La rutina de un genocida

Los diarios de Heinrich Himmler, el escalofriante día a día del responsable del Holocausto

La agenda diaria de la mano derecha de Hitler y jefe de las SS combinaba llamadas a su familia y reuniones burocráticas con la asistencia a ejecuciones y la firma de penas de muerte.

Retrato en color de Heinrich Himmler tomado en Berghof, en Alemania, en 1944

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Foto: CordonPress
9 dirigentes nazis claves en el Tercer Reich

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"10:00 h: masaje craneal con el Doctor Kersten. 12:50 h: llamada telefónica a casa para hablar con Mami y Püppi. 16:00: Almuerzo con los líderes de las SS. Alrededor de la medianoche: ordena la ejecución de 10 oficiales y que sus familiares sean enviados a campos de concentración". Estas anotaciones describen la agenda del 10 de enero de 1943 de Heinrich Himmler, mano derecha de Adolf Hitler y responsable directo del Holocausto. Durante los años de la segunda guerra Mundial, los asistentes de Himmler registraron su rutina en dietarios, miles de páginas que recogen una fría combinación de llamadas a su familia –Mami era su esposa y Püppi su hija–, actos banales como ir al cine, jugar a cartas o reuniones burocráticas con la asistencia a ejecuciones y la firma de penas de muerte.

, y forman parte de los dietarios registrados durante años por sus asistentes. La rutina que muestran los miles de apuntes tomados durante los años de la Segunda Guerra Mundial son una fría combinación de llamadas a su familia, actos banales como ir al cine, jugar a cartas o reuniones burocráticas con la asistencia a ejecuciones y la firma de penas de muerte.

permanecieron olvidadas durante más de 70 años en los archivos soviéticos tras ser incautadas por el Ejército Rojo después de la toma de Berlín. , según las anotaciones registradas en los dietarios en los que sus asistentes personales anotaban meticulosamente el día a día del jerarca nazi responsable directo de la Solución Final, que llevó al exterminio planificado de seis millones de judíos en Alemania y los territorios ocupados durante la Segunda Guerra Mundial.

Heinrich Himmler (izquierda) y Adolf Hitler (tercero desde la izquierda) en enero de 1941

Heinrich Himmler (izquierda) y Adolf Hitler (tercero desde la izquierda) en enero de 1941

Foto: CordonPress

 

La escalofriante rutina diaria de uno de los principales dirigentes del Partido Nazi, jefe de las SS y responsable directo del Holocausto fue registrada por los asistentes personales que lo acompañaban en todo momento y que recogieron numerosas jornadas similares, en las que simultaneaba los asesinatos masivos con visitas a su familia o actos banales como ir al cine o al teatro.

Diario de un genocida

A finales de la Segunda Guerra Mundial, estos documentos cayeron en manos del Ejército Rojo, pero acabaron olvidados. Durante casi setenta años pasaron desapercibidos, clasificados como Dnevnik (diario) y arrinconados en un archivo militar ruso en Podolsk, una ciudad industrial ubicada al sur de Moscú. Hasta que fueron descubiertos en 2013.

Hitler y Himmler

Hitler y Himmler

Adolf Hitler felicita a Heinrich Himmler, en una fotografía que fue portada del Illustrierter Beobachter en octubre de 1943.

Foto: AP Photo / Gtres

Nikolaus Katzer, director del Instituto Histórico Alemán en Moscú, describe estos informes como "un documento estremecedor de una importancia histórica excepcional". Heinrich Himmler fue un personaje sombrío, un fanático del misticismo ario, uno de los más estrechos colaboradores de Adolf Hitler, que se suicidó al ingerir una cápsula de cianuro el 23 de mayo de 1945, evitando ser juzgado por sus crímenes de guerra.

Los diarios oficiales de Himmler, de unas mil páginas, fueron mecanografiados por ayudantes del jerarca nazi en los años 1937-1938 y 1944-1945. Los documentos ofrecen detalles escalofriantes sobre los quehaceres diarios de Himmler y ayudan a completar su diario de 1941-1942, publicado en 1999.

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Los documentos revelan el ajetreo diario que vivía Himmler: reuniones con burócratas, con generales de las SS, con líderes extranjeros como Benito Mussolini y visitas a los campos de concentración, entre ellos Auschwitz, Sobibor y Buchenwald. Una de las notas, publicada en el diario Bild, hace referencia a un discurso que hizo Himmler antes líderes de la SS en la ciudad ocupada de Poznan: "Entre nosotros podemos hablar de ello abiertamente, pero nunca lo hablaremos en público. Me refiero a la evacuación de judíos, la extinción del pueblo judío".

De una banalidad insultante, las notas cuentan que Himmler recibió un masaje antes de ordenar la ejecución de diez polacos. También instó a las SS a entrenar a perros para mantener separados a los prisioneros de Auschwitz. Los documentos describen al jefe nazi jugando a las cartas, contemplando el firmamento o viendo una película. "Himmler era un monstruo de las contradicciones. Por un lado fue un despiadado ejecutor que pronunció sentencias de muerte y que planeó el Holocausto. Por otro lado fue un meticuloso cuidador para la élite de las SS, para su familia, amigos y conocidos", afirma Matthias Uhl, historiador y director de este proyecto de investigación sobre los diarios de Himmler, según recoge International Business Times.

 

their families sent to concentration camps before going to bed.”  Heinrich Himmler presenciaba impávido el gaseo de docenas de niñas y mujeres judías en el campo de exterminio de Sobibor. Más tarde, asistiría al banquete con los SS del centro en el que condecoró al responsable de la multitudinaria ejecución.