Desatar la locura entre los fans del Festival de Cine de San Sebastián por encima de internacionales como Jessica Chastain o Mads Mikkelsen no lo hace cualquiera, pero sí Hugo Silva (Madrid, 1977). Llegó al certamen como quien va a por el pan, pero con una película de las grandes bajo el brazo: Un amor, el espléndido y premiado drama de Isabel Coixet (estreno en cines 10 de noviembre) con el que avanza varias casillas en su ya veterana trayectoria. Porque el paso del tiempo le está dando más alegrías de las que esperaba cuando saltó a la fama –o la fama le asaltó a él– con Los hombres de Paco (2005). Otros en su lugar se quedaron apolillados en antiguas carpetas de estudiantes, pero no él, que ha seguido creciendo junto a los mejores (Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, Oriol Paulo, Daniel Sánchez Arévalo, Kike Maíllo, Álex Pina) para demostrar que lo suyo no fue, no es, solo una cara bonita.

"Mi personaje en Un amor ha sido mi venganza frente a esas personas tóxicas con las que me he cruzado en la vida"
hugo silva retrato
Juan Naharro

Nunca te hubiéramos imaginado interpretando al malo, al perdedor, a ese personaje incómodo pero necesario que haces en Un amor.
Bueno, pues ya me tocaba, y ha sido un reto muy bonito.

¿Acaso te ha costado cambiar de registro? Cuenta quién es ese vecino entrometido.
No, no ha sido difícil porque para ejecutarlo no hay que pensar demasiado, hay mucha gente así por ahí. Es un tipo manipulador-pasivo-buenrollero de esos que te hacen sentir culpable si no les haces caso, pero que no puedes hablar mal de ellos con nadie porque todo el mundo los adora y no te creerían. Es de esas personas que tienen un poder sutil muy peligroso. Lo he disfrutado muchísimo. Ha sido mi venganza frente a esas personas tóxicas con las que me he cruzado en la vida, yo y todos. Si alguien al verme en Un amor se da cuenta de que está siendo manipulado, pues de paso hago un favor a la humanidad [risas].

La película, basada en la novela de Sara Mesa, tiene muchas lecturas. Habla de amor, por supuesto, pero también de microagresiones masculinas, femeninas; del deseo de la mujer, de sus contradicciones; de volver a empezar, de ser forastero... Y en medio de ese mapa de emociones, en un medio rural, de las cadenas de favores donde esta vez también se intercambia sexo. ¿Tú prestarías tu cuerpo a cambio de una docena de huevos o de un kilo de alcachofas?
[Risas] A ver, así en frío, cualquiera que reciba una propuesta de este calibre se echará las manos a la cabeza. Pero esta película tiene tantas capas, es tan compleja y sus personajes tan profundos que esa cadena de favores sí tiene un sentido real. Por eso es una película que da tanto que pensar, porque es muy consecuente con sus personajes. ¿Si yo sería capaz? No sé qué decir. Te digo algo la semana que viene [risas].

"No tengo vuelta de hoja. No soy nada manipulador. Soy más bien carne de manipulación"

Todos en el fondo somos un poco manipuladores, ¿no crees?
¿Yooooo? ¡No, para nada! De verdad lo digo que no soy nada manipulador. No tengo vuelta de hoja. Yo soy más bien carne de manipulación. ¡Qué le voy a hacer!

¿Cuál es el menaje de Un amor, si es que hay mensaje?
Cuando acabé de leer el guion la conclusión a la que llegué fue que ya el texto retrataba a la perfección lo complejo que es el amor humano. Y no solo por lo que cuesta encontrar a la persona adecuada, sino también por encontrarse uno mismo en el momento vital adecuado. Son tantas circunstancias las que tienen que coincidir durante el tiempo que dure una historia de amor, que lo convierte en algo complejísimo. Por eso, cuando surge, es tan mágico. (Revisa aquí los 58 poemas de amor cortos y bonitos para dedicar a alguien).

Háblanos de uno de tus grandes amores.
Confieso que estoy totalmente enamorado de mi perro, y lo más fuerte es que mi perro también está enamorado de mí al mismo nivel. Es un podenco que pesa ahora casi 30 kilos, pero yo sigo viendo al cachorrito que fue. Ahora es un perro imponente, pero cuando me ve se convierte en ese cachorro. Es un amor incondicional, muy directo, con muy poca complejidad. Por eso es un amor tan disfrutón y tan bonito. Lo malo es que duran poco.

"El paso del tiempo me ha beneficiado. Ahora hago personajes complejos. Los perfectos son un coñazo"
hugo silva retrato
Juan Naharro

Esto es lo único que le pesa del paso del tiempo a Hugo Silva: perder por el camino a sus grandes amores, humanos o perrunos. El resto no solo le trae sin cuidado, sino que, además, lo agradece. ¿Y por qué, si pertenece a una industria donde la juventud es un plus? Porque en su caso, según dice, los años le han permitido acceder a otro tipo de papeles mucho más interesantes. También los años le han enseñado otras cosas, como lidiar con la fama que le sobrepasó recién cumplidos los 20 con esa primera aparición en la serie Al salir de clase y que no paró de crecer hasta convertirle en un fenómeno fan.

¿Ser guapo te ha ayudado en tu carrera o ha sido un obstáculo?
No sé qué decir. Sí sé que ha habido proyectos que no me han llegado, no por ser guapo o feo, sino por hacer determinados personajes que me han cerrado las puertas a otro tipo de papeles que me interesaban más. Por eso digo que el paso del tiempo a mí me ha beneficiado, porque ya no puedo interpretar a esos personajes jóvenes y perfectos, ni ganas que tengo. Ahora quiero seguir metiéndome en la piel de esos que son más interesantes que guapos, que interpreto ya desde hace unos años. Son personajes llenos de contradicciones, de los que pierden, que tienen momentos de oscuridad… Eso es lo que me gusta. ¡Los personajes perfectos son un coñazo!

¿Tú eres un hombre de muchas contradicciones?
Imagino que no más que el resto. Todos tenemos momentos oscuros y contradictorios. Yo también.

Y te gusta cumplir años, ¿no?
Sí, no me importa, pero porque soy un absoluto inconsciente respecto a la edad. Solo pienso en ello cuando me recuerdan que tengo 46, porque sinceramente sigo sintiéndome con 25. Luego me miro al espejo y digo: “¡Coño!, ¿quién es ese señor?” [risas]. Creo que el secreto es no perder la ilusión del principio. Y si la pierdes, inventarte otra.

Llevas la friolera de 26 años dando la cara en cine y televisión con más de 60 títulos a la espalda. ¿Nunca has sufrido un bache?
Bueno, eso es muy relativo. Decía Fernando Fernán-Gómez que el éxito son sensaciones, y estoy totalmente de acuerdo. A ojos de los demás puedes estar viviendo el mejor momento de tu carrera y, sin embargo, a nivel personal puede que estés atravesando una crisis de las gordas. Llevo casi 30 años ganándome la vida como actor, así que ha habido de todo, pero siempre agradecido.

Tu mejor momento profesional.
Ni premios, ni estrenos, ni buenas criticas. Sin duda, el mejor momento de mi carrera fue cuando conseguí entrar en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático). Fue uno de los más felices de mi vida. Para un chico de barrio como yo que quería ser actor, de pronto todo tenía sentido, todo era posible. Mi madre se alegró muchísimo.

¿Y qué borrarías del pasado?
Nada porque no es posible, pero fue durísimo sufrir la perdida de un ser querido a miles de kilómetros de casa. Me pilló rodando y fue muy triste sentirme lejos de la familia, sin prestar ni recibir apoyo, solo.

Lo siento... Imagino que es la cara B de tu profesión pasar tanto tiempo lejos de casa.
Así es la vida, nada es perfecto.

"Mi sueño sería no tener que trabajar tanto para surfear más [risas]"

Porque tú eres un hombre muy familiar, ¿no?
Sí, mucho. Antes me encantaba viajar siempre que tenía hueco. Ahora, cuando tengo unos días libres, me gusta pasar más tiempo con mi gente. Soy muy familiar tanto con los míos como en las relaciones.

¿Hay algo en la vida que te guste más que actuar?
Sí, surfear. Empecé con el surf hace 16 años y es lo que más me gusta del mundo. No lo hago bien, pero tengo un nivel lo suficientemente aceptable como para disfrutarlo [risas]. ¡Es mi momentazo!

¿Puedo decir que el sueño de Hugo Silva es montar una escuela de surf y pasarse el año dentro del agua?
No. El sueño de Hugo Silva sería no tener que trabajar tanto para surfear más [risas].

"No quiero sonar arrogante, pero si no fuera Hugo Silva, estoy seguro de que Hugo Silva me caería bien [risas]"
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Juan Naharro

Acabemos con mi pregunta favorita, que no todos saben responder: si no fueras Hugo Silva, ¿te caería bien Hugo Silva?, ¿sería tu colega?
Sin falsa modestia, sí. Lo digo sinceramente porque conservo a mis amigos del instituto desde los 15 años. Y los tengo presentes porque nos vemos a menudo. No quiero que suene arrogante, pero estoy seguro de que Hugo me caería bien [risas]. Solo aspiro a que la gente que me quiere me siga queriendo.

Por lo que cuenta y cómo lo cuenta, creo que lo tiene fácil. Y también con el público, al que sigue encandilando con sus nuevos trabajos. Cuando se estrene Un amor, ya estará disponible en SkyShowTime Mentiras pasajeras, la primera serie que produce El Deseo de Almodóvar, en la que comparte protagonismo con Elena Anaya (aquí su entrevista más íntima). Y tiene pendiente de estreno en cines dos más: una de terror, El faro, y la comedia romántica Buscando a Coque, con Alexandra Jiménez y Coque Malla. (revisa el día que se hizo disco). Te queremos, Hugo, no pares de crecer.

* Este artículo aparece publicado en el número de noviembre de 2023 de la revista Esquire.

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