Las raíces navarras de Agustín de Iturbide, el primer emperador de México
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Historia y Patrimonio

Las raíces navarras de Agustín de Iturbide, el primer emperador de México

El primer emperador de México, Agustín de Iturbide, tenía ascendencia navarra por parte de padre -José Joaquín, nacido en Peralta-, mientras que su esposa Ana María Huarte, "el jardín de Nueva España", era hija de un comerciante oriundo de Goizueta. En marzo de 2023 se cumplirá el segundo centenario del fin del reinado de esta curiosa y efímera corte

Ampliar Agustín I de México
Agustín I de México, primer emperador de la historia de México, era hijo del navarro José Joaquín de Iturbide y Arregui, natural de PeraltaARCHIVO
Actualizado el 06/02/2023 a las 16:09
José Joaquín de Iturbide y Arregui, hijo de los peralteses José de Iturbide Álvarez de Eulate y María Josefa Arregui Gaztelu, nació en 1739 en la localidad de sus progenitores. Como muchos otros navarros, emigró siendo joven a América en busca de fortuna y, tras una larga y próspera vida, 83 años después ostentaba el nobilísimo título de "Príncipe de la Unión" y podía jactarse de ser, además, el padre del primer emperador de México, Agustín I. Este increíble ascenso social, que gana por goleada al del británico James Brooke (rajá de Sarawak e inspiración de la novela 'Lord Jim' de Joseph Conrad), puso en el efímero trono de México a una familia que tenía sangre navarra por casi todos los costados. En marzo de 2023, precisamente, se cumplirá el segundo centenario de la caída en desgracia de esta Casa de Iturbide, tan célebre en México como olvidada en la tierra de sus orígenes.
El mencionado José Joaquín abandonó Peralta para embarcarse hacia Nueva España (actual México), con la vista puesta en la ciudad de Valladolid -hoy denominada Morelia, en el estado de Michoacán-, donde residía su tío Arregui, un canónigo, que le ayudó a asentarse en sus inicios. Una vez ya establecido, el navarro se casó con María Josefa Aramburu y Carrillo de Figueroa, oriunda de la localidad guipuzcoana de Oiartzun, y ambos formaron una familia numerosa con nueve hijos. El sexto de ellos, Agustín, estaba destinado a las más altas cotas imaginables en aquel lugar y en aquella época.
Solo cinco años después que José Joaquín naciera en Peralta, en Goizueta venía al mundo José Isidro Huarte y Arrivillaga. Sus padres, Juan Francisco de Huarte y Agustina de Arrivillaga, se habían desposado allí, en la parroquia de la Asunción, en 1737. Cuando frisaba la veintena, José Isidro cruzó el Atlántico soñando con una vida más próspera... y en la Valladolid novohispana la encontró. Pronto tuvo éxito en los negocios y merced a su segundo matrimonio -con la nieta de los marqueses de Altamira, Ana Manuela Muñiz Sánchez de Tagle- ascendió en la escala social. Así, el navarro no tardó en alcanzar el rango de intendente, el más alto entre el funcionariado de la provincia (intendencia). El matrimonio tuvo diez vástagos. Y la octava de estos, Ana María, bellísima según las crónicas de la época, llegaría a ser con el tiempo emperatriz consorte de México.
Ana María y Agustín, descendientes de humildes familias navarras, se conocieron en una Nueva España que había sido tierra de promisión para sus progenitores. Allí contrajeron nupcias, en una catedral de Valladolid engalanada especialmente para la ocasión, el 27 de febrero de 1805. Ella tenía 19 años y destacaba por su lujosa dote y su agraciado físico -que le hizo acreedora del apodo de "el jardín de Nueva España"-; él, de 22 años, era un subteniente guapo y bien asentado gracias al dinero de su padre. La boda fue todo un acontecimiento social en la ciudad.
REVOLUCIÓN EN MÉXICO
Nueva España, no obstante, se acercaba a uno de los momentos más convulsos de su historia. Tal es así que su final estaba muy cerca. En 1810 se desató la revolución y las tropas del virreinato tuvieron que enfrentarse a los insurgentes. Agustín de Iturbide ascendió meteóricamente entre las filas de los fieles a la Corona española, hasta convertirse en comandante en jefe del ejército del sur de Nueva España. Pero en 1820, mientras en la península ibérica el coronel Rafael del Riego se levantaba en armas para hacer jurar al rey Fernando VII la Constitución de 1812, Agustín marchó para reunirse con uno de los principales cabecillas de la rebelión novohispana, Vicente Guerrero. Debía ofrecerle la posibilidad de que depusiera las armas y se acogiera a un indulto, pero en realidad ambos llegaron a una entente para pelear juntos por la independencia de México.
Agustín de Iturbide, consumada su traición, fue puesto al mando del ejército conjunto, el denominado Trigarante, y al frente de estas tropas entró en la Ciudad de México, hiriendo de muerte al virreinato. La firma de los Tratados de Córdoba en 1821 certificó la independencia de México y el inicio de la Regencia; es decir, una monarquía sin rey, de momento. El país, no obstante, estaba controlado por Agustín, elegido por unanimidad como presidente de la Junta Provisional Gubernativa. Y de ahí a coronarse solo había un paso... el cual dio Agustín a mediados de 1822. El 18 de mayo fue proclamado por el ejército y parte de la población, y el 21 de julio de 1822, en la Catedral de México, él y su esposa Ana María Huarte fueron coronados emperador y emperatriz del Imperio mexicano
Agustín de Iturbide
Coronación de Agustín de IturbideARCHIVO
Lejos de traer la estabilidad y restañar las heridas abiertas, el nuevo gobierno se topó con una inestabilidad creciente, ya que ni siquiera entre quienes habían apostado por la independencia existía un entendimiento. Agustín de Iturbide no fue capaz de apaciguar las aguas. Primero, disolvió el Congreso, que se oponía a su creciente poder, bajo la acusación de desobediencia y traición, y así volvió en su contra a Vicente Guerrero y otros líderes. Pero fue uno de sus subordinados, Antonio López de Santa Anna (célebre por la batalla de El Álamo), al que había nombrado gobernador de Yucatán, quien le destronó.
Santa Anna, antes, había galanteado a la hermana de Agustín, la princesa María Nicolasa (que le aventajaba en 20 años), pero el emperador se había opuesto a tal relación. Santa Anna, quizá herido por este hecho o solo movido por la ambición política, lideró junto al inevitable Vicente Guerrero un golpe de estado para derribar el Imperio y establecer una república. Agustín, derrotado por sus enemigos, abdicó en el Congreso el 19 de marzo de 1823, pero evitó ser fusilado gracias al apoyo popular y puso rumbo al exilio, a Europa.
EXILIO, REGRESO Y MUERTE
En el Viejo Contiente, Agustín de Iturbide se estableció en la casa de una hermana de Napoleón Bonaparte -Paulina- en Livorno y después residió en Londres, desde donde siguió con preocupación los intentos de España y de la Santa Alianza de revertir la independencia mexicana. En ese tiempo mantuvo una intensa correspondencia con sus apoyos en América, además de publicar su 'Manifiesto al mundo', pero la respuesta del Congreso de su país fue declararle traidor en abril de 1824. 
Agustín no desistió. Acompañado por su esposa y sus dos hijos menores, partió de regreso a México, confiando en el apoyo de la población para restablecer su influencia política. Sin embargo, fue detenido al poco de desembarcar en Soto la Marina y obligado a comparecer ante el Congreso del estado en el que había sido apresado (Tamaulipas). Los congresistas decidieron que se debía aplicar el decreto federal que le tachaba de traidor y, por tanto, le condenaron a morir fusilado. El 19 de julio de 1824 se ejecutó la pena en la ciudad de Padilla. Catorce años después, sus restos fueron trasladados a Ciudad de México y se inhumaron con honores en la Capilla de San Felipe de Jesús de la Catedral. 
Agustín de Iturbide
Exhibición de los restos mortales del emperador y general Agustín de Iturbide en la catedral Metropolitana de Ciudad de México, con motivo de los festejos del Bicentenario de la Independencia de México, en 2010WIKIPEDIA
La esposa de Agustín, Ana María, le había acompañado en el viaje de regreso a México, a pesar de encontrarse embarazada de su décimo hijo. Ella recibió el cuerpo de su marido y lo hizo vestir con el hábito de San Francisco para enterrarlo. Después, tuvo que regresar al exilio, aunque en esta ocasión el destino fue Estados Unidos.
Ana María vivió con sus hijas Juana y María de Jesús en Nueva Orleans (Luisiana), donde nació Agustín Cosme, y después en Baltimore y Georgetown (Maryland), para finalmente asentarse en Filadelfia (Pensilvania). Su economía fue siempre muy precaria.
El 21 de marzo de 1861, con 75 años, Ana María Huarte murió en Filadelfia y fue enterrada en el cementerio de la Iglesia de San Juan Evangelista. Sobre su tumba solo quedó una sencila cruz con las iniciales AMH.
De sus diez hijos, Sabina, Juana María y María de Jesús tomaron los hábitos de monja, mientras que el mayor -Agustín Jerónimo-, fue acogido por Simón Bolívar como un favor personal al emperador y acabó ejerciendo como edecán del Libertador en las guerras de independencia hispanoamericanas. Precisamente, Bolívar dejó una de las semblanzas más recordadas de Agustín de Iturbide. "Dios nos libre de la muerte de Agustín de Iturbide [...] Quien tuvo una carrera meteórica, brillante y pronta como una exhalación, este hombre ha tenido un destino singular, su vida sirvió a la libertad de México, y su muerte, a su reposo. No me canso de admirar que un hombre tan común hiciese cosas tan extraordinarias. Bonaparte estaba llamado a hacer prodigios; Iturbide no, y por lo mismo los hizo mayores que Bonaparte".

La bandera de México, legado de Iturbide

Varios símbolos del México actual se remontan a la época de Agustín de Iturbide. La silla imperial o su sable son algunos de los más conocidos, pero es la bandera la que ha gozado de mayor continuidad. No en vano, fue Agustín quien dispuso que sus colores fueran verde, blanco y rojo, pero colocados en posición vertical, novedad que se ha respetado hasta la actualidad. A este diseño se le agregó un águila con el pie izquierdo sobre un nopal nacido en el islote de una laguna, la cual lucía, además, una corona que simbolizaba el imperio. Ese imperio que solo regresó en una ocasión a aquellas tierras, décadas después, de la mano del Habsburgo Maximiliano, hijo de Francisco José y Sísí, y único gobernante del que puede decirse, junto a Agustín de Iturbide, que llegó a ser emperador de México.
Bandera de México
Bandera de México durante el Primer ImperioDN

Genealogía de Agustín de Iturbide

*en negrita, nacidos en Navarra

BISABUELOS:
- Salvador José Iturbide Irigaray (bautizado el 5 de mayo 1693 en Peralta).
- Magdalena Álvarez de Eulate Viguña.
Casados el 8 de febrero 1711 en Peralta.

- José Arregui Chocarro (su hermano Félix se casó en Peralta, de modo que es plausible que la familia Arregui Chocarro residiera en la localidad).
- Josefa Gaztelu Esnar.

- Martín Pérez Aramburu.
- Teresa Urdizibar.

- José Joaquín Carrillo de Figueroa Villaseñor.
- Ana Rosa Méndez de Villaseñor.

ABUELOS PATERNOS: 
- José Iturbide Álvarez de Eulate (bautizado el 5 de noviembre 1711 en Peralta).
​- María Josefa Arregui Gaztelu (nacida el 8 de agosto 1719 en Peralta).
​Casados el 8 de diciembre 1737 en Peralta.

ABUELOS MATERNOS:
​- Sebastián Aramburu Udizibar (bautizado el 10 de junio 1709 en Oiartzun).
Nicolasa Micaela Carrillo de Figueroa Villaseñor.
Casados el 25 de abril 1756 en Acámbaro​ (Nueva España).

PADRES:
- José Joaquín de Iturbide y Arregui (nacido el 6 de febrero de 1739 en Peralta).
​- María Josefa Aramburu y Carrillo de Figueroa (nacida el 1 de junio 1758 en Patzcuaro, Michoacán, Nueva España).
​Casados el 21 de noviembre 1772 en Santa Clara del Cobre, Michoacán (Nueva España).

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