Fernando I de Médici

Fernando I de Médici
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NombreFernando I de Médici
Nacimiento30 de julio de 1549
Florencia, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento17 de febrero de 1609
NacionalidadItalia
Otros nombresFernando I de Toscana

Fernando de Médici. Gran Duque de Toscana. Nace en Florencia, el 30 de julio de 1549.

Síntesis Biográfica

Gran duque de Toscana entre 1587 y 1609, sucesor de su hermano mayor Francisco I, era el quinto hijo del Gran duque Cosme I de Médici y de Leonor de Toledo, hija de don Pedro Álvarez de Toledo, el virrey español de Nápoles.

Fue ordenado cardenal en 1562, con 14 años de edad, y sucesor de su hermano Francisco I como Gran Duque en 1587, con 38 años.

Fue un administrador capaz, como ya había demostrado en Roma. Allí creó la Villa Médici, adquiriendo muchas obras de arte que trasladó a Florencia tras su regreso de Roma.

La Familia Médicis

Familia de comerciantes y banqueros de Florencia que llegaron a gobernar la Toscana y a ejercer una influencia considerable sobre la política italiana. Representantes de la burguesía ascendente en las ciudades del norte de Italia en la época de expansión del capitalismo mercantil y financiero, dejaron su impronta en el arte del Renacimiento ejerciendo abundantemente el mecenazgo. Aparecen ocupando el cargo de gonfaloniero o jefe de la ciudad desde el siglo XIV.

La familia se dividió en dos ramas a partir de Juan de Médicis, Giovanni di Bicci, 13601429: mientras su hijo menor, Lorenzo (1395-1440), daba lugar a una rama secundaria, postergada hasta comienzos del siglo XVI, el poder en Florencia recaía en manos de la rama principal, que arranca de su hijo mayor, Cosme, el Viejo (Cosimo, 1389-1464).

Tras vencer al partido del patriciado tradicional, instauró desde 1434 un poder dictatorial en Florencia, si bien respetó la forma republicana de las instituciones y se mantuvo alejado personalmente de los cargos principales, encomendándolos a clientes suyos.

Cosme duplicó la fortuna de la familia y la empleó para fomentar las artes y el pensamiento, haciendo de Florencia un gran foco de cultura renacentista: Brunelleschi, Donatello y Filippo Lippi, entre otros, se beneficiaron de su mecenazgo; con el mismo espíritu de recuperación de la cultura clásica, compró importantes manuscritos griegos, con los que formó la biblioteca familiar.

Su hijo, Pedro I, el Gotoso (Piero,1414–1469), se limitó a conservar el poder y a emparentar con la familia aristocrática de los Orsini mediante el matrimonio de su hijo, Lorenzo I, el Magnífico (1449-92).

Éste consiguió resistir los intentos de arrebatarle el poder por parte del patriciado, que se alió con el papa Sixto IV, aunque perdió a su hermano Julián (1453-78) durante la rebelión de los Pazzi (1478).

Lorenzo fue un típico príncipe renacentista, protector de escritores, sabios y artistas, impulsor de las primeras imprentas italianas y organizador de fiestas. Su prodigalidad puso en peligro la fortuna de los Médicis y despertó las iras de Savonarola. Su hijo Pedro II de Médici (Piero) (1471-1503) fue expulsado del poder por una revuelta instigada por Savonarola en 1494.

Su alianza con Carlos VIII de Francia no fue suficiente para recuperar la ciudad. Su hermano Juan (Giovanni, 1475-1521), recuperó el poder en 1512 gracias a la ayuda del papa Julio II, de manera que Florencia quedó subordinada a Roma en los años siguientes. Ejerció el poder junto con su hermano menor, Julián (Giuliano, 1478-1516). Juan, que era cardenal desde los 13 años, fue elegido papa en 1513, tomando el nombre de León X.

Practicó asiduamente el nepotismo, situando a miembros de la familia Médicis en los órganos de poder de la Iglesia romana; incluso gravó a la Hacienda papal con los gastos de la Guerra de Urbino (1516–1517), destinada a conquistar dicho ducado para su sobrino Lorenzo II.

El pontificado de León X (1513–1521) apenas trajo novedades en materia religiosa, pues se comportó como un príncipe italiano más, dedicado a conservar y ampliar sus dominios por medio de la diplomacia y de la guerra, así como a ejercer el mecenazgo artístico.

Encargó a Rafael Sanzio construir la basílica de San Pedro, cuyo coste le obligó a recabar fondos intensificando la venta de bulas de indulgencia; la denuncia contra la inmoralidad de este tráfico mercantil sería el detonante que haría a Lutero romper con la Iglesia católica, dando origen a la reforma protestante (1517-21).

En 1523, tras el breve pontificado de Adriano VI, accedió al Papado otro Médicis, hijo bastardo de Julián: Julio (Giulio, 1478-1534), que tomó el nombre de Clemente VII. Queriendo liberarse de la tutela de Carlos V, en 1526 impulsó contra éste la Liga Santa de Cognac (o Liga Clementina), formada por Francia, Inglaterra, Florencia, Venecia, Milán y el Papado.

El emperador respondió tomando Roma y entregándola al saqueo de sus soldados (Sacco de Roma, 1527); el papa fue encarcelado durante siete meses en el Castillo de Sant’Angelo y sólo la peste desatada en la ciudad hizo que fuera evacuada por las tropas imperiales. Clemente decidió entonces reconciliarse con Carlos V, a quien coronó emperador y rey de Italia en Bolonia en 1530; a cambio, Carlos le devolvió los territorios que le había arrebatado y conquistó Florencia, poniendo de nuevo en el poder a los Médicis (que lo habían perdido) en la persona de Alejandro (quizá hijo natural del mismo papa).

Por último, el pontificado de Clemente VII tuvo una importancia crucial para la Iglesia, pues, al negarse a reconocer el divorcio de Enrique VIII (decisión inevitable, dada la subordinación del Papado a la política de Carlos V desencadenó el cisma de la Iglesia de Inglaterra.

Su política

Intentó liberar a Toscana de la dominación española. Tras el asesinato de Enrique III de Francia en 1589, apoyó al futuro Enrique IV de Francia en sus disputas con la Liga católica. Fernando prestó dinero a Enrique y le encomendó convertirse al catolicismo, como finalmente hizo. Fernando también usó sus influencias con el Papa para convencerle de que aceptara la conversión de Enrique.

Enrique no demostró mucho aprecio tras estos favores, por lo que su relación con Fernando se enfrió, esforzándose este último en mantener su apreciada independencia. Apoyó a Felipe II de España en su campaña en Argelia, y al Sacro Imperio Romano Germánico contra la amenaza de los turcos otomanos.

Para acometer esas empresas creyó necesario subir los impuestos sobre sus súbditos. Obtuvo finalmente el reconocimiento oficial de su posesión sobre Siena, que su padre había conquistado. También fortaleció la flota toscana, asistiendo a importantes victorias sobre los piratas berberiscos (1607), y venciendo a una flota superior de los otomanos al año siguiente. A su muerte fue sucedido por su hijo mayor Cosme, que gobernó como Cosme II de Médici.

Muerte

Fallece el 17 de febrero de 1609

Fuente