Puede parecer un sofá cualquiera de su casa. Pero su significado va más allá para Ingrid Alexandra de Noruega. La heredera al trono de su abuelo, el rey Harald V, previo paso por su padre, el príncipe Haakon, cumple este viernes día 21 de enero 18 años y para celebrar su mayoría de edad y su entrada en una nueva etapa dentro de la familia real noruega han querido realizarle una sesión de fotos: es ahí donde entra la importancia del lugar escogido.

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La Casa Real del país escandinavo ha publicado a través de sus canales y de sus redes sociales este mismo martes dos retratos oficiales de Ingrid Alexandra para darle la bienvenida a su próxima edad, así como para anunciar que dentro de muy poco la heredera hará una visita al Parlamento, al Tribunal Supremo y a la oficina del Primer Ministro, Jonas Gahr Støre.

La princesa, de quien se ha destacado su belleza y elegancia comparándola precisamente con una moderna princesa de Disney, posa en un espacio muy especial para ella: se trata del despacho propio que va a estrenar y desde el llevará a cabo sus responsabilidades para con la corona.

"La princesa tiene su propia oficina en el castillo donde se tomaron estas fotos. Con el paso del tiempo, irá recibiendo más tareas oficiales para la Casa Real, aunque durante los próximos años la princesa se concentrará en su educación", han aclarado junto a los dos retratos, en los cuales, aparte de lucir un traje negro -constatación de una mezcla de sobriedad y modernidad muy del gusto de la monarquía noruega- , se observa según varios medios una actitud distendida y mucha luz natural, una idea que refuerza su compromiso con la sencillez.

Eso sí, tener una mayor agenda de trabajo, más apretada y con más intervenciones y actos públicos no será problema para Ingrid Alexandra, dado que ya está más que acostumbrada, siendo una de las jóvenes royals europeas más activas dado que la fibrosis pulmonar crónica de su madre, Mette Marit, ha contribuido a su pronta disposición para los asuntos oficiales.

Todos coinciden, además, en que esta práctica le será muy útil, dado que una intensificación en sus labores puede hacer de ella una gobernante más preparada: no hay que olvidar que, cuando sea coronada, se convertirá en la primera reina del país escandinavo por derecho propio en seis siglos.