Un tren que se dirige al pequeño pueblo de Bancroft hace una parada en Soldier Springs, donde tres bandoleros se suben a atracarlo. En el vagón viajan Molly Jones (Joan Weldon), la hija del sheriff local, y Mike Ryan (Joel McCrea), agente encubierto de la compañía de diligencias. Este ataque es el último de una oleada de crímenes que tiene atemorizada a la población y piden la dimisión del actual sheriff.