Henry Cowell como gestor musical - Henry Cowell: portavoz de la vanguardia
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EL ENSEMBLE DE PERCUSIÓN EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO

2.5. Henry Cowell: portavoz de la vanguardia

2.5.1. Henry Cowell como gestor musical

Los esfuerzos de Henry Cowell en favor de otros compositores contemporáneos fueron innumerables: fundó la New Music Society en California, activa entre 1925 y 1958, primera organización de música contemporánea, que promovía la composición e interpretación de música de los principales autores modernistas norteamericanos, europeos y latinoamericanos.

Tras su traslado a Nueva York, organizó la Pan American Association of Composers (PAAC), en colaboración con Edgar Varèse, Carl Ruggles, Carlos Chávez y otras destacadas personalidades, con la intención de promover la interpretación de música contemporánea de todo el continente americano, y a través de la misma, se realizaron las primeras ejecuciones en Europa, de música estadounidense y latinoamericana. Estos programas estuvieron dirigidos principalmente por Nicolas Slonimsky que eventualmente se convirtió en el director titular de los conciertos de la asociación, aunque también participaron Anton Webern y Adolph Weiss, entre otros. Cowell controló la organización durante gran parte de su existencia, a través de la cual ayudó a promover conciertos por Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Charles Ives, con quien Cowell mantenía una estrecha y personal relación, apoyó financiera y artísticamente gran parte de estas actividades, aunque de forma discreta.

En su labor de promotor cultural a favor de la música nueva, se dio a la tarea de publicar las obras de los compositores contemporáneos, y organizó audiciones y conciertos bajo el auspicio de dicha institución. En 1927, fundó la revista New Music Quarterly (1927-1958), publicación trimestral, única en el mundo dedicada por completo a la edición de música nueva; durante sus veintiséis años de existencia y editó ciento cuatro números que contienen cerca de ciento ochenta obras separadas. De estas ediciones, brotaron publicaciones adicionales, New Music Orchestra Series (1932-1939), una serie orquestal de unas treinta y cinco obras, así como otra serie “especial” de diez títulos entre 1938 y 1947. En 1934, estableció New Music Quarterly Recordings, un sello discográfico que produjo veintinueve discos con cuarenta y ocho obras, en su mayoría de autores norteamericanos experimentalistas. La lista de compositores, obras y grabaciones que promovió, constituye una de las labores más importantes de su época, que incluyó lo más destacado en música moderna y experimental de Estados Unidos. New Music también presentó a Schoenberg, Webern, así como compositores rusos y latinoamericanos: Alejandro García Caturla, Amadeo Roldán, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, José Rolón, y Heitor Villa-Lobos, figuran en la relación de nombres publicados.

Entre las numerosas figuras de la escena norteamericana que se beneficiaron de sus actividades, se encontraban John J. Becker, Ruth Crawford Seeger, Wallingford Riegger, William Russell, Johanna M. Beyer, Carl Ruggles, Edgar Varèse y particularmente Charles Ives, quien anónimamente financió tanto la New Music Quarterly como muchos de los conciertos realizados. Una reunión en 1927 entre Cowell y Ives, marcó un acontecimiento importante en la vida de ambos compositores. Cowell se convirtió en defensor de la obra de Ives, difundiendo su música por todo el mundo. La divulgación que la obra de Ives recibió en la década de 1930 se debió al entusiasmo de Cowell por su viejo colega, que la promovió durante toda su vida, y en 1955, en colaboración con su esposa Sydney Cowell, escribió la biografía Charles Ives and His Music, que constituyó el primer estudio publicado de este compositor.

A cambio, Ives, como ya ha sido señalado, contribuyó económicamente con los ambiciosos propósitos musicales de Cowell: “Charles Ives, en particular, financió numerosos proyectos - algunos innovadores (como New Music), otros poco prácticos (como el Rhythmicon)-.”273 Cowell realizaba por sí mismo todo el trabajo administrativo y secretarial relacionado con estas empresas, también a menudo costeando los proyectos de su propio bolsillo. Las grabaciones se hacían en Nueva York y las partituras en San Francisco, ciudades en las cuales había vivido por varios años, y mantenía una extensa red de contactos.

Para fortalecer sus esfuerzos de promoción y publicación, Cowell redactó varios textos sobre música entre los que destacan New Musical Resources (1919) -publicado en 1930-, que se ha convertido en uno de los referentes del arte musical del siglo XX, en el cual expone sus ideas fundamentales respecto a la nueva música. Fue el editor de American Composers on American Music (1933), una recopilación de ensayos que sigue siendo un documento invaluable de un período emocionante en la historia musical del continente americano, que incluye artículos de destacados compositores y artistas de la vanguardia entre los que se encuentran Charles Seeger, Wallingford Riegger, Aaron Copland, Nicolas Slonimsky, Adolph Weiss, los latinoamericanos Carlos Chávez, Alejandro García Caturla y Amadeo Roldán, así como varios de su propia autoría.

En 1933, su artículo Towards Neo-Primitivism (Hacia el neoprimitivismo), resultó ser un punto de inflexión en su carrera. A partir de entonces se incrementaron sus artículos, ensayos y críticas musicales, y ofreció innumerables entrevistas relacionadas con la música nueva, nuevos recursos musicales, técnicas extendidas, la música de percusión, la integración de las culturas orientales y latinoamericanas en la composición, la danza moderna, la composición musical en relación con la danza, las formas musicales contemporáneas y la búsqueda de nuevas sonoridades.

273 Miller, Leta E.: “Henry Cowell and John Cage: Intersections and Influences, 1933-1941”, en Journal of the

2.5.2. El magisterio de Cowell

Henry Cowell ejerció la enseñanza, tanto en instituciones públicas como privadas. Destaca su estancia a partir de 1928 en la New School for Social Research en Nueva York, en la que comenzó con conferencias individuales y clases regulares en 1930, que rápidamente se expandieron para incluir una gran variedad de ofertas en teoría y armonía, prácticas del ritmo, creación musical y músicas del mundo. Entre las asignaturas que impartió en Nueva York y San Francisco se encuentran: Orígenes primitivos y folclóricos de la música, Sistemas musicales del mundo, Teoría y prácticas del ritmo, Creación musical actual -donde tenía a John Cage entre sus discípulos- y Música de los pueblos del mundo -la primera de su género que se impartía en Estados Unidos. Esta última tuvo a Lou Harrison como alumno en 1935. Aunque tanto Cage como Harrison estaban muy al tanto de las tendencias europeas así como norteamericanas de música para percusión, el impacto causado por las clases de Cowell fue profundo. En su ensayo Historia de la música experimental en Estados Unidos, de 1959, John Cage escribió sobre su maestro:

Henry Cowell fue durante mucho tiempo el ábrete sésamo de la nueva música en Estados Unidos. De la manera más generosa publicó la New Music Edition y animó a los jóvenes a descubrir nuevos caminos. De él, como si de un eficiente puesto de información se tratara, no sólo se podía conseguir la dirección y el teléfono de cualquier persona que estuviera haciendo algo interesante en música, sino que también se podía lograr un resumen imparcial de lo que esa persona estuviera haciendo.274

Lou Harrison, que le llamaba el “mentor de mentores”, hablaba de él de manera similar, como “la persona que abrió nuestras mentes musicales, rehuyendo de escuelas eurocéntricas, estimulando nuestra escucha, confrontándola con otros instrumentos, otras tonalidades y otras maneras de hacer música.”275

Sus asignaturas introdujeron a los estudiantes en nuevos usos del ritmo y timbre así como en músicas no occidentales, ejerciendo una fuerte influencia sobre la mayoría de ellos. Con relación a la melodía, en su artículo The Nature of Melody (La naturaleza de la melodía), Cowell escribió: “La armonía es un elemento menos fundamental que el ritmo y la melodía. Ritmo y melodía eran empleados desde nadie sabe cuándo, […] antes de lo que se le podría llamar armonía se convirtiera en parte del arte musical; y aún hoy en día, toda la música del mundo emplea melodía y ritmo, mientras que la armonía como arte, sólo se utiliza en la música del sistema europeo.”276

Lou Harrison a menudo también señaló que Cowell hacía hincapié en sus cursos en estos aspectos.

Entre sus discípulos se incluyen algunas de las principales figuras de la música

274 Cage, John: “Historia de la música experimental…”, op. cit., p. 71. 275

Miller Leta, E.: “The Art of Noise. John Cage, Lou Harrison and the West Coast Percussion Ensemble”, en Saffle, Michael (ed.): Perspectives on American Music, 1900-1950, Nueva York, Garland Publishing, 2000, p. 217.

norteamericana, muchos de los cuales son pioneros en la escritura de música para percusión: William Russell, Johanna Beyer, Harold Davidson, Ray Green, además de los ya citados John Cage y Lou Harrison. Se conoce también que muchas de las primeras obras para percusión, salieron directamente de las clases impartidas por Henry Cowell, como por ejemplo, Fugue for Eight Percussion Instruments de William Russell, que después de haber sido terminada, en enero de 1932, la envió a Cowell quien la recibió con entusiasmo y se deduce que le hizo algunas sugerencias. El 15 de abril, Russell le escribió:

Te adjunto la copia revisada de mi Fuga para ocho instrumentos de percusión. No cambié el episodio al final de la exposición, porque aunque puede que no sea estrictamente polifónico en su naturaleza, todavía lo siento como una “ampliación” del sujeto, en una voz o en unísono.277

A lo que Cowell respondió el 23 de abril: “Estoy muy contento de tener su partitura, la utilizaré tan pronto como pueda. Se ve muy bien en la forma nueva.”278

En efecto, Cowell hizo uso de la obra, que fue estrenada junto a Ionisation de Varèse, en un concierto de la PAAC el 6 de marzo de 1933 en Nueva York279, y publicada posteriormente en New Music, como se verá a continuación.