Creado en: mayo 14, 2023 a las 01:01 pm.

El incomparable gracioso Francisco Covarrubias (II)

El Principal desde el sureste

La inauguración del teatro Principal en abril de 1803 trajo un indudable beneficio al arte escénico. Se ha reforzado la compañía con intérpretes franceses, españoles y de territorios americanos. Aunque traen un nuevo director de la península, Covarrubias conserva su protagonismo como primer gracioso y director de piezas jocosas, y se le concede organizar un beneficio el 21 de enero de 1804, con la comedia de figurón Entre el amor y el honor, el honor es lo primero,de Francisco de Leyva y los sainetes Mala noche y parir hija y El muelle de Cádiz o El chasco del indiano; en este último canta y baila con la primera dama Agustina Pereyra.

Antes ha protagonizado con la gaditana Antonia Rodríguez Los genios encontrados, de Ramón de la Cruz. .El periódico, con su acostumbrada escasez de información sobre los intérpretes, no menciona su protagonismo en las comedias de figurón El filósofo enamorado o La escuela de las mujeres, de Forner y La Florentina, de Bahamonde; Las armas de la hermosura, de Calderón;  Los dos viejos maniáticos y El atolondrado de Rodríguez de Arellano, La sirena de Tinacria de Diego de Figueroa, El chismoso, versión de Le médisant de Destouches[i], No puede ser guardar a una mujer, de Moreto; y La criada más sagaz, El hablador y La posadera, versiones de comedias de Goldoni, más una docena obras; en todas estas aparecerá reseñado en años posteriores. Incursiona de nuevo en la tonadilla, cuando el 12 de enero de 1804 canta y baila con Agustina Pereyra La viuda y el sacristán, de Antonio Rosales.

En el año cómico 1804-1805, actúa en las comedias anónimas El jugador de La Habana y el vicioso arrepentido y Los avaros y tramposos y astucias de corredores; en la comedia de gracioso de Fernando de Zárate, La presumida y la hermosa; en las dos primeras partes de El asombro de Jerez, Juana La Rabicortona, de Cañizares y Antonio Pablo Fernández y en La encantada Melisendra y piscator de Toledo, de Tomás Añorbe; dirige y protagoniza los sainetes El fandango del candil y El sombrerito, de Ramón de la Cruz, en los que baila el Zorongo, Los tres novios imperfectos: sordo, tartamudo y tuerto, de Sebastián Vázquez y Juan Juye y la propietaria; por supuesto, protagoniza el de su autoría Desbarros de Covarrubias y feria de Candelaria.  El 14 de enero el Papel Periódico de la Havana anuncia: “… a beneficio del Sr. Francisco Covarrubias, primer gracioso de este teatro, la famosa comedia nueva de serio, gracioso y figurón en tres actos, titulada El Licenciado Vidriera [de Agustín Moreto].

Adornada de muchos divertidos lances, concluido el primer acto, se cantará por las Sras. Rodríguez y Titi, un dúo italiano de exquisita música. Acabado el segundo, se ejecutará el divertido sainete nuevo titulado Casa nueva de locos. Seguirá el tercer acto y concluido se cantará por la Sra. Rodríguez y el Sr. Covarrubias la célebre tonadilla de figurones nombrada Doña Toribia y Don Celedonio, exornada de excelentes dúos que ofrecen los dos cantarines verificar con todo esmero y dará fin la tonadilla y función con el gracioso baile de las folias por los referidos Rodríguez y Covarrubias”.

Culminando esa temporada, la compañía entra en crisis: durante la Cuaresma de 1805, varios integrantes anuncian su salida hacia otros países. Los domingos 24 de febrero y 4 de marzo el periódico publica: “D. Francisco Covarrubias hace presente al público que sale para el reino de México, y declara que nada debe”. Ese año, el Coliseo de la capital de Nueva España estaba cerrado por reparaciones y en aquel virreinato solo funcionaban los teatros de Veracruz, Oaxaca y otras ciudades más alejadas de La Habana.

En las listas de salida de embarcaciones publicadas en el Papel Periódico… aparecen: una goleta hacia Veracruz el 14 de marzo, un bergantín hacia Campeche el 18 de ese mes, y el 3 de abril una fragata hacia Campeche y una goleta hacia Veracruz. Aunque algunos niegan que Covarrubias haya realizado este viaje, aventuro que se embarcó en una de estas naves para probar suerte en el teatro veracruzano; ya habían ocurrido entrecruzamientos en ambas compañías. No reaparece en el Principal habanero hasta el 13 de noviembre de 1805, con la comedia de magia de Cañizares El asombro de la Francia, Marta la Romarantina y el sainete Mañana de San Rafael o Las tortillas.

Calderón: muy representado por Covarrubias

En el año cómico 1806-1807, vuelve a tomar el mando de la compañía junto a su asidua compañera de roles desde 1803, la gaditana Antonia Rodríguez: organizan una nueva cooperativa de actores, llamada Compañía de Cómicos Asociados.

Lamentablemente, en los archivos cubanos faltan los periódicos de aproximadamente ocho meses del año 1806; aun así, pudimos rescatar su participación como gracioso en la comedia de Moratín El sí de las niñas, a pocos meses de su estreno absoluto en Madrid. y en el drama Pablo y Virginia, versión de Juan Francisco Pastor sobre el original de Edmé-François Favières. El 4 de diciembre figura en la comedia de Calderón Para vencer a amor querer vencerle; y el 9, en el elenco que da a conocer a los habaneros El matrimonio casual, comedia del criollo Francisco Filomeno, que había tenido su estreno absoluto en Madrid en 1802. El 12 de diciembre está en noche de gala: figura en el estreno de El avaro, de Molière, en la versión del peninsular Dámaso de Isusquiza e interpreta uno de sus grandes éxitos, el Negrito de la tonadilla El desengaño feliz o El negrito.

La temporada siguiente tampoco fue productiva para la compañía encabezada por la Rodríguez y Covarrubias, que se dispersa durante la Cuaresma. Un grupo empresarial asume el control; intenta rebajar el salario a los que han quedado, no lo consigue y organizan apresuradamente un nuevo elenco con aficionados y profesionales de dudosa reputación, que debuta en abril de 1807. El público y la crítica reaccionan; transcribo trozos de unas “Reflexiones” publicadas por un tal El Máscara de Fierro:  “…Los antiguos actores, si no son perfectos en sus respectivas clases, eran a lo menos artistas más que regulares; y a pesar de estas ventajas conocidas han sido reemplazados por unos advenedizos que jamás pisaron las tablas […] estos mismos hombres y estas mismas mujeres son las que se nos presentan para sustituir a los Covarrubias, los García, las Vallecillo y la muy apreciable voz y demás talento de la Rodríguez…”.

Entonces nuestro gracioso organiza con Juan José García, otro de los pilares de la escena habanera, una tropilla que inaugura en mayo un teatro en la calle del Medio, en Matanzas, donde trabajan hasta julio.

Abrumados por el rechazo general y presionados por el gobierno, los empresarios despiden a la compañía bisoña y reabren el Principal el 23 de agosto con los antiguos cómicos. En lo que resta de temporada, Covarrubias participa en el estreno de la ópera América y Apolo, del poeta habanero Manuel de Zequeira; en ocasión de su beneficio, hace el gracioso de Fieras afeminas amor, comedia de Calderón refundida por Cañizares y es uno de los protagónicos en Los tres mellizos, comedia traducida del italiano por Pierre Lefebvre, en versión del peninsular Antonio Rezano. El 23 de febrero de 1808, dirige y protagoniza su sainete El peón de tierra adentro.  

Página 4 de El Aviso, 10 de noviembre de 1807.

Además de la escasez de ejemplares de periódicos, en los que existen no hay carteleras de teatro desde la Cuaresma de 1808 hasta el 21 de mayo de 1809, cuando tardíamente la compañía comienza el año cómico: indudablemente han tenido serios problemas; una vez más no hay empresarios y Antonia Rodríguez asume el mando. El 10 de julio la compañía sale hacia Veracruz en una gira de más de tres meses. El 28 de octubre reinician temporada en el Principal: “…Miscelánea. Matar tres pájaros de una pedrada o La embarcación imaginaria. Tonadilla: La viuda. Pieza de genial: El atolondrado. Sainete: El sí de las niñas”. Aventuro que Covarrubias está en más de una de las ofertas de esta cartelera. En noviembre, protagoniza la comedia de Enciso Castrillón El niño bitongo. Además, ha representado sus acostumbrados éxitos, El dormilón, Los tres novios imperfectos, La casa de locos de Sevilla y otros.

El año cómico de 1810 comienza el 22 de abril.  Nuestro Caricato es mencionado en agosto en el drama de José de Arazoza Glorias del valle del Roncal o Hazañas de Mariano de Renovales y el 4 de septiembre, para su beneficio, en la zarzuela de Calderón El jardín de Falerina o Prodigios de la magia y el sainete El burlador de las mozas; pocos días después protagoniza junto a la primera dama María Sabatini La casualidad contra el cuidado, refundición de Enciso Castrillón sobre El celoso extremeño, de Antonio Coello. Hay otros trece estrenos de comedias y sainetes hasta el 18 de septiembre, fecha que marca el debut del primer actor y director Andrés Prieto, quien revolucionará el arte escénico en la colonia de Cuba.

Antes de finalizar esta temporada, Covarrubias protagoniza junto a Prieto La buena madre, del francés Jean-Pierre Claris de Florian y participa en la comedia La esposa prudente o Las consecuencias del juego, de Arazoza. El 12 de febrero estrena su sainete El chasco de la sambumbiería de San Lázaro.

Con treinta y cinco años, es ya un intérprete de excelencia.

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