Felipe de Edimburgo, el esposo de la Reina Isabel II, ha fallecido en el Reino Unido. Tenía 99 años . El Palacio de Kensington confirmó su deceso.
El duque de Edimburgo había sido ingresado a un hospital King Edward VII después de manifestar que se sentía mal y en donde permaneció internado por un par de días en observación, según informó el Palacio en un comunicado.
Ni la reina ni el resto de los integrantes de la Casa Real incluyendo a su hijo Carlos (y sus respectivas lecciones de estilo), el príncipe de Gales, o sus nietos William o Harry se han pronunciado sobre el deceso. Su muerte es uno de los grandes sucesos de la monarquía mundial y llega justo luego de que Reino Unido se separara del resto de la Union Europea en el famoso Brexit.
Felipe de Edimburgo se había retirado de la vida pública en 2017, aunque justo sus apariciones le hicieron uno de los monarcas que mejor se desplazaba por ese terreno y se cuentan más de 22 mil compromisos reales desde 1952. Hijo del príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y de la princesa Alicia de Battenberg, Felipe ascendió a las filas de la realeza británica luego de su matrimonio con Isabel II en 1947. Junto a ella procreó cuatro hijos que incluyen al esposo de la fallecida Lady Di y Ana, Andrés y Eduardo.
Durante su longevo matrimonio con la monarca, el príncipe acumuló distintos títulos nobiliarios incluyendo el de lord gran Almirante del Reino Unido, que le concedió su esposa por más de sesenta años de matrimonio y a lo largo de su vida atestiguó diversos sucesos históricos del país como la Guerra de las Malvinas y la controvertida muerte de la princesa Diana.
Un monarca controvertido
Felipe de Edimburgo además cimentó un andar en el círculo aristocrático a base de polémica que solían acompañar algunos de sus comentarios que solían ser recopilado con perspicacia por los tabloides británicos y algunos que llegaban a colarse a la escena de la política internacional. Cuando Inglaterra atravesaba por una crisis económica en 1981 que abatió las tasas de desempleo, se dice que el monarca llegó a espetar: “Ahora que todo el mundo tiene más tiempo libre se quejan porque no tienen trabajo. La gente no se pone de acuerdo sobre lo que realmente quiere”.
Los tabloides y los periodistas que siguen a la monarquía solían esperar a que develara uno que otro detalle de la vida en matrimonio con la Reina Isabel II. James Whitaker, un reportero, relató una vez un episodio en el que el Felipe de Edimburgo habría bromeado cuando en un evento alguien elogió la piel de la reina. ‘Sí, y así está por todos lados'», dijo entre risas.
