Guillermina Bravo nació en Chacaltianguis, Veracruz, el 13 de noviembre de 1920. Estudió danza con Waldeen von Falkenstein y danza folklórica en la Escuela Nacional de Danza. También siguió cursos de música en el Conservatorio Nacional de Música. En 1938 atendió cursos impartidos por Estrella Morales, y enseñó la coreografía que había aprendido de forma autodidacta desde 1940 hasta 1945, mientras bailaba como bailarina del Ballet de Bellas Artes, en la Ciudad de México.

En 1947, el director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) la invitó a dirigir la Academia de la Danza Mexicana; al año siguiente –con un grupo de bailarines– fundó el Ballet Nacional de México.

Participó en el ballet de masas 'El 30-30', una de las obras fundamentales de la danza mexicana.  A lo largo de casi seis décadas y a pesar de los vaivenes oficiales, de los cambios de políticas culturales y de las transformaciones en las modas y gustos, Guillermina Bravo y el Ballet Nacional de México se mantuvieron vigentes hasta su desaparición en 2006.

La desintegración de esta emblemática compañía fue inminente, pero Guillermina Bravo mantiene su espíritu de formar a nuevas generaciones de bailarines a través del Colegio Nacional de Danza Contemporánea, ubicado en la ciudad de Santiago, Querétaro. Desde hace más de una década, esta institución educativa ha sido de las principales alternativas en México y Latinoamérica para los jóvenes interesados en desarrollarse profesionalmente en la danza contemporánea.

Ha sido una mujer constantemente galardonada, sobresale el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Veracruzana. Miembro de honor de la Alianza Mundial de la Danza-Americas (World Dance Alliance-Americas).