El 1 de marzo es una fecha clave en Gales ya que es el día de San David, su patrón. Una celebración a la que no ha faltado el príncipe Guillermo, quien continúa con su agenda mientras que Kate Middleton se recupera de su cirugía abdominal. El heredero al trono ha causado una gran expectación en la localidad de Wrexham, donde no ha dejado de hacerse selfies y ha protagonizado simpáticas anécdotas

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En esta jornada festiva, el príncipe de Gales ha conocido un lugar con historia. Se trata de The Turf, que destaca por ser el pub más antiguo del mundo situado junto al estadio del Wrexham AFC, equipo del que son dueños Ryan Reynolds y Rob McElhenney, este último presente en el acto. Ha podido conocer a los miembros del club y otros miembros la comunidad local

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El hijo mayor de Carlos III se ha animado a servirse una cerveza de grifo (curiosamente llamada Madrí) y a tomar un chupito con los anfitriones. "Todavía tengo la cabeza mal, por eso no trabajo detrás de la barra. Eso podría resolverse en aproximadamente una hora, hablen entre ustedes", ha comentado divertido

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En esta aparición hemos visto al príncipe Guillermo nuevamente con muy buen aspecto, muy distendido y sonriente. En los últimos actos a los que había acudido tras la operación de su esposa y el problema de salud de su padre estaba muy serio y físicamente cambiado

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Al salir del pub, el príncipe de Gales se ha encontrado con una simpática niña llamada Florence Boyle, de tres años. Muy espontánea, le ha regalado un narciso y le ha lanzado un beso. Se han fotografiado con los padres de la pequeña y se han despedido de forma amistosa, ¡chocando las manos!

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Otra de las paradas de Guillermo de Inglaterra ha sido el colegio All Saints, donde le han recibido los alumnos de primaria para mostrarle cómo celebran el Día de Gales, en el que hornean un bizcocho. Muy ilusionados, han hecho para el Príncipe un baile tradicional llamado Dawnsio Gwerin

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El primero en la línea sucesoria al trono británico ha recorrido las instalaciones del centro educativo, donde los alumnos le han regalado juguetes con dragones galeses para sus tres hijos y también flores para Kate. "Se las daré a Catherine también, muchas gracias", ha indicado

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El último paso de su recorrido ha sido el monumento conmemorativo a las víctimas del desastre minero de Gresford. Oocurrió hace 90 años y perdieron la vida 266 hombres tras una explosión en Gresford Colliery. En este punto ha podido hablar con Alan Jones, responsable del tributo

En el monumento, el Príncipe ha conocido a Ruby McBurney, una señora de 92 años que perdió a su padre en el citado desastre y se ha esforzado desde la infancia en promover este homenaje. Durante la conversación, el heredero al trono no ha soltado las manos de Ruby

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