalidad de los intereses intelectuales de Isabel, diciendo que era la única que había comprendido en general y tan adecuadamente sus planteamientos, que era una buena lectora, tenía la capacidad de: comprender a cabalidad sus problemas al grado de poder criticar y objetar concepciones fundamentales del gran filósofo.
En los intercambios epistolares le planteó a Descartes la cuestión del dualismo en cuanto a la relación entre el alma y el cuerpo, que consideraba como dos entidades distintas, y a la que el gran filósofo no pudo darle respuesta satisfactoria.
“¿cómo el alma (ya que no es más que una sustancia pensante) puede llevar a los espíritus del cuerpo a producir acciones voluntarias?… Usted excluye por completo la extensión de la noción del alma, y el contacto, por lo tanto, me parece incompatible con una cosa inmaterial” Isabel a Descartes, 16 de mayo de 1643.
El contacto se mantuvo, y el último libro publicado por Descartes, Les Passions L’äme (“Tratado de las pasiones”, 1649), se dice que fue el resultado de su esfuerzo científico y filosófico por sistematizar una respuesta clara a las cuestiones planteadas por Isabel, a través de la interacción entre la res cogitans y la res extensa. Pero curiosamente se la dedico a Cristina de Suecia.
Estuvo de acuerdo con los empiristas: Locke y Humé que planteaban los sentidos como parte fundamental para el conocimiento, pero estaba en contra de Berkeley que planteaba a los sentidos como fuente única de conocimiento; ellos estaban en contra del racionalismo de Descartes.
“Todos nuestros conocimientos han de poder deducir algo intuitivamente dado, sólo entonces está justificado” Humé a Descartes.
Su vigencia se basa en la pregunta: “¿Cómo el alma humana (ya que no es más que una sustancia pensante) puede llevar a los espíritus del cuerpo a producir acciones voluntarias?” y en los libros de Descartes.
PREGUNTAS TIPO ICFES:
Selección Múltiple con única respuesta:
Según el siguiente análisis ““En sus cartas, [Isabel] planteó preguntas acerca de la explicación de Descartes sobre la mente y su relación con el cuerpo que apuntaban con precisión hacia algunas de las principales dificultades de la postura cartesiana; las detalladas respuestas de Descartes son una fuente fecunda para los estudiosos de su filosofía de lo mental. La correspondencia con Isabel versa también sobre la relación entre la razón y las pasiones, y los pensamientos de Descartes sobre este asunto fueron después incorporados en su principal tratado fisiológico-psicológico-ético, Las pasiones del alma, publicada finalmente en 1649”. Es válido afirmar que Descartes e Isabel discutieron:
A.El problema central de la interacción entre mente y cuerpo, la naturaleza soberana de Dios, el libre albedrio, la vida feliz y la relación entre la razón y las pasiones.
B.El pensamiento como entendimiento y voluntad, la materia y la extensión, el movimiento y las cosas inmateriales, el alma y lo material, la autoridad, las adoraciones y sarcasmos.
C.La relación entre mente y cuerpo, razón y pasiones, las categorías o nociones primitivas y las interacciones psicofísicas.
D.Todas las anteriores.
CON MÚLTIPLE RESPUESTA:
l. Isabel plantea que hay dos cosas en el alma humana de las que depende todo conocimiento.
ll. Isabel propone un dualismo en cuanto a la relación entre el alma y el cuerpo como entidades distintas.
lll.Isabel expone que el alama está unida al cuerpo actúa y sufre por él.
IV.Isabel exige una definición más precisa del alma, admite materia y extensión en esta, pero no que tenga la capacidad de mover un cuerpo y de ser movido a un ser inmaterial.
De los anteriores planteamientos son verdaderos:
A.I,II Y IV
B. III Y II
C.II Y IV
D. IIY I
POR: Mariana Sossa.