Sale a la venta el querido ‘Possi’ de la emperatriz Sissi, el castillo en el que vivió sus años más felices

La vida de la emperatriz Sissi es una de las más enigmáticas de los últimos siglos, tanto que de ella se puede decir que es uno de los personajes más populares del siglo XIX. Todo lo relacionado con su vida despierta una gran curiosidad, especialmente en lo relativo a sus primeros años y su juventud, de ahí la gran fascinación que ha surgido tras conocerse la venga de la vivienda en la que pasó su niñez y adolescencia.

Se trata del castillo de Possenhofen, en Austria, un castillo que fue propiedad de su padre, el duque Maximiliano, y donde ella pasó sus mejores momentos hasta su boda en 1854 con Francisco José I de Austria, cuando esta vivienda pasó a ser una residencia vacacional.

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124 años después de la muerte de Sissi, la propiedad ha salido a la venta y aquel que esté dispuesto a pagar los 5,2 millones que cuesta puede vivir en este histórico edificio y disfrutar de los mismos paisajes que la emperatriz idolatró durante toda su vida. La parte que se vende es en la que la emperatriz pasó esos años, pues fueron sus habitaciones privadas.

Se trata de un dúplex con una superficie de 270 metros cuadrados distribuido en tres dormitorios, tres baños y un salón con chimenea. Además, cuenta con suelos de parqué, altísimos techos y tres balcones con vistas al lago Starnberg y a los montes Alpes. Además, se incluye un ático que está sin explotar de unos 250 metros. Tan feliz fue aquí Sissi que acabó refiriéndose a este castillo como ‘Possi’, un apodo cariñoso que demuestra lo importante que fue para ella.

En sus jardines jugó con los animales que había en la época, ciervos, ovejas y gallinas que se convirtieron en casi amigos y, además, aprendió de su padre a montar su caballo, Rosalie, con el que fue retratada en más de una ocasión.

Tras su boda con el emperador Francisco José I siguió visitando el castillo de Possenhofen, pues en él siguieron residiendo sus padres, lo que le permitió seguir disfrutando del aire libre, algo que echaba de menos en Viena, donde se trasladó tras su matrimonio.

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La inmobiliaria encargada de la transacción, Riedel Immobilien, destaca también la parte exterior, pues la zona está protegida de las miradas indiscretas gracias a unos altos setos. Además, solo pueden acceder a esta zona los residentes del castillo, que también pueden disfrutar del Club Náutico Possenhofen, situado a unos metros.

Pese a haberse criado en este entorno idílico, la vida de la emperatriz Sissi no fue nada fácil. Se casó con apenas 16 con Francisco José, quien además era su primo, el 24 de abril de 1854 en la Iglesia de los Agustinos, en Viena. Y desde entonces pasó a ser oficialmente la emperatriz consorte de Austria.

Tuvieron cuatro hijos juntos: Sofía Federica, nacida en 1855 y fallecida dos años después de disentería durante un viaje a Hungría; Gisela, que vino al mundo en 1856; el tercero, Rodolfo, nació en 1858 y fue hallado muerto bajo extrañas circunstancias junto a su amante en 1889. Por último tuvieron a María Valeria, en 1868.

Obsesionada con su peso, todo indica que padeció anorexia. Dicen que nunca superó los 50 kilos (medía 1,72) y para ello se sometía a una dieta muy estricta. Había días en que solo se alimentaba de un par de frutas o se hacía preparar un helado con sabor a flor de violeta.

Murió de forma violenta el 10 de septiembre de 1898 a consecuencia de un atentado orquestado por Luigi Lucheni, anarquista y exsoldado italiano. Mientras daba un paseo por la ciudad de Territet, un hombre simuló tropezarse con ella y la empujó. Tras subirse a un barco, Sissi sintió una molestia y se desmayó. Al quitarle el vestido encontraron sangre. El médico comprobó que tenía una herida de arma blanca a la altura del corazón, de la que falleció unos minutos después a los 60 años.