▷ Evaluación y manejo de la ictericia neonatal en recién nacidos a término y prematuros - Ocronos - Editorial Científico-Técnica

Evaluación y manejo de la ictericia neonatal en recién nacidos a término y prematuros

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VII. Nº 4–Abril 2024. Pág. Inicial: Vol. VII; nº 4: 493

Autor principal (primer firmante): María del Carmen Gracia Yus

Fecha recepción: 18/03/2024

Fecha aceptación: 15/04/2024

Ref.: Ocronos. 2024;7(4): 493

Autores:

María del Carmen Gracia Yus

Víctor Gracia Albajar

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María Magdalena Patón Carrión

Alejandra Sanz Beltrán

María Luisa Sorolla Pallarés

Victoria Carbo Arregui

Palabras clave:

Ictericia neonatal, bilirrubina, fototerapia, recién nacidos prematuros, hiperbilirrubinemia.

Resumen

La ictericia neonatal es una condición común en los recién nacidos, caracterizada por la coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a niveles elevados de bilirrubina en sangre. En este artículo, revisamos la evaluación y el manejo de la ictericia neonatal en recién nacidos a término y prematuros.

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Se discuten los factores de riesgo, los métodos de evaluación, las indicaciones para el tratamiento con fototerapia y las estrategias de seguimiento para prevenir complicaciones asociadas con la hiperbilirrubinemia.

Abstract

Neonatal jaundice is a common condition in newborns, characterized by yellowish discoloration of the skin and eyes due to elevated levels of bilirubin in the blood. In this article, we review the evaluation and management of neonatal jaundice in term and preterm newborns.

We discuss risk factors, assessment methods, indications for phototherapy treatment, and follow-up strategies to prevent complications associated with hyperbilirubinemia.

Introducción

La ictericia neonatal es una condición frecuente en los recién nacidos, causada por la acumulación de bilirrubina, un pigmento amarillo derivado de la degradación de los glóbulos rojos. Aunque es común y generalmente benigna, la ictericia puede ser un signo de enfermedad subyacente y, en casos graves, puede causar complicaciones neurológicas graves.

Es importante realizar una evaluación y un manejo adecuados de la ictericia neonatal para prevenir complicaciones y garantizar el bienestar del recién nacido.

Evaluación de la ictericia neonatal

La evaluación de la ictericia neonatal es un paso crucial en el manejo de los recién nacidos con esta condición. Se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio.

A continuación, se detallan los aspectos clave de la evaluación:

  1. Historia clínica: Se recopila información detallada sobre el embarazo, el parto y el período neonatal del bebé. Se presta especial atención a factores de riesgo conocidos de ictericia neonatal, como la incompatibilidad sanguínea entre la madre y el bebé, antecedentes familiares de ictericia, parto prematuro, hematomas significativos durante el parto y problemas de lactancia materna.
  2. Examen físico: El examen físico se centra en la evaluación de la coloración de la piel y de los ojos del recién nacido. Se observa la intensidad y la distribución de la ictericia, así como la presencia de signos de ictericia grave, como ictericia en la esclerótica y la mucosa oral. Además, se realiza una evaluación del estado general del bebé, incluyendo la alimentación, la eliminación y el comportamiento.
  3. Pruebas de laboratorio: Las pruebas de laboratorio se utilizan para medir los niveles de bilirrubina en sangre y determinar la causa subyacente de la ictericia. La bilirrubina sérica total y la bilirrubina conjugada (directa) se miden mediante análisis de sangre. También se pueden realizar pruebas adicionales, como el análisis de sangre arterial para evaluar la acidosis metabólica y las pruebas de función hepática para descartar enfermedades hepáticas.
  4. Evaluación de la intensidad de la ictericia: Se utilizan escalas de evaluación, como la escala de Kramer o la escala de Bhutani, para cuantificar la intensidad de la ictericia y determinar la necesidad de intervención. Estas escalas tienen en cuenta factores como el grado de ictericia, la edad del bebé, la presencia de factores de riesgo y la bilirrubina sérica total.
  5. Evaluación de la edad gestacional y el peso al nacer: La edad gestacional y el peso al nacer son factores importantes a considerar en la evaluación de la ictericia neonatal, especialmente en los recién nacidos prematuros. Los bebés prematuros tienen un riesgo aumentado de ictericia debido a la inmadurez de su hígado y sistemas de eliminación de bilirrubina.

Manejo de la ictericia neonatal

El manejo de la ictericia neonatal es fundamental para prevenir complicaciones graves asociadas con la hiperbilirrubinemia. Se basa en la evaluación cuidadosa de la intensidad y la causa de la ictericia, así como en la implementación de intervenciones terapéuticas apropiadas.

A continuación, se describen las estrategias comunes utilizadas en el manejo de la ictericia neonatal:

  1. Fototerapia: La fototerapia es el tratamiento de primera línea para la ictericia neonatal. Consiste en exponer la piel del bebé a una luz azul especial que ayuda a descomponer la bilirrubina en formas más solubles que pueden eliminarse del cuerpo más fácilmente. Durante la fototerapia, el bebé se coloca en una cuna bajo luces especiales, generalmente con los ojos cubiertos para protegerlos de la luz.
  2. Fototerapia intensiva: En casos de ictericia neonatal grave o de aumento rápido de los niveles de bilirrubina, se puede recomendar la fototerapia intensiva. Esto implica el uso de luces más potentes y una exposición prolongada a la luz para acelerar la eliminación de la bilirrubina del cuerpo del bebé.
  3. Monitorización de los niveles de bilirrubina: Durante el tratamiento con fototerapia, se realizan mediciones frecuentes de los niveles de bilirrubina en sangre para evaluar la eficacia del tratamiento y determinar si se requiere una intervención adicional. Esto puede implicar la medición de la bilirrubina sérica total y/o la bilirrubina no conjugada (indirecta).
  4. Alimentación e hidratación adecuadas: Es importante asegurar que el bebé reciba una alimentación adecuada durante el tratamiento de la ictericia neonatal. La lactancia materna frecuente ayuda a aumentar la eliminación de bilirrubina a través de las heces y la orina. Además, se puede administrar líquidos adicionales, ya sea a través de la lactancia materna o mediante la administración de soluciones intravenosas, para mantener al bebé bien hidratado.
  5. Transfusión de sangre parcial: En casos de ictericia neonatal grave o resistente a la fototerapia, se puede considerar una transfusión de sangre parcial. Este procedimiento implica la extracción de una pequeña cantidad de sangre del bebé y su reemplazo con sangre fresca que tiene niveles normales de bilirrubina. La transfusión de sangre parcial se reserva para casos graves de ictericia que no responden a otras formas de tratamiento.
  6. Seguimiento posterior al alta: Después del alta hospitalaria, se debe programar un seguimiento con el pediatra para monitorear los niveles de bilirrubina del bebé y asegurarse de que estén disminuyendo de manera adecuada. Se pueden realizar mediciones adicionales de bilirrubina en casa o en la clínica según sea necesario, y se brinda orientación a los padres sobre los signos de empeoramiento de la ictericia y cuándo buscar atención médica adicional.

Estrategias de seguimiento

Es importante realizar un seguimiento cuidadoso de los recién nacidos con ictericia neonatal para detectar y tratar precozmente cualquier aumento en los niveles de bilirrubina que pueda llevar a complicaciones. Se pueden realizar mediciones repetidas de bilirrubina sérica y utilizar herramientas de evaluación de riesgo para identificar a los bebés con mayor riesgo de kernicterus y otras complicaciones neurológicas.

Conclusión

La evaluación y el manejo adecuados de la ictericia neonatal son fundamentales para prevenir complicaciones graves en los recién nacidos. Con una identificación temprana de los factores de riesgo y una intervención oportuna, la mayoría de los casos de ictericia neonatal pueden manejarse de manera segura y efectiva, reduciendo así el riesgo de complicaciones a largo plazo.

Un enfoque multidisciplinario que involucre a pediatras, neonatólogos y enfermeras especializadas es esencial para garantizar un cuidado óptimo y mejorar los resultados en los recién nacidos afectados por esta condición.

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