ANDALUC�A
Memoria

De Queipo de Llano a Pico Reja: cr�nica de dos exhumaciones paralelas

Actualizado

Al tiempo que se negociaba la salida de los restos del general franquista de la Macarena, en el cementerio de Sevilla, un grupo de investigadores localizaba los huesos de una mujer embarazada de unos siete meses en la fosa com�n que alberga unas 1.600 v�ctimas de la represi�n

Una alfombra cubre los huecos dejados en el suelo de la bas�lica de la Macarena, tras la exhumaci�n de los restos de Queipo de Llano y de su esposa.
Una alfombra cubre los huecos dejados en el suelo de la bas�lica de la Macarena, tras la exhumaci�n de los restos de Queipo de Llano y de su esposa.MAR�A JOS� L�PEZEUROPA PRESS

Apenas 1,8 kil�metros separan la Bas�lica de la Macarena del cementerio de San Fernando de Sevilla. En la primera, este jueves hab�a un trasiego constante de feligreses, curiosos, devotos, turistas, escolares y periodistas. Todos se asomaban en alg�n momento hasta la peque�a capilla bajo cuyos m�rmoles resposaban, hasta pocas horas antes, los restos del general franquista Gonzalo Queipo de Llano y de su esposa, Genoveva Mart�.

All�, una alfombra ocultaba el hueco dejado en el suelo tras la exhumaci�n de los huesos. Pero, durante toda la ma�ana, las placas que recuerdan el v�nculo de Queipo con la hermandad segu�an colgadas de la pared en la capilla de San Jos� a la espera tambi�n de ser retiradas en cumplimiento de la Ley de Memoria Hist�rica.

La hermandad se hab�a propuesto que los trabajos de exhumaci�n no alteraran el normal funcionamiento de los cultos y lo ha conseguido. Tras una madrugada de trabajos continuados, los restos de Queipo y de su esposa, y tambi�n los del que fuera ejecutor de muchas de las sentencias dictadas por el general, Francisco Boh�rquez, est�n ya en poder de sus familiares. Y la iglesia consigui� reabrir sus puertas a las 9 de la ma�ana para la primera misa del d�a como si nada hubiera ocurrido.

Por el templo circularon durante toda la jornada visitantes y fieles, y tambi�n un grupo de estudiantes del IES Sierra de Yeguas (de la localidad malague�a del mismo nombre), con m�s curiosidad e inter�s tal vez que en otras visitas similares, advertidos por sus profesores de la singularidad de los hechos de los que estaban siendo testigos.

En la funci�n de las 11.30, el sacerdote que celebr� la eucarist�a no se resisti� a hacer una referencia breve a lo que hab�a ocurrido horas antes: "�No habr� perdonado el sant�simo a los hermanos que esta noche han salido del abrazo de la Virgen?", se preguntaba de forma ret�rica. "No corresponde a los hombres juzgar. Solo Dios puede juzgarnos", a�ad�a.

En el exterior, varios equipos de televisi�n se preparaban para realizar directos y acentuar la relevancia hist�rica de las exhumaciones de quienes fueron respectivamente hermano mayor (Boh�rquez) y hermano mayor honorario (Queipo), acogidos a sagrado durante m�s de siete d�cadas junto a la Macarena.

1.600 v�ctimas en la fosa com�n

Pero, a poco menos de veinte minutos de paseo a pie, un equipo de investigadores segu�a avanzando, como vienen haciendo todos los d�as desde enero de 2020, en la localizaci�n, limpieza e identificaci�n de otros restos, los de alrededor de 1.600 v�ctimas de la represi�n franquista enterrados en la fosa com�n de Pico Reja.

Bajo los toldos que preservan la intimidad de los trabajos tras la apertura de la fosa, el antrop�logo Juan Manuel Guijo repasa las �ltimas piezas �seas recuperadas, que se corresponden con las de una mujer embarazada y un feto de unos siete meses. Por la posici�n de los huesos, el investigador afirma con escaso margen de duda que se trata de una v�ctima de la represi�n. No todos los restos que han aparecido en Pico Reja lo son.

De hecho, en total, los investigadores han hallado huesos que pertenecen a unas 7.300 personas. Porque, tras servir de fosa para deshacerse de los cad�veres de los fusilados, este mismo espacio de tierra se us� tambi�n como osario, como dep�sito para el enterramiento de quienes no ten�an recursos econ�micos o incluso para el dep�sito de los despojos procedentes del hospital cercano. Las causas de por qu� estos restos acabaron en Pico Reja son m�ltiples.

El caso es que esta extensi�n de terreno en lo que era la trasera del cementerio de Sevilla (antes de su expansi�n) se convirti� en un "gran tri�ngulo del olvido", explica el responsable de la excavaci�n, a cargo de Aranzadi Sociedad de Ciencias.

Los trabajos de exhumaci�n est�n a punto de concluirse, porque el presupuesto (alrededor de 1,5 millones de euros) no da mucho m�s de s� y porque los investigadores consideran que este tipo de prospecciones tienen que estar delimitadas temporalmente: "Hay que concluir a tiempo de cotejar los hallazgos con los testimonios de los familiares directos que siguen vivos".

"Nos hemos encontrado con una ingente actividad funeraria dentro de la fosa que resulta muy dif�cil de abarcar. Por eso hay que tener muy claros los objetivos. De momento, sabemos que la fosa se cav� para alojar a los represaliados en los meses de julio y agosto de 1936, muchos de ellos fusilados en la misma tapia del cementerio, y algunos incluso rematados una vez dentro. Pero tambi�n hay evidencias de que, hasta avanzada la d�cada de los 40, se sigui� empleando para realizar inhumaciones de las que no queda registro documental alguno. Son enterramientos sin memoria, que se mezclaron con los restos ya existentes", a�ade el investigador.

Unos 400 familiares de los represaliados han cedido muestras de ADN para el trabajo posterior que se realizar� desde el Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada. Tambi�n los descendientes de Blas Infante, fusilado por orden de Queipo en agosto de 1936, y enterrado presumiblemente en esta misma fosa, han participado en la investigaci�n para identificar, si fuera posible, sus restos.

"Una deuda hist�rica"

Cuando en la madrugada de este jueves, un coche de la empresa funeraria M�mora sacaba de la bas�lica de la Macarena los restos de Gonzalo Queipo de Llano y Genoveva Mart�, entre aplausos de un grupo reducido de familiares, la voz de una mujer, Paqui Maqueda, intentaba hacerse o�r recitando los nombres de algunos de los represaliados bajo la cruenta represi�n ejercida por el general franquista y sus tropas, al que se responsabiliza de forma directa e indirecta de hasta 45.000 muertes por toda Andaluc�a.

"Juan Rodr�guez Tirado, Enrique Rodr�guez Rodr�guez, Juan Rodr�guez Rodr�guez, Pascual Rodr�guez Rodr�guez, Francisca Rodr�guez Rodr�guez", recit� Paqui Maqueda como una letan�a en homenaje a sus familiares. "Honor a las v�ctimas del franquismo. Honor a los 1.400 hombres y mujeres de Pico Reja asesinados por el franquismo. Responsable, Gonzalo Queipo de Llano; responsable, Francisco Boh�rquez". Hoy, en Sevilla, se salda una deuda hist�rica con las v�ctimas del franquismo", gritaba, sola en la noche, con una voz rota por momentos.

Conforme a los criterios deThe Trust Project

Saber más
Pol�ticaLa precuela andaluza de la foto del Palace
Corrupci�nLa Junta env�a un escrito al juez de los ERE para aclararle que no renuncia a ser indemnizada por el fraude
Sanidad1.185 enfermeros pidieron traslado fuera de Andaluc�a en el �ltimo a�o