Guillermo II de Alemania: La Segunda Guerra Mundial
Exordio
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

Kaiser Guillermo II de Alemania

Bandera de Alemania
Guillermo II

Friedrich Wilhelm Viktor Albert de Hohenzollern, nació en Berlín el 27 de enero de 1859, hijo del Príncipe Friedrich Wilhelm y su esposa la Princesa Real Victoria Adelaide Mary Louise, quien a su vez era hija de la Reina Victoria de Gran Bretaña.

Llamado Willie en el entorno familiar, por complicaciones en el parto nació con el brazo izquierdo lisiado, lo que fue ocultado hábilmente en todas las fotografías que se le tomaron durante toda su vida.  Asumió el trono en 1888, cuando murió su abuelo el Emperador Guillermo I y su padre, Friedrich III, lo sucedió de manera efímera por sufrir un cáncer de garganta, enfermedad que lo llevó a la muerte tres meses después de la muerte de su abuelo.

Guillermo II, se sentía muy a gusto rodeado de militares y le satisfacía enormemente lucir todos sus uniformes, sin embargo, no se le puede acusar de haber comenzado la guerra, aunque no hizo nada para contener al Imperio Austro-Húngaro y aceptó la guerra como única salida.  Fue destronado cuando fue forzado a abdicar por exigencia del Tratado de Versalles al finalizar la Primera Guerra Mundial.

Finalmente, se exiló en Holanda, donde murió su esposa la Emperatriz Augusta Victoria Duquesa de Schleswig-Holstein y contrajo matrimonio con Herminia von Schoenaich, viuda del Príncipe Reuss, quien simpatizaba con el Nacionalsocialismo y admiraba a Hitler.  Ella fue quien invitó varias veces a Goering a Holanda para que visitara al Kaiser antes de la guerra, pero el boato de Goering no impresionaba a Guillermo II.  Escribió dos autobiografías, "Memoirs 1878-1918" y "My Early Life" en 1926.

Aparte de su poco interés en el Nacionalsocialismo, Guillermo II tampoco dio muestras de que le impresionaran los logros del Partido Nacionalsocialista.  Es así que antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, le permitió a su hijo, el Príncipe Agusto Guillermo, que se uniera a las SA, aunque estuvo en desacuerdo con que después participara en la política nacionalsocialista y se distanciaron por esa causa.  Tres de sus hijos, el Mayor General Príncipe Oskar, el Príncipe Adalbert, y el Príncipe Eitel-Friedrich, tampoco simpatizaban con el nacionalsocialismo.  Los demás, incluyendo al Príncipe de la Corona Luis Ferdinando, sí simpatizaban con Hitler y su Partido.

Cuando las fuerzas alemanas invadieron Holanda, el gobierno británico le ofreció a Guillermo asilo en Londres.  El Kaiser agradeció la ironía británica, considerando que al finalizar la Primera Guerra los Aliados lo acusaron de ser un criminal de guerra, sin embargo les agradeció el "amable ofrecimiento." Por otro lado, también rechazó la invitación que Hitler le hizo para que se retirara en cualquier lugar de Alemania que escogiera.

Durante la campaña de Francia en 1940, el Príncipe Guillermo, nieto del Kaiser, murió en acción.  Hitler se enfureció por la muerte del príncipe y le prohibió al General Barón Alexander von Falkenhausen, comandante militar de Holanda, que bajo ninguna circunstancia fuera personalmente donde el Kaiser para darle la mala noticia de la muerte de su nieto, sino que enviara un emisario de menor categoría, en claro desdén por el Kaiser.  Falkenhausen, decidió enviar al General Alfred Streccius que era un monárquico leal al Kaiser.

Al funeral del Príncipe Guillermo asistieron miles de personas y eso también le molestó al Führer que emitió una orden secreta para dar de baja inmediatamente a todos los Hohenzollerns que hubiera en las Fuerzas Armadas.  Eso significaba que el Mayor-General Príncipe Oskar de Prussia, hijo del Kaiser, y varios de sus nietos, incluyendo al Príncipe Louis Ferdinando de Prusia, el Príncipe Georg Wilhelm de Hanover, y el Príncipe Burkhard de Prusia, además de los primos distantes, entre ellos el Príncipe Franz Joseph de Hohenzollern-Emden, debían pasar al retiro.

Cuando las fuerzas alemanas entraron a París, el Kaiser le envió un telegrama de felicitación a Hitler.  Algunas personas quisieron ocultar la carta, pero dado que el Kaiser había sido el Jefe de Estado durante la Primera Guerra Mundial, cuando las fuerzas alemanas no pudieron derrotar a los franceses, sintieron finalmente un gran orgullo por la victoria de sus generales en 1940, recordando que la mayoría de ellos fueron entrenados bajo el mando del Kaiser, antes y durante la Primera Guerra Mundial.  El Kaiser envió el telegrama con sincero patriotismo y orgullo por la indiscutible victoria del ejército alemán en Francia y los Países Bajos.

El Kaiser murió el 5 de junio de 1941 y Hitler quiso que su cuerpo fuera enviado a Alemania para hacerle un gran funeral con una enorme bandera con la esvástika sobre el ataúd.  Pero el Kaiser había puesto como condición en su testamento, que si él no regresaba a Alemania como su emperador antes de su muerte, quería ser enterrado en su exilio en Door Haus y que bajo ninguna circunstancia se utilizaran esvástikas visibles en su funeral.

Una vez más Hitler se enfureció y envió un enorme arreglo floral con una esvástika y no asistió a las ceremonias, en vez de eso, delegó la representación en el Dr. Arthur Seyss-Inquart.  Prohibió también que ningún militar asistiera a las honras fúnebres, pero muchos lo hicieron aunque sin usar el uniforme.  Sólo el Mariscal de Campo, Agusto von Mackensen, veterano de la Primera Guerra Mundial, padre del Coronel General en servicio Eberhard von Mackensen y el Embajador Hans Georg von Mackensen asistieron uniformados y con Bastón de Mando.


LIBRO

Wilhelm II: The Kaiser's Personal Monarchy, 1888-1900 (Hardcover) por John C. G. Röhl (Author) y Sheila de Bellaigue


Publicado: 19 mayo/2001 - Actualizado: 07 diciembre/2009