Biografia de Gerhart Hauptmann

Gerhart Hauptmann

(Obersalzbrunn, 1862 - Agnetendorf, 1946) Dramaturgo y novelista alem�n que obtuvo el premio Nobel en 1912. Escritor mundialmente c�lebre, se dedic� al principio a la escultura, y como escultor lleg� a Italia despu�s de un largo viaje mar�timo descrito posteriormente en La aventura de mi juventud (1937), con la secreta intenci�n de marchar luego a Grecia, meta ideal de cualquier alem�n fascinado por el clasicismo; en N�poles, sin embargo, crey� haber hallado una abundancia de arte griego susceptible de justificar una estancia que luego continu� en Roma.


Gerhart Hauptmann

Una enfermedad infecciosa le hizo regresar a Alemania; tras algunas tentativas inciertas en el campo �pico-po�tico, Gerhart Hauptmann descubrió su vocaci�n de dramaturgo bajo la influencia directa de los inspiradores del naturalismo alem�n, Arno Holz y Johannes Schlaf. El estreno de Antes de la aurora (1889), que provoc� incidentes y violentas discusiones, se�ala, en efecto, el triunfo del movimiento naturalista; Hauptmann permanecería fiel a algunos elementos t�picos del teatro naturalista (el estudio del ambiente, el empleo de formas dialectales y la presentaci�n de casos m�s o menos patol�gicos) a lo largo de toda su producci�n, hasta los �ltimos tiempos.

El joven dramaturgo iba progresando de a�o en a�o y sus �xitos se suced�an. En Almas solitarias (1891) ofreci� el drama del hombre aislado en un peque�o ambiente burgu�s provinciano, mientras en Los tejedores (1892), audaz obra dram�tica de masas que mereci� incluso la aprobaci�n de Tolstoi, dio lugar a una producci�n todav�a hoy representada con fortuna, sobre todo en Rusia y en los escenarios de los teatros de izquierda. En ella se narra el levantamiento contra los empresarios capitalistas de los obreros del ramo textil, desempleados y hambrientos por el suceso definitorio de la revolución industrial: la brusca introducci�n de las m�quinas.

Gerhart Hauptmann volvi� al drama de multitudes con Florian Geyer (1895); pero el gran n�mero de personajes y aun la misma amplitud del episodio, que no permite centrarlo en torno a un protagonista, impidi� el franco �xito de la obra. En cambio, mantiene a�n su vitalidad la comedia de ambiente La piel de castor (1893), cuya protagonista es una astuta y simp�tica mujer del pueblo que logra inducir a error a cuantos la conocen, singularmente a quienes se juzgan superiores a ella.

Motivos en el fondo vinculados todav�a al naturalismo persisten en dos de los dramas de Gerhart Hauptmann m�s logrados: El cochero Henschel (1898), tragedia del hombre traicionado, y Rosa Bernd (1903), pieza también trágica en torno a una infanticida. Al mismo tiempo que estos temas netamente naturalistas, el escritor silesiano iba desarrollando tambi�n otros de neta filiaci�n simbolista, como puede apreciarse en La ascensi�n de Hannele (1893), y todav�a m�s en la famosa obra La campana sumergida (1896), que consagr� en todo el mundo la celebridad de Hauptmann y fue objeto de diversas adaptaciones musicales, entre ellas la del italiano Ottorino Respighi.

Constituye una caracter�stica del dramaturgo el traslado a la escena o a las novelas de algunos acontecimientos de su vida, como, por ejemplo, el litigio matrimonial con su primera esposa y su posterior v�nculo conyugal. Junto a la gran mole de sus creaciones teatrales figuran numerosos textos en prosa y poes�a, algunos de los cuales no habr�n de caer f�cilmente en el olvido: as�, Manuel Quint, el loco en Cristo (1910) y El hereje de Soana (1918).

Hacia los �ltimos a�os de su existencia, Hauptmann se dedic� con renovado inter�s al teatro griego, y lleg� incluso a concretar una tetralog�a sobre los Atridas (1941-44), en la que el antiguo mito cobra nuevas significaciones. Una de sus postreras creaciones, en cambio, no fue precisamente una obra teatral, sino El gran sue�o (1942), especie de "itinerarium" medieval, m�s bien herm�tico, inspirado en la Divina Comedia de Dante y escrito en tercetos.

P�stumamente apareci� el drama Herbert Engelmann (1950) en la elaboraci�n esc�nica de Carl Zuckmayer; por otra parte, la novela incompleta Winckelmann (1954) fue ordenada y acabada por Frank Thiess. El anciano Hauptmann, que hab�a preparado en secreto una obra dram�tica contra el nazismo, Tinieblas (1943), no parec�a destinado a la suerte reservada a los silesianos tras la Segunda Guerra Mundial; pero antes de partir para el destierro le fue concedido morir en aquella tierra que cantara en sus dramas. Sus restos mortales, junto con los manuscritos y parte de sus libros y obras, fueron enviados, tras muchas dificultades, a la zona occidental.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].