Isabel Francisca de Austria

Isabel Francisca María, Archiduquesa de Austria, Princesa de Hungría y Bohemia, (Buda, Hungría, 17 de enero de 1831 - Albertina, Viena, Austria-Hungría, 14 de febrero de 1903), fue una princesa de Habsburgo y madre de dos reinas. Procedía de la rama húngara de la casa de Habsburgo-Lorena.

Era hija del archiduque José de Austria, Palatino de Hungría (1776-1847) y de su tercera esposa, la duquesa María Dorotea de Wurtemberg (1797-1855). Sus abuelos paternos fueron el emperador Leopoldo II de Austria y la infanta María Luisa de España, y sus abuelos maternos, Luis de Wurtemberg y la princesa Enriqueta de Nassau-Weilburg.

Se casó en primeras nupcias en 1847 con el archiduque Fernando Carlos de Austria-Este, príncipe de Módena (1821-1849). De este matrimonio nació una hija, la archiduquesa María Teresa de Austria-Este (1849-1919), que después sería la esposa del rey Luis III de Baviera.

Una vez viuda, Isabel volverá a contraer matrimonio en 1854 con su primo hermano Carlos Fernando de Austria-Teschen (1818-1874), nieto también del emperador Leopoldo II. Los rumores de la época decían que el matrimonio se llevó a cabo por presiones de la archiduquesa Sofía, que había notado que su hijo el joven emperador Francisco José I estaba interesado en Isabel. La poderosa archiduquesa sentía rechazo por todo lo húngaro y no quería una nuera de este origen debido al intento de asesinato de su hijo y los constantes disturbios en algunas partes de Hungría.

El matrimonio de Isabel y Carlos Fernando fue feliz. Ella dio a luz seis hijos, cuatro de los cuales sobrevivieron a la infancia.

Viuda de nuevo en 1874 a los 43 años, Isabel recibió el apoyo de su cuñado, Alberto, en la educación de sus hijos. Esto permitió que su hijo Federico se convirtiera en su principal heredero. Isabel fue mecenas de varias instituciones sociales. Era muy aficionada a la música, destacando su apoyo a Johannes Brahms, al que invitó a su palacio en 1882 a tocar ensayos de su quinteto.

A la edad de 72 años, la archiduquesa Isabel murió como resultado de una rápida neumonía en la mañana del 14 de febrero de 1903 en el palacio vienés de su hijo mayor, el archiduque Federico. El cadáver de la archiduquesa fue conservado el 15 del febrero por el famoso patólogo Anton Weichselbaum, el 17 fue consagrado, siendo trasladado el 18 a Baden bei Wien y expuesto el mismo día en la capilla del castillo de Weilburg.