Helmut Newton: The Bad And The Beautiful (2020)

El alemán Gero von Boehm tiene detrás un dilatada carrera de tres décadas, donde se ha prodigado sobre todo en la televisión en su país, en series y documentales como éste, donde reconstruye el periplo del fotógrafo nacionalizado australiano pero nacido en Berlín Helmut Newton, que falleció en 2004, en un accidente de tráfico en Los Ángeles. Tras abrir un estudio de fotografía en Melbourne, al término de la Segunda Guerra Mundial, triunfó en el campo de la moda con instantáneas para Vogue, Elle y otras prestigiosas revistas.

Se indaga en la obra más conocida de este autor, compuesta por sus provocativas fotos de desnudos femeninos, donde al parecer intentaba mostrar a las mujeres que no necesitaban de alta costura para parecer fuertes. El título remite a The Bad And The Beautiful, como se llama originalmente el film conocido en España como Cautivos del mal, aunque se ha puesto porque como se ve en la pantalla retrataba a bellas damas a las que pedía que pusieran cara de malas.

El film comienza con una declaración inquietante de Newton: “En primer lugar, la mayoría de los fotógrafos son personas terriblemente aburridas. Y las películas sobre fotógrafos que he visto son terriblemente aburridas”, lo que hace presagiar lo peor. Pese a todo, la cinta tiene su interés, por sus reflexiones sobre el mundo del arte. Se intercalan filmaciones de Helmut Newton con sus modelos, con entrevistas suyas de archivo, donde habla de sí mismo, y conversaciones con personajes relevantes en su trayectoria, como la editora Anna Wintour, o sus modelos, algunas tan afamadas como Grace Jones, Catherine Deneuve, Charlotte Rampling o Isabella Rossellini. Se pone sobre todo el énfasis en la relación con su esposa June Browne, también artista de la cámara, que no sólo le dio fuerzas, sino que al parecer se comportaba con él como una madre.

Sin embargo, el conjunto resulta un tanto parcial, pues existe unanimidad a la hora de defender al personaje, pese a generar continuamente la polémica en vida. Rossellini le defiende pese a que reconoce que su trabajo hoy en día sería tildado de machista, y aunque Grace Jones afirma entre risas que tenía un punto de pervertido, Rampling asegura que como persona era intachable pese a que algunos de sus trabajos podrían sugerir lo contrario. Quizás el film desaprovecha la oportunidad de profundizar algo más, pues por ejemplo al espectador le queda al final la duda de si hoy en día, tras el #MeToo, habría podido desarrollar sus trabajos, y habría conseguido el mismo prestigio.