De Romy Schneider a Vicky Krieps: repasamos a Sissi en la ficción

Con 17 años, la joven actriz Rosemarie Magdalena Albach, conocida después como Romy Schneider, encarnaría el papel que le llevaría a la fama mundial: fallecida en 1982, la actriz fue, es y seguirá siendo Sissi. En 1955 la conocíamos en esa historia de amor de la joven princesa de Baviera, Isabel, y el emperador Francisco Jose, interpretado por Karlheinz Böhn. El emperador ha de casarse, y su madre, la archiduquesa Sofía, le busca la candidata ideal: Helena. Sin embargo, Francisco cae rendido ante Isabel, su hermana pequeña. La decisión no gustará a la archiduquesa, pero los jóvenes se han enamorado.

Un año después llegaría la segunda parte, 'Sissi Emperatriz', en la que se vería la vida de la joven en palacio desempeñando sus labores como emperatriz. Y en 1957 conoceríamos la última entrega de la saga, 'El destino de Sissi', que recoge los pasajes más duros de la protagonista durante sus primeros años como soberana. Una colección de películas acorde a sus tiempos, mostrando el relato romántico con un palacio, un príncipe azul y un final de esos en los que los enamorados fueron felices y comieron perdices.

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En 1973, Visconti contó con la actriz para volver a encarnar a la emperatriz, ya en una edad más madura y con otro talante. Más suspicaz e irónica, aquí aparece como una secundaria, siendo el apoyo emocional del protagonista, su primo Luis II de Baviera.

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Interpretar a Sissi tras el rastro de Romy no es algo precisamente asequible. Esta coproducción entre Italia, Alemania y Austria mostraba en dos capítulos la vida de la emperatriz desde el mismo punto de las películas.

La intención de esta nueva producción era mostrar una visión más moderna de la historia de amor, restando almíbar pero sin perder la personalidad arrolladora del personaje histórico. El amor seguía siendo el atractivo, aunque la protagonista estaba más interesada también en cuestiones de estado, con ideales más avanzados a los valores más tradicionales de su marido.

Aquí la vida de la pareja de soberanos se sigue idealizando, pero muestra algunas contrariedades y tragedias que hubo en la pareja. La italiana Cristiana Capotondi recogía el testigo de emperatriz y lo defendía dignamente. David Rott daba réplica como Francisco Jose, dejando una pareja idónea para esta miniserie compuesta por dos capítulos.

Disney también cuenta con su propuesta. Esta serie de producción alemana fantasea más que las demás, aportando dosis de epicidad, sensualidad y exagerando -mucho- más a los personajes, pero siguiendo el esquema conocido de la historia. Una joven rebelde, príncipe encantador, dosis de sexo y mucha permisibilidad en lo que a licencias históricas se refiere. La suiza Dominique Devenport y el alemán Jannik Schümann son la pareja protagonista.

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'La emperatriz' ha sido una de las sorpresas de Netflix en el último trimestre del año. Producida también en Alemania, la serie recoge la vida de Isabel de Baviera aportando tanto la pasión y la historia de amor de la joven con una mirada más vehemente, más honesta pero también muy pasional, tan cruda como veraz.

No obstante, sin querer ajustarse a la realidad, aporta detalles acorde a éxitos como 'Los Bridgerton', pero queriendo retratar la realidad de la joven al estilo 'The Crown'. La propuesta es más humana, y aunque Netflix es consciente de que esto es ficción, no se olvida de ofrecer una visión histórica del que fue el último gran imperio europeo.

Devrim Lingnau está perfecta como reina y Phillip Froissant es el nuevo Francisco Jose. Juntos han mostrado los primeros meses de matrimonio de esta pareja, de la que sabremos más en una segunda temporada.

Gracias a Vicky Grieps hemos conocido el lado menos edulcorado de la famosa emperatriz. En la historia dirigida por Marie Kreutzer, ahora la emperatriz celebra su 40 cumpleaños. 'Corsage', el título original, hace referencia a esos cánones que debe seguir manteniendo como emperatriz que es. Pero ahora el encanto y las chispas de ese amor, si es que hubo, han quedado atrás y ahora lo que permanece es un poso triste en esa Sissi, que apenas tiene relación con su esposo, al que da vida Florian Teichtmeister en el rol menos idealizado que se ha dado de Francisco José I.

Una mirada más punzante al personaje histórico que no pierde la elegancia que se pide a un filme de época. El filme ofrece una mirada más contemporánea y menos conocida de Isabel además de manifestar las rígidas pautas a las que se sometían las mujeres en el pasado... ¿Y en el presente?