La visión de Rusia sobre la guerra en Ucrania: así se justifica la invasión desde Moscú
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Ucrania, un año después

La visión de Rusia sobre la guerra en Ucrania: así se justifica la invasión desde Moscú

Tras doce meses de guerra total en Ucrania, las razones que Rusia presentó inicialmente para justificar su invasión no han cambiado. Los principales argumentos sostenidos por el Kremlin para invadir Ucrania son la “amenaza” de la creciente influencia de la OTAN en Europa del este y un supuesto genocidio a los habitantes rusófonos en el Donbass. Las doctrinas nacionalistas e históricas también siguen jugando un papel importante en el discurso de Vladimir Putin para dar luz verde a su "operación militar especial".

Imagen de archivo - El presidente ruso, Vladímir Putin, observa el desfile militar del Día de la Victoria en la Plaza Roja, en el centro de Moscú, el 9 de mayo de 2022.
Imagen de archivo - El presidente ruso, Vladímir Putin, observa el desfile militar del Día de la Victoria en la Plaza Roja, en el centro de Moscú, el 9 de mayo de 2022. © Mikhail Metzel / Sputnik / AFP
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Ha pasado ya un año, pero la invasión a Ucrania sigue siendo para Rusia una “operación militar especial” y no una guerra, como todos los medios occidentales lo denominan. De hecho, esta palabra es tabú para el Kremlin y hasta sanciona a aquellos medios de comunicación que se atrevan a pronunciarla. Desde Moscú, la narrativa con respecto a la guerra ha sido fundamental para dirigirse a sus ciudadanos, al igual que la justificación sobre este conflicto.  

El 24 de febrero de 2022, primer día de la invasión, Putin se dirigió a Rusia -y al mundo- con un discurso cargado de puntos que hacían “comprensible” para la visión del Kremlin una “intervención” en Ucrania. Algunos de ellos hacían referencia a evitar el “genocidio” de la población rusófona en el Donbass -región del oriente ucraniano donde más población prorrusa hay- tras casi ocho años de guerra y otros a la "invención” histórica de lo que actualmente conocemos como Ucrania, sin olvidar la “responsabilidad” que tiene Occidente en el conflicto.  

La expansión de la OTAN, una amenaza para Rusia 

La OTAN ha sido un tema central de rechazo por parte de Vladimir Putin y el Kremlin desde hace años. Esta organización militar se creó en 1949 en un contexto de Guerra Fría por varios países europeos, Estados Unidos y Canadá con el único objetivo de contrarrestar el poder militar de la Unión Soviética y el bloque socialista, quienes tenían una organización similar, el Pacto de Varsovia.  

El Pacto de Varsovia desapareció a inicios de la década de 1990 junto con la Unión Soviética, pero a pesar del final de la Guerra Fría la OTAN continuó. Moscú interpuso varias condiciones a esta organización tras la disolución de la URSS, como que no ampliase sus fronteras, especialmente entre los países que habían salido de la órbita socialista o que, incluso, se habían independizado de la URSS. Pero esto no se cumplió.  

En 1999, durante el Gobierno de Boris Yeltsin, tres antiguos miembros del Pacto de Varsovia -Hungría, República Checa y Polonia- se sumaron a la Alianza Atlántica. Y en 2004, ya durante el primer Ejecutivo de Putin, otros nueve países del antiguo bloque socialista entraron en esta organización. Entre ellos Estonia, Letonia y Lituania, tres repúblicas que habían pertenecido a la URSS y cuyas fronteras estaban solamente a unos pocos centenares de kilómetros de las principales ciudades rusas.  

En 2007, el dirigente ruso ya expresaba su frustración creciente frente a la expansión de la OTAN en la Conferencia de Seguridad de Múnich:

"Me parece evidente que la ampliación de la OTAN no tiene nada que ver con la modernización de la alianza ni con la seguridad en Europa. Al contrario, es una provocación que socava la confianza mutua y podemos preguntarnos legítimamente contra quién va dirigida esta ampliación”, dijo en esta Conferencia.

Putin también denunció el unilateralismo estadounidense y compartió la visión del mundo que él quería implementar, un mundo multipolar, con varias potencias globales, y dentro de ellas, Rusia.

"Creo que, en el mundo contemporáneo, el modelo unipolar no sólo es inaceptable, sino también imposible", anunció el jefe de Estado ruso en Múnich.

Finalmente, fueron las protestas pro-Europa del Euromaidán en Ucrania las que marcaron un punto de inflexión para el dirigente ruso a finales de 2013. Tras el rechazo de un acuerdo de asociación propuesto por la UE por el Gobierno ucraniano, gran parte de la población ucraniana se manifestó durante meses en favor de la integración europea, haciendo temer a Putin de perder su influencia en el país.

Mapa de Ucrania que muestra las zonas en las que Rusia interfirió en 2014 con la anexión de Crimea y la posterior guerra.
Mapa de Ucrania que muestra las zonas en las que Rusia interfirió en 2014 con la anexión de Crimea y la posterior guerra. France 24

Según el presidente ruso, aunque la URSS ya no existía, las antiguas repúblicas socialistas soviéticas permanecían en la órbita de Rusia y seguían formando un espacio de seguridad entre Rusia y Occidente. Para Putin, era impensable asistir a un acercamiento entre Ucrania y la UE. En consecuencia, Rusia, que se consideraba con el derecho de intervenir en Ucrania, se anexionó la Península de Crimea de manera unilateral -y no reconocida internacionalmente- en marzo de 2014. Poco después, en abril, empezó la guerra en el Donbass, que permanece hoy vigente.

Desde entonces, la cooperación militar y de seguridad entre la OTAN y Ucrania aumentó considerablemente. Para Vladimir Putin, la posibilidad de que Ucrania integre algún día la OTAN representa una amenaza mayor para la seguridad y la potencia de su país.

Proteger la población y "desnazificar" Ucrania

Uno de los argumentos usados para justificar la invasión rusa en Ucrania es la supuesta necesidad de salvar a los rusófonos en el este de Ucrania. Según Putin, Kiev estaba matando de forma sistemática a los separatistas respaldados por Rusia que luchaban contra el Gobierno ucraniano desde 2014 en el Donbass.

"El objetivo de esta operación es proteger a las personas que, desde hace ocho años, se enfrentan a la humillación y el genocidio perpetrados por el régimen de Kiev", dijo Putin el 23 de febrero de 2022, el día previo a la invasión.

Aunque el dirigente ruso acusa a Ucrania de genocidio desde 2015, pocas pruebas han sido presentadas. Los representantes rusos llevaron un documento a la Corte Internacional de Justicia afirmando que Ucrania estaba exterminando a la población civil en el Donbass y acusando a Kiev de genocidio. Sin embargo, la corte concluyó que las pruebas eran insuficientes.  

Por otra parte, Moscú pretende “desnazificar” Ucrania y usa a menudo esta narrativa para justificar su guerra.

"Olvidar las lecciones de la historia conduce a la repetición de terribles tragedias. La prueba está en los crímenes contra civiles, la limpieza étnica y las acciones punitivas organizadas por los neonazis en Ucrania", declaró Vladimir Putin en un comunicado el 27 de enero.

Aunque existen en Ucrania grupos históricamente neonazis, como el Batallón Azov, o unos partidos de extrema derecha como el Sector Derecho o el Cuerpo Nacional, estas agrupaciones siguen siendo muy minoritarias en el país.

Sin embargo, la propaganda rusa acusa incluso a Volodímir Zelenski, de origen judío, de liderar una "banda de drogadictos y neonazis". Según los expertos, estas declaraciones instrumentalizan la memoria colectiva rusa de la Segunda Guerra Mundial para reunir a los rusos alrededor de la guerra en Ucrania.

¿Hacia una gran Rusia?

Además de los aspectos geopolíticos que Putin usa para legitimar la guerra de Rusia en Ucrania, el conflicto tiene una mayor dimensión para Rusia, una dimensión cultural e histórica. Vladimir Putin, que opina que Ucrania hace históricamente parte de Rusia, no solo quiere recuperar el control de este país, sino de su esfera de influencia que perdió tras la caída de la URSS en 1991.

En julio de 2021, el presidente ruso publicó un texto en la página web del Kremlin en el que afirmaba que "Rusia y Ucrania son el mismo pueblo", una forma de aúnar a los dos países.

El presidente ruso Vladimir Putin brinda con soldados condecorados con la Estrella de Oro en el Kremlin el 8 de diciembre de 2022.
El presidente ruso Vladimir Putin brinda con soldados condecorados con la Estrella de Oro en el Kremlin el 8 de diciembre de 2022. © Mikhail Metzel, AFP

"Ucrania no es sólo un país vecino, es una parte inalienable de nuestra historia, cultura y espacio espiritual. Son nuestros camaradas, amigos y... además, parientes, personas unidas por lazos de sangre", decía ya entonces Putin.

 "La Ucrania moderna fue creada enteramente por Rusia o, para ser más precisos, por los bolcheviques, la Rusia comunista", también afirma el mandatario ruso.

Subrayar los lazos históricos y sociales entre ambos países y negar la soberanía e independencia de Ucrania permite justificar la necesidad de “salvar” a los ucranianos del régimen que Putin califica de nazi, pero también une los rusos alrededor de la idea de una gran nación rusa que debería ser reunida.

Para apoyar y reforzar esta narrativa está Alexander Dugin, un pensador ruso ortodoxo que apoya la idea del neo-eurasianismo, una doctrina que promueve la creación de un gran bloque continental euroasiático. 

Dugin, muy cercano a Putin y que algunos incluso consideran como “su cerebro” o ideólogo, no evade compartir su ideología extremista. 

Según él, el imperio soviético “se reconstruirá por diferentes medios: la fuerza, la diplomacia, la presión económica... Dependerá del lugar y del momento", opina el intelectual. Y al parecer, Putin, que siempre opinó que "la caída de la Unión Soviética fue la mayor catástrofe geopolítica del XX”, se fija cada vez más en esos postulados.

Esta foto retrata al filósofo e ideólogo Alexander Dugin. Su hija Daria Dugina, de 29 años, murió cuando un artefacto explosivo colocado por control remoto en su todoterreno estalló en Moscú, Rusia.
Esta foto retrata al filósofo e ideólogo Alexander Dugin. Su hija Daria Dugina, de 29 años, murió cuando un artefacto explosivo colocado por control remoto en su todoterreno estalló en Moscú, Rusia. AP - Dmitry Serebryakov

Sobre la cuestión ucraniana, Dugin también tiene una idea muy concreta en mente.

“Ucrania tiene que desaparecer de la Tierra y reconstruirse desde cero o la gente necesita recuperarla. Creo que la gente en Ucrania necesita una revuelta total en todos niveles y en todas las regiones. Una revuelta armada contra la junta, no solo en el sureste», afirmaba en mayo de 2014. 

En agosto de 2022, el pensador perdió a su hija Daria en un atentado con coche bomba a las afueras Moscú y acusa a Kiev de ser responsable del asesinato, algo que Kiev ha negado en reiteradas ocasiones. 

Aunque es probable que Vladimir Putin mismo no crea en la posibilidad de reconstruir un imperio ruso tal como existió durante la Unión Soviética, por lo menos busca conservar su amplia zona de influencia y seguridad y utiliza la retórica nacionalista para unir los rusos alrededor de la guerra.

Después de un año de conflicto, la mayoría del pueblo ruso no parece ser más crítico hacia la guerra o el gobierno y Putin incluso hubiera logrado unir a su pueblo en contra Occidente y sus sanciones.

Según Victor Jeifets, profesor de la Universidad estatal de San Petersburgo, “Lo que creció (en la población) es el sentimiento de enemistad con Occidente (…) sienten que Occidente no está atacando al gobierno sino que está atacando a los rusos”.

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