La Sábana Santa de Turín. Por Susana del Pino - La Paseata

La Sábana Santa de Turín. Por Susana del Pino

EXPOSICIÓN DEL SANTO SUDARIO

«El misterio es inseparable a la Sábana Santa. Pero su estudio detallado y preciso confirma los episodios de flagelación y crucifixión que sufrió Jesús»

   El Santo Sudario que se venera en la ciudad italiana de Turín es probablemente el resto religioso y arqueológico más estudiado a lo largo de la historia, así como el que ha tenido tantos defensores de su autenticidad como detractores sobre si realmente fue la tela que envolvió el cuerpo de Jesús tras su muerte en la Cruz. 

 

  Conocido también como La Síndone,  palabra derivada del vocablo sindon que significa sábana en griego, también puede aludir a la técnica judía de amortajar, el interés por el estudio de este lienzo originó la Sindonología cuyo único fin es el estudio del Santo Sudario y la difusión de los conocimientos que se van adquiriendo sobre él a lo largo de los años, partiendo de la fecha que afirman los que creen en su autenticidad que fue confeccionado, el siglo I de nuestra era.

 

  En cuanto a su aspecto formal está realizado en lino con trazas de algodón que no se cultivaría en Europa hasta el siglo XIV pero sí en Oriente Medio hace dos mil años. El tejido es de gran calidad lo que hace pensar que pudo ser adquirido por alguien con alto poder adquisitivo; por otro lado este tipo de tejido ya  se usaba en la Antigüedad y es mencionado en la Biblia concretamente en  Proverbios o  el Libro del Éxodo, poseía un gran poder de absorción lo que hubiera facilitado que se impregnara de las características del cuerpo de un hombre que fue crucificado y presentaba señales de haber sido azotado y coronado con espinas, argumentos válidos para “demostrar” que se trataba del cuerpo de Jesús de Nazaret.

 

  Según los expertos parece ser que la impresión de las marcas en la tela tuvo lugar cuando el cuerpo se encontraba en un estado de levitación pues no existen señales  de la presión del cuerpo apoyado en la tela ya que hubieran dejado marcas aplanadas o extendidas. Por tanto, una radiación desconocida para el hombre indicaría la fuerza que se desprendería en la gloriosa resurrección de Cristo, una energía misteriosa que mueve la gran piedra sellada del sepulcro donde fue depositado el cuerpo y lo hace desaparecer.

El estudio de la Sábana Santa está lleno de contradicciones

   El estudio de la Sábana Santa está lleno de contradicciones, en este sentido hay aspectos a considerar, la imagen que aparece reflejada en la Síndone es la de un hombre de 1,80 cm de estatura y aproximadamente 80 kilos de peso con pelo largo y barba. Estas últimas características aportarían dudas sobre la autenticidad de la tela. La Judea en la que vivió Jesús estaba sometida a Roma, sin embargo el pueblo judío era belicoso y rebelde oponiéndose a las costumbres romanas y cumpliendo con ahínco con sus propias costumbres y tradiciones como una demostración de su identidad y oposición a los romanos. En este sentido, una de las reglas en el código legal judío era cortar el pelo largo y la barba antes de ser enterrado así como lavar el cuerpo y ungirlo con aceites aromáticos, por lo que no hay por qué pensar que Jesús, que vivió como un judío fuese enterrado de otra forma.

 

  Los Evangelios no aclaran totalmente estos detalles ya que dos de ellos, Mateo y Marcos solo hablan del cuerpo depositado en el sepulcro tras ser envuelto en una sábana y Lucas y Juan hablan de cómo fue tratado con aloes y mirras, sin embargo los estudios científicos no han determinado que existieran restos de estas esencias y tampoco en ninguno de ellos se hace referencia a que el cuerpo de Jesús quedara impreso en la tela, tan solo menciona “lienzos abandonados en el sepulcro tras la Resurrección”.

 

  Las primeras historias sobre la Sábana Santa provienen de Jerusalén, de allí se trasladaría a Edesa (en la actual Turquía). Los orígenes de la historia de la Síndone se confunden con los del “Mandylión de Edesa” (mandilyón en sirio significa sudario) que sería el primer icono cristiano, el paño con el que la Verónica secó el rostro de Jesús en su subida al Calvario. Ésto aparece en los evangelios apócrifos en los que también se menciona al emperador Tiberio, que enfermo, pidió buscar el paño conocedor de su poder milagroso. En el siglo VI ya aparecen crónicas en las que se menciona que “es una imagen no hecha por la mano del hombre”.

ABGAR V CON LA IMAGEN DEL MYNDALIÓN DE EDEDA

  El historiador británico Ian Wilson (1941), gran estudioso del Santo Sudario, afirma que el Mandylión es el mismo lienzo que se expone actualmente en Turín. Según la tesis de Wilson, en 944 se trasladó a Constantinopla y es a partir de entonces cuando empieza a hablarse de la Sábana Santa que estuvo siglos plegada descubriéndose entonces que se trataba de una tela cuyas medidas son 436 cm x 113 cm en la que se aprecia débilmente la imagen completa de un cuerpo humano. La veracidad de la llegada de este sudario a Constantinopla aparece reflejada en un manuscrito griego del archidiácono Gregorio de Santa Sofía guardado en los archivos vaticanos y en una miniatura de Skyletres de finales del siglo XI en la que aparece el emperador bizantino Romano I Lecapeno (¿?-948) besando el rostro de Jesús en el sudario. A partir de entonces se habla de la imagen de cuerpo entero, no solo del rostro , ¿es el mismo lienzo que el Mandylión?, los sindonólogos afirman que sí, sin embargo como ha ocurrido desde el principio con esta reliquia, aparecen versiones contradictorias y no está totalmente claro. A a partir del siglo V será expuesto y venerado obrando muchos milagros según las crónicas de la época.

 

  Durante la IV Cruzada (1198-1204) Constantinopla fue presa del vandalismo y fue saqueada brutalmente, la Sábana Santa desapareció. El emperador bizantino Teodoro Comneno  Ducas (c.1180-c. 1253) la reclamó al papa Inocencio III (1161-1216) pero nunca fue devuelta. Las siguientes noticias sobre la Sábana Santa la sitúan en la ciudad francesa de Lirey a mediados del siglo XIV en poder de Geoffrey de Charny (1306-1356), hijo de un templario que murió en la hoguera  tras la extinción de la orden. Según Wilson, la Sábana Santa estuvo en poder de los templarios tras el ataque a Constantinopla.

CATEDRAL DE TURÍN Y CAPILLA DEL SANTO SUDARIO

  Existieron muchas dudas en torno a la autenticidad de esta pieza en la época medieval, hay que tener en cuenta la importancia que adquirieron en esta época las reliquias con las que tanto la Iglesia como familias nobles hacían negocio, por lo que se habló de copias del sudario que fueron expuestas en varias ciudades; esto ocurrió en el Jubileo de 1350 en Roma donde se exhibió una copia de éste siendo venerada por los fieles como auténtica. Hubo también rumores acerca de la autenticidad de la que apareció en Lirey y parece ser que la nieta del primer poseedor de ésta, Margarita de Charny, la expuso públicamente para ganar dinero pues la familia atravesaba un mal momento económico, por ello fue investigada por las autoridades eclesiásticas y se concluyó que la tela era falsa. En este informe aparece un dato muy significativo que ha sido uno de los caballos de batalla en las investigaciones en torno a la Síndone y es el hecho que apuntó el obispo Jean de Heinsberg (1396-1459) sobre las manchas de sangre halladas en la tela que no aparecían oscurecidas, lo que hubiera sido normal con el paso de los siglos.

 

  En 1502 parece en Chambéry donde se construyó un santuario y el Papa Julio II (1443-1513) años más tarde instituyó su festividad el día 4 de mayo. Fue en este santuario donde se produjo un incendio en 1532 que afectaría en parte a la sagrada reliquia, varias personas arriesgaron sus vidas para salvarla de las llamas pudiendo sacarla del relicario donde se encontraba, pero una gota de plata de esta urna cayó sobre el lienzo atravesando los numerosos pliegues de la tela creando las quemaduras y agujeros simétricos que forman una serie de triángulos que se aprecian a ambos lados de la figura central y distorsionan un poco la visión de la imagen. Se interpretó como un hecho milagroso ya que las marcas que forman el contorno humana no sufrieron desperfectos. Las monjas clarisas a mediados del siglo XVI remendaron el lienzo cuidadosamente.

 

  La ubicación actual de la Sábana Santa en Turín puede deberse a dos motivos según las fuentes. En primer lugar pudo ser debido a la delicada salud que padecía el cardenal italiano y gran reformador católico tras el concilio de Trento, Carlos Borromeo (1538-1584) que quería fervorosamente venerar la reliquia pero no le era posible atravesar los Alpes  y desplazarse a Chambéry por lo que se decidió trasladar el lienzo a la ciudad italiana; otras fuentes apuntan a que el duque Emanuel Filiberto de Saboya (1528-1580) quiso llevarla a Turín versión, quizá, más aceptada hoy en día, de cualquier modo desde entonces se encuentra en una exclusiva capilla construida para ella entre el Palacio Real y la Catedral.

IMAGEN POSITIVO Y NEGATIVO DE LA FOTOGRAFÍA REALIZADA POR SECONDO PÍA EN 1898

  En 1898 con motivo de la celebración de la Constitución Italiana se organizó una exposición de la sábana Santa. El fotógrafo aficionado Secondo Pía (1855-1941) solicitó autorización para realizar unas fotografías y aunque fue difícil conseguir el permiso lo logró. Su sorpresa fue al contemplar que las manchas pálidas que se apreciaban en el original, en el negativo aparecían muy definidas, el revelado descubrió el cuerpo de un hombre de frente y de espaldas y su rostro de una manera mucho más clara. Estas fotografías dieron la vuelta al mundo, dando a conocer unas características extraordinarias sobre el Sudario, pero Pía no era un profesional de la fotografía, él expuso con la mejor voluntad lo que captó en un tiempo en que las técnica fotográfica no era avanzada, de cualquier forma también surgieron argumentos en contra. Lo que sí parece que es una opinión unánime es que la imagen del Santo Sudario no está realizada por manos humanas.

 

  La Casa de Saboya fue poseedora de esta reliquia hasta 1983 exponiéndola al público en varias ocasiones. Humberto II (1904-1983), decidió que fuera entregada a la Santa Sede y así ocurrió en el año de su fallecimiento cuando el nieto del último rey de Italia cumplió con el deseo de su abuelo.

 

  Existen muchos enigmas y especulaciones sobre esta sábana considerada sagrada. Podríamos decir que el misterio es inseparable a la Sábana Santa. Su estudio detallado y preciso confirma realmente los episodios de flagelación y crucifixión que sufrió Jesús, algo que los defensores de su autenticidad argumentan continuamente, sin embargo aquellos que no creen que sea el verdadero sudario que envolvió su cuerpo avivan el debate de igual manera.

 

  Es interesante valorar los estudios realizados, apasionante leer sobre ellos e impactante observar el Santo Sudario de Turín y aunque es difícil permanecer imparcial ante una reliquia de estas características, los que crean en su autenticidad que la veneren, aquellos que no, la podrán admirar como algo valioso, original y misterioso, en realidad son dos posturas irreconciliables pero en definitiva todo es cuestión de fe, o se tiene o no se tiene… nadie puede convencer a nadie.

 

 

Susana del Pino

Malagueña y amante del arte, una de las pasiones de mi vida. Me gusta la belleza, la armonía y quiero siempre la verdad. Me siento afortunada y agradecida por muchas cosas, entre ellas haber viajado y conocido otras culturas que me han aportado tanto. Italia me fascina, nunca me cansaré de visitarla, siempre que regreso siento que una parte de mí se queda allí.

La vida es una oportunidad maravillosa para aprender, conocer, soñar, compartir, sentir... y siempre amar.

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