Lo que deja el Jubileo de Isabel II: la reina en holograma, té con un oso y memes en el balcón de Buckingham | Gente | EL PAÍS
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Lo que deja el Jubileo de Isabel II: la reina en holograma, té con un oso y memes en el balcón de Buckingham

Los festejos para conmemorar los 70 años en el trono de la monarca británica pasarán al recuerdo por imágenes que se han hecho virales y han despertado la curiosidad del Reino Unido y del mundo entero

Un holograma de la Reina Isabel II en una de las carrozas que desfiló por las calles de Londres, en el último día de celebraciones del Jubileo de Platino.Foto: AARON CHOWN (AP) | Vídeo: EPV

El Reino Unido amanece este lunes de resaca y vuelve a la normalidad —también política, con la moción de censura interna a Boris Johnson— tras los festejos por el Jubileo de Platino de Isabel II. Las calles de Londres recuperan la tranquilidad tras cuatro jornadas de fiesta en las que han estado repletas de gente y que han dejado imágenes para el recuerdo. Momentos virales que quedarán durante años en las retinas.

Una reina a medio gas y en holograma

Los festejos por los 70 años en el trono de Isabel II han dejado una sensación agridulce con respecto a su protagonista. La reina apareció en el primer acto en el que se la esperaba, el jueves, en el balcón del palacio de Buckingham, primero pasando revista a las tropas brevemente (a sus 96 años y con la movilidad bastante reducida ya no puede hacerlo a caballo) y, después, saludando junto a los llamados “miembros activos” de su familia.

Sin embargo, ese mismo día se anunciaba que la soberana iba a faltar tanto a la misa de acción de gracias celebrada en la catedral de San Pablo el viernes y también al derbi de caballos de Epson del sábado. Pero dio la sorpresa final dejándose ver, arropada por su heredero y descendencia más directa, en el balcón el domingo, como broche final de los festejos.

Además, Isabel II estuvo también presente en el desfile celebrado el domingo a primera hora de la tarde en Londres... pero de forma virtual. La carroza dorada con la que la monarca acude a actos formales, como la apertura del Parlamento británico, se paseó por las calles de la ciudad. Y aunque ella no estaba presente, su holograma se instaló sobre las ventanas del mismo, con una imagen de la reina vestida igual que el día de su coronación y saludando. Más de uno le devolvió el saludo.

Luis, rey del balcón

De forma completamente inesperada Luis, el hijo pequeño de Guillermo de Inglaterra y de Kate Middleton, se ha convertido en el protagonista del Jubileo de su bisabuela. El pasado jueves se colocaba justo al lado de la monarca durante el saludo en el balcón de palacio y su sucesión de muecas y gestos se volvían completamente virales. El pequeño, de cuatro años, se tapaba los oídos, sacaba la lengua y se mostraba sorprendido por el paso de los aviones de la Real Fuerza Aérea, en unas imágenes poco comunes en un acto tan frecuente, de ahí la curiosidad y lo llamativo de las fotografías.

El pequeño volvió a reaparecer con sus padres el domingo, en el desfile que cerró los fastos. Y ahí volvió a mostrarse tal y como es, apenas un niño: se puso de pie sobre los asientos, jugó con sus hermanos, hizo burla a su madre, Kate, que tuvo que regañarle, y pasó de brazo en brazo. Llamaron especialmente la atención unas imágenes en los que se le ve correr desde su asiento hasta el de su abuelo, el príncipe Carlos, que rápidamente y con toda naturalidad le coge en brazos e incluso le mece, lo que demuestra la estrecha relación entre el heredero, su hijo Guillermo y los hijos de este.

¿Dónde están Enrique y Meghan?

La presencia de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle dos años después de su marcha del Reino Unido era uno de los grandes alicientes de los más curiosos para seguir los fastos del Jubileo. Sin embargo, su presencia, muy cebada por los tabloides británicos, fue descafeinada.

Los duques de Sussex se desplazaron desde California hasta Londres con sus dos hijos —a los que no se ha visto— a mediados de semana para acudir a las celebraciones. Sin embargo, el jueves, tal y como se esperaba, no estuvieron en la foto principal del balcón de Buckingham, aunque los fotógrafos les captaron a través de ¡una ventana. El viernes ambos acudieron al servicio religioso de acción de gracias en la catedral de San Pablo, donde ocuparon un lugar muy secundario en el templo.

El sábado, día en que su hija menor, Lilibet, cumplía un año, celebraron una fiesta privada en Windsor, según los tabloides británicos, que aseguran que la reina Isabel por fin ha conocido a la pequeña. Sin embargo, tras tanto hablar de ellos, no han acudido a ningún acto más, ni al festivo concierto del sábado noche ni al desfile popular del domingo. Ya han sido retratados de nuevo en Santa Bárbara, California, donde el domingo por la noche aterrizaban en un avión privado.

Un oso, un té y unos sándwiches de mermelada

Al igual que el (falso) salto de Isabel II junto a James Bond en los Juegos Olímpicos de 2012 quedó para el recuerdo de aquella competición deportiva, de este Jubileo muchos recordarán el sorprendente vídeo en el que la monarca quedó para tomar el té con el oso Paddington. La cadena BBC mostró el sábado por la noche el vídeo que nadie esperaba: en el que la reina invita al popular personaje de ficción, creado en 1958 (es decir, 32 años menor que ella), y le enseña que, igual que él, lleva un sándwich de mermelada en su bolso.

Un metraje divertido y, cuanto menos, curioso, que demuestra que Su Graciosa Majestad sigue manteniendo un gran sentido del humor. Y unas imágenes que se han hecho virales: solo en el perfil oficial de la familia real en YouTube el vídeo se reprodujo más de 1,5 millones de veces en sus primeras 24 horas.

Un heredero en horas altas

Los eventos del Jubileo de Platino han girado en torno a Isabel II, sin ninguna duda. Pero si alguien ha salido reforzado de las celebraciones ha sido el príncipe Carlos, su hijo mayor, de 73 años, y eterno aspirante al trono británico. El príncipe de Gales ha dado una imagen de profesionalidad y a la vez de cercanía durante los cuatro días de fiesta.

El primer día, en el balcón de palacio, se le vio emocionado junto a su madre y su familia, incluso con lágrimas en los ojos. El segundo, fue quien presidió la misa de San Pablo, en ausencia de su madre. Pero fue el sábado cuando él mismo, casi sin proponérselo, demostró su estrecha relación con la monarca. Fue en su discurso en el concierto a las puertas de Buckingham, donde rindió tributo a la “vida de servicio” de Isabel II, a la que se dirigió como “Su Majestad, mamá”. También mencionó a su padre, Felipe de Edimburgo, fallecido hace un año y “muy recordado”, afirmó. “Sé que lo que hace que mi madre se levante cada mañana sois todos vosotros. Lo está viendo desde casa. Y está representada aquí esta noche en este inmenso público”, aseguró, bromeando que su madre estaba en Windsor, a apenas unos kilómetros de distancia: “Si gritamos fuerte podría llegar a escucharnos”.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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