Iré donde tú vayas (2019), de Géraldine Nakache

León Gasmi, entrañable jubilado, se dispone a acompañar en coche a su hija Vali, que sueña con ganarse la vida como cantante. La chica participará en una audición en París para formar parte del coro de la famosa diva canadiense Céline Dion. Pero su médico le diagnostica cáncer y pretende empezar el tratamiento de inmediato, por lo que debe renunciar al viaje. Al final, León pide que le sustituya a la otra hermana, Mina, enfermera. Ambas tienen una relación bastante tensa, hasta el punto de que no se han hablado en un año, pero puede ser la oportunidad perfecta para la reconciliación. Además, le pide a Mina que no desvele a Vali su enfermedad, pues la mala noticia podría afectarla tanto que haría mal el casting, pues se trata de una chica muy sensible, que aún no ha asimilado la muerte de la madre.

Géraldine Nakache tiene detrás una sólida trayectoria como actriz. Tras escribir y dirigir dos filmes junto a Hervé Mimran, emprende por primera vez ambas labores en solitario, y como en aquéllos vuelve a encarnar a la protagonista junto a Leïla Bekhti, reconocida por títulos como Un profeta. Se diría que Nakache tiene en el punto de mira a su hermano, el ilustre Olivier Nakache, pues habla de minorías étnicas e imita el tono de comedia dramática de Intocable y otros de los trabajos que éste ha compuesto con Éric Toledano. También consigue ser igual de entrañable, sin caer en la sensiblería.

El film supera con creces las expectativas que levanta en su arranque, un tanto convencional, pues poco a poco da lugar a secuencias brillantes de humor (como la boda china), al tiempo que se convierte en un canto de amor fraternal y una reivindicación de la familia. También advierte del perjuicio que puede causar evadirse de la realidad cuando acontecen las peores tragedias de la vida. Sorprende el alto nivel del reparto. La propia Nakache interpreta con bastante convicción (y cantando bastante bien sus canciones) a Vali, la más romántica, que choca con la racional Mina, encarnada de forma igualmente memorable por Beckhti. En un papel secundario, el progenitor, se gana al respetable el veterano Patrick Timsit, recordado por papeles como el caradura con corazón de La crisis.