Sir Francis Walsingham (~ 1530-1590) es recordado principalmente por su servicio al estado inglés bajo la reina Isabel I.Como Secretario Principal de la Reina, Walsingham se ocupó de los intereses del estado de diversas formas, desde misiones diplomáticas de rutina hasta espionaje. Algunos historiadores consideran a Walsingham como el «padre de la inteligencia moderna», citando sus métodos determinados ya veces inusuales para adquirir información. Sin duda, era un hombre complejo en una era ya compleja de la historia de Inglaterra.
Como muchos ingleses de noble cuna, Francis Walsingham tenía una buena educación y, de hecho, estudió en Cambridge durante un tiempo, aunque no se presentó a los exámenes para obtener un título. Estudió derecho brevemente antes de dejar Inglaterra cuando María accedió al trono de Inglaterra. Como protestante devoto, Walsingham sintió que no podía vivir bajo una reina católica, aunque según algunos relatos, trabajó desde el extranjero para llevar a Isabel I al trono.
Después de la coronación de Isabel I, Walsingham regresó a Inglaterra para servir al estado. Investigó las amenazas al reino y al soberano, descubriendo varios complots importantes para derrocar a Isabel y reemplazarla por un gobernante católico. Utilizó una extensa red de agentes en Inglaterra y Europa, que recopilaban y procesaban información constantemente. A sus agentes se les ofreció entrenamiento en una serie de técnicas de espionaje para que pudieran abrir correo, interpretar códigos y cifrados y extraer información de otras formas.
Además de actuar como la maestra de espías de la Reina, Walsingham también ofreció su consejo, que a veces era extremadamente cáustico y agudo. Muchos de los discursos y escritos de Walsingham que se conservan sugieren que tenía una personalidad directa y ácida, aunque podía ser bastante agradable y encantador cuando estaba en misiones en el extranjero. Walsingham sin duda destacó en la colorida corte de la reina Isabel I, ya que vestía ropa sencilla y oscura y no se escondía detrás de palabras agraciadas, como hacían muchos cortesanos.
Junto con muchos otros asesores, Francis Walsingham ayudó a fortalecer a Inglaterra como potencia mundial y a Isabel como reina. Dio con bastante generosidad a las artes y las ciencias, promoviendo la exploración inglesa de tierras extranjeras y actuando como patrocinador de pintores, dramaturgos y otros. Como miembro valioso del Privy Council de Elizabeth, Walsingham estaba dotado de dinero y propiedades, la mayoría de las cuales invirtió en fortalecer el estado inglés. En 1577, Walsingham fue nombrado caballero en reconocimiento a sus logros en nombre de Inglaterra; murió profundamente endeudado en 1590, gracias a su generosidad a menudo no reconocida.