Isabel Bowes-Lyon, la longeva madre de Isabel II "que se conservaba en ginebra"

Según una dama de compañía de la reina, Isabel Bowes Lyon tomaba ginebra y Dubonnet antes del amuerzo, vino con la comida, un martini antes de la cena y por último una copa de champán; una rutina que según ella, “jamás variaba”.

La reina madre

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William Tallon, el mayordomo de la Reina Madre, fue retratado como “un mago de las bebidas” en su obituario de The Telegraph. “Con él carecía de sentido poner la mano encima del vaso. Vertía el alcohol entre tus dedos”, citaba ese periódico a un invitado de Clarence House, la residencia de la reina madre.

Era el barman perfecto, y como tal siempre guardó silencio sobre los hábitos de su famosa clienta. Murió en 2007 sin haber desvelado ni uno solo de los secretos del minibar de la madre de Isabel II, que segun han sostenido siempre las malas lenguas, eran los mismos que los de su longevidad -suele hacerse la broma de que la reina madre murió con 101 años conservada en ginebra-.

Un libro sobre la familia real publicado en 2018 revela la rutina alcohólica de Isabel Bowes-Lyon. En Behind the Throne: A Domestic History of the Royal Household, el prestigioso historiador ** Adrian Tinniswood** -es oficial de la Orden del Imperio Británico- recoge los testimonios de varios trabajadores de la casa real dando cuenta del bebercio de la que fue reina consorte de Inglaterra.

Cita por ejemplo a Margaret Rhodes, sobrina y dama de compañía de la reina madre durante una década, diciendo que Isabel Bowes Lyon tomaba ginebra y Dubonnet antes del amuerzo, vino con la comida, un martini antes de la cena y por último una copa de champán ; una rutina que según ella, “jamás variaba”.

Champán hasta el final

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Colin Burguess, secretario privado de la Reina Madre, cuenta no obstante que un vaso de oporto después del almuerzo, un segundo martini antes de la cena y una copa de Veuve Clicquot en la comida se sumaban de vez en cuando a esa rutina. En las memorias sobre sus años al servicio de Isabel Bowes Lyon que publicó en su día, Colin Burguess ya contaba que la reina madre era “una bebedora devota” y que ** uno de sus cometidos era asegurarse de que siempre hubiera una botella de Dubonnets** en los actos oficiales.

Merece la pena recordar de paso la rutina de su hija, la princesa Margarita, para hacerse una idea de lo que debían ser esos días en Clarence House, hoy residencia oficial del príncipe de Gales. Según cuenta Craig Brown en su biografía sobre Margarita, consistía en:

9:00 A.M. : Desayuno en la cama, seguido de dos horas en la cama escuchando la radio, leyendo los periódicos ("Que invariablemente deja dispersados sobre el suelo") y fumando sin parar.

11.00 A.M. : Se toma un baño preparado por su criada.

MEDIODÍA : Tras una hora en la bañera, la maquillan y peinan en su tocador. Luego se pone ropa limpia ("Como cabe imaginar de una princesa, nunca lleva puesta su ropa más de una vez sin que la hayan lavado") .

12:30 P.M. : Baja a tomar un vodka rápido.

1.00 P.M. : Se une a la reina madre para una comida de cuatro platos "servidos de manera informal sobre la vajilla de plata", media botella de vino para cada una y, además, "fruta y media docena de distintas variedades de quesos nativos y continentales".

Artículo publicado originalmente el 25 de septiembre de 2018 y actualizado.