Después de colgar las botas, muchos futbolistas comienzan sus andaduras como entrenadores directivos o agentes. Sin embargo, ha habido varios que han cambiado el fútbol por la política
George Weah
George Weah, leyenda africana y exjugador del AS Mónaco, PSG y AC Milan, entre otros clubes, cuenta con un Balón de Oro en sus vitrinas. Tras su retirada del fútbol en 2003, y en plena posguerra en Liberia, dio sus primeros pasos en la política. Poco a poco fue ganando adeptos y tras fracasar en dos elecciones consecutivas (2011 y 2014), terminó venciendo en las urnas en 2017. Durante seis años fue el máximo mandatario del país africano, concretamente, hasta este pasado enero, en que fue sucedido por Joseph Boakai.
Kakha Kaladze
Dos Champions League, dos Supercopas de Europa y un Mundial de Clubes fueron algunos de los títulos que cosechó Kakha Kaladze con el AC Milan. Pese al éxito tanto en todos los clubes de su carrera, como en su propia selección, decidió sustituir el deporte por la política. A los meses de su retiro, formó parte de las listas de Sueño Georgiano, asumiendo la vicepresidencia de Georgia y el Ministerio de Desarrollo Regional y de Infraestructuras. Desde 2017, y ya fuera de la política estatal, ostenta la alcaldía de Tiflis, capital del país caucásico.
Pelé
Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ es uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Además de su envidiable palmarés, donde destacan tres mundiales con Brasil y las dos Libertadores Santos FC, la leyenda brasileña puede presumir de haber sido ministro de Deportes de su país entre 1994 y 1998. Al frente de dicho ministerio, Pelé decidió luchar contra las pésimas condiciones laborales de los futbolistas en Brasil, promulgando en 1998, pese a la constante falta de apoyo por parte de la clase política, la Ley Pelé. ‘O Rei‘ consideró que dicha aprobación fue «uno de los goles más difíciles de mi vida» y que «el deporte en Brasil ya estaba listo para el siglo XXI«.
Hakam Sukur
Hakam Sukur, máximo goleador de la selección turca y leyenda del Galatasaray SK, también cambió las botas por los votos. Años después de su retiro, fue elegido diputado de la Gran Asamblea Nacional de Turquía como miembro del AKP, formación liderada por Erdogan. Su paso por la política fue bastante problemático ya que tuvo que dimitir por presuntos casos de corrupción. Desde 2016 está exiliado en Estados Unidos por las acusaciones de ser «miembro de un grupo terrorista» ligado al intento de golpe de Estado de ese mismo año.
Gianni Rivera
Gianni Rivera, balón de oro en 1969, fue uno de los jugadores más importantes de la historia del AC Milan y de la selección italiana. ‘Il Bambino D’oro’, al día de su retirada, fue nombrado vicepresidente del cuadro lombardo, dando desde ahí el salto a la vida política. En 1987 fue elegido en las urnas como diputado de la República Italiana, escaño que mantuvo hasta 2001. De su trayectoria política, el ídolo rossonero puede hacer alarde de haber sido subsecretario de Estado del Ministerio de Defensa y de haber sido miembro del Parlamento Europeo. Ese cargo de eurodiputado lo ostentó entre 2005 y 2009, representando al MCFP.
Romario
Después de una carrera futbolística plagada de éxitos, ‘O Baixinho’ dijo adiós al fútbol en 2009, después de veinticuatro campañas como profesional, dando comienzo a su andadura en la política. A lo largo de su trayectoria política, Romario fue evolucionando de los idearios socialistas a las tesis conservadoras de Jair Bolsonaro. Prueba de ello, es su paso por el Partido Socialista Brasileño, donde fue diputado entre 2011 y 2015. En ese último año, el astro brasileño se afilió al Partido Liberal y desde aquella, es senador estatal por Río de Janeiro.
Yordan Letchkov
El delantero búlgaro, tras haber pasado por su país, Alemania, Francia y Turquía, y haber maravillado al mundo del fútbol junto a Stoichkov en 1994, optó por dar el salto a la política nada más anunciar su retiro profesional. Yordan Letchkov se presentó a las elecciones por la alcaldía de su ciudad natal, Svilen, en 2003 y terminó siendo elegido. Su papel como regidor finalizó en 2011, después de ser denunciado por abuso de poder y malversación. Finalmente fue condenado a dos años de cárcel.
