Películas sobre la historia de Hollywood hay para todos los gustos: El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950), El juego de Hollywood (Robert Altman, 1992), El aviador (Scorsese, 2004), Erase una vez… Hollywood (Tarantino, 2019)… pero ninguna ha retratado esa hoguera de las vanidades con tanto sexo, drogas y ambición como lo ha hecho Damien Chazelle en Babylon (aquí, nuestra crítica de la película).
El director de La La Land centra el tiro esta vez en Los Ángeles, a finales de la década de los 20, cuando el cine sonoro empezaba a abrirse paso y las estrellas del género mudo se iban quedando atrás. En esa carrera contrarreloj llena de codicias, excesos, caídas y ascensos hay muchos nombres y apellidos, pero Chazelle ha preferido tirar de ficción, antes que ajustarse a la realidad. Claro que se nota que ha leído el maravilloso libro del cineasta Kenneth Anger titulado Hollywood Babylon, con el que sacó toda la mierda de debajo de las alfombras de las mansiones de actores, cineastas y productores de la época, pero al contrario que el libro –para muchos la sagrada biblia de los escándalos de Hollywood–, Chazelle no se moja tanto. Entonces, ¿qué es real y qué no en Babylon? Podemos decir que poco, pero todo muy bien empaquetado, con personajes y situaciones inspirados en la verdad. Porque Chazelle ha devorado libros (los mejores de 2023, aquí), películas y documentales de entonces durante más de diez años antes de lanzarse a estrenar. Y eso también se nota.
Babylon: Elinor sí es real
El primer nombre con el que nos encontramos que sí se ajusta bastante a la realidad es el que interpreta la actriz de Hacks Jean Smart (aquí las mejores series de 2023 de HBO Max). En la película da vida a la columnista Elinor St. John, una mujer madura con pluma afilada capaz de acabar con la carrera de cualquier estrella, si se lo propone. El personaje está basado en la novelista británica Elinor Glyn, conocida por escribir sus crónicas de sociedad en la revista Cosmopolitan y también como autora de ardientes novelas románticas. Fue ella la que acuñó el término ‘It girl’.
Babylon: Irving Thalberg sí es real
Otro personaje real es el que encarna el actor de El cuento de la criada (todo lo que sabemos de la sexta y última temporada, aquí) Max Minghella, en la piel del productor Irving Thalberg. Conocido este como ‘el niño maravilla’ porque, a pesar de su juventud, elegía guiones y repartos que siempre acababan en éxito, produjo algunas de las mejores películas de cine mudo como Gran Hotel o Una noche en la ópera . Fue uno de los fundadores de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) y también uno de los responsables en marcar las normas de la moralidad de la industria. Esto queda muy bien reflejado en la cinta de Chazelle.
Babylon: Sidney Palmer es casi real
La música en Babylon es fundamental. Hay mucho jazz tanto por la época, como por los gustos melómanos de Chazelle y su amigo Justin Hurwitz, responsable de la banda sonora. Y para recrear esos ambientes de humo y saxo, el director pone en pie al personaje Sidney Palmer, un trompetista que parece ser el doble del real Curtis Mosby, un líder de bandas de jazz y empresario musical que siempre estuvo muy pegado al cine, participando en algunas películas. Su carrera derivó después hacia los locales nocturnos que fue montando a lo largo de la costa Oeste durante las décadas de los 30 y 40. El actor Jovan Adepo lo interpreta.
Babylon: Lady Fay Zhu es ficción-homenaje
Anna May Wong fue la primera actriz china, nacida en Estados Unidos, que se hizo un hueco en la industria del celuloide. Llegó a trabajar en El expreso de Shanghai (1932), junto a Marlene Dietrich. Quizá por eso Chazelle programa un doble homenaje cuando su personaje ficticio Lady Fay Zhu interpreta una canción vestida de esmoquin a lo Dietrich. En Babylon, es la actriz Li Jun Li quien da vida a esta mujer exótica, valiente y diferente, que maravilla al espectador. Ojo a la actuación en la que canta el tema El conejito de mi novia. Hipnotiza.
Babylon: Nellie LaRoy no es real, pero sí hubo ‘it girls’ como ella
¿Y qué hay de los protagonistas?, pues para desgracia de los que esperabais encontraros con algo más de chicha, no hay nada que se ajuste a la realidad. Margot Robbie es en pantalla Nellie LaRoy, una aspirante a estrella que vive segura de su futuro éxito. Lo hace, sí, pero lo consigue más por su descaro y talento innato que por su profesionalidad. Aún así, algunos apuntan a que podría ser el resultado de la combinación de actrices del cine mudo como Clara Bow, Jeanne Eagels y Alma Rubens. Lo que sí comparte con esta última es una clarísima adicción a las drogas y a la fiesta en general. Normal que en la película se la llame la chica salvaje.
Babylon: Jack Conrad, tres galanes en uno
El caso de Brad Pitt (aquí las 60 fotos más locas de su carrera), engominado y con un bigotito fino en la piel del actor Jack Conrad, puede que sea más obvio porque nada más aparecer en pantalla a uno se le viene a la cabeza la imagen de Clark Gable. También pasea con la elegancia de Rodolfo Valentino y el atractivo de Douglas Fairbanks, y despliega todas sus dotes de galán y de sex symbol protagonizando momentos divertidísimos y otros de una tristeza infinita. Pitt siempre sabe darnos lo que queremos.
Babylon: Manny Torres no es real, pero sí el ‘latin power’ que representa
Y por último, hablemos del actor revelación de Babylon Diego Calva (así es el peinado de un actor con estilo). Seguro que le has visto en Narcos: México, pero es ahora cuando te vas a quedar con su cara. Su papel es el de ‘chico para todo’, un emigrante mexicano que se gana la vida haciendo los recados a la gente importante del cine. Se llama Manny Torres y su olfato de superviviente le permite escalar en la complicada industria de Hollywood. Representa a esa cuota de mercado latino que ayudó a levantar el Hollywood dorado, con nombres propios como René Cardona o Enrique Juan Vallejo, que empezaron de ayudantes de… y acabaron en puesto de dirección y producción. El actor lo clava de principio a fin.
Y hasta aquí nuestra guía para que no te pierdas por las tres horas de metraje que dura esta cinta delirante, excesiva, frenética y adictiva.
